En el marco del 175º aniversario de la Universidad de la República (Udelar), autoridades de la casa de estudios entregaron este jueves un reconocimiento a la música popular uruguaya, que recibieron, en una ceremonia realizada en el Paraninfo de la Udelar: Ruben Rada, Hugo Fattoruso, Vera Sienra, Braulio López, y Adriana Yaffé, esposa del recientemente fallecido Pepe Guerra.
El evento fue organizado por la Facultad de Artes y dio cierre a la segunda edición de UNeS, un ciclo de encuentros de charlas y exhibición de documentales organizado por la Unidad Académica de Apoyo a Extensión y Actividades en el Medio (UEAM) y la Unidad Académica de Música de la Udelar, y cuyo objetivo principal es el de “continuar incorporando la enseñanza de la música popular en los estudios universitarios”.
“Este homenaje de la Universidad también es de la sociedad uruguaya en su conjunto a la música y la cultura de este país”, comenzó diciendo el rector de la Udelar, Rodrigo Arim.
Por su parte, el decano de la Facultad de Artes, Fernando Miranda, recordó las muchas veces que la música popular se inspiró y le rindió homenaje “al elemento principal que tiene nuestra universidad, que son los estudiantes”, y mencionó como ejemplo la Marcha de los Estudiantes de 1983.
Asimismo, explicó que la iniciativa de reconocer a la música popular uruguaya nació “como una idea peregrina” del ingeniero agrónomo e integrante del dúo folclórico Tantomán, Claudio Rinaldi, y la maestra, poetisa y senadora Amanda Della Ventura, a la que se sumaron estudiantes y docentes de la Udelar.
El profesor de origen alemán Lukas Kühne, director del Instituto de Música de la Facultad de Artes, dijo que en sus 20 años en Uruguay aprendió que las figuras de los homenajeados siempre fueron parte de la identidad más valorada de la cultura, al tiempo que refirió sobre la importancia de seguir implementando la música popular uruguaya en el plan de estudios de su instituto.
Ruben Rada: “Cuando yo empecé a cantar no nos imaginábamos algo así, y mucho menos que iba a estar acá adentro, en la universidad”
La dinámica del evento continuó con la participación de docentes y representantes de organizaciones sociales, que dieron pie a la palabra de los homenajeados, con breves reseñas y valoraciones sobre la obra y el legado de cada uno.
“Hoy estamos reconociendo a artistas con trayectorias desde la década de 1960, como representantes de sus numerosos colegas”, dijo el músico y compositor Rubén Olivera, uno de los principales gestores del ciclo UNeS; “aquí también podrían estar Olga Delgrossi, Washington Carrasco, Héctor Numa Moraes, Diane Denoir, Julio Víctor González, Julio Cobelli o Fernando Lobo Núñez”, agregó.
Sobre Los Olimareños, el ingeniero Claudio Rinaldi expresó: “Este es un reconocimiento al incuestionable aporte a la cultura, pero el asunto no se termina en versos y pentagramas. En mi época de estudiante universitario, cuando pretendíamos, a través de diferentes proyectos institucionales, llegar a la familia rural, se nos hacía muy difícil, eran mundos que casi no se conectaban y no podían comunicarse. En ese caos, invariablemente se escuchaban en la radio unas voces que sonaban como las de ellos, melodías que servían de vehículo para expresar lo que ellos, los campesinos, sentían. Los Olimareños sembraron canciones, y prendieron bien”, remarcó el músico.
“Cuando yo empecé a cantar, con Eduardo Mateo, Urbano Moraes y toda la banda, no nos imaginábamos algo así, y mucho menos que iba a estar acá adentro, en la universidad, cuando de chico pasaba por la puerta a mangar”, dijo el músico y compositor Ruben Rada, luego de una presentación a cargo del matemático, investigador y escritor uruguayo Fernando Peláez.
Luego Rada añadió que “lleva a Uruguay consigo a cualquier lado al que viaja” y destacó al candombe como “el ritmo más increíble y maravilloso del mundo”: “Yo hice una canción de José Luis Perales con este ritmo. Mi sueño, aunque no lo pueda ver, es que los músicos de todas partes del mundo incorporen el candombe para componer sus canciones. ¡Viva el candombe!”, remató.
Braulio López definió el momento como “un sacudón fuerte para el alma” y admitió que, durante los años de exilio obligado por la dictadura militar recién pudo dimensionar la relevancia del folclore uruguayo. Adriana Yaffé recordó “la estrecha relación” de Pepe Guerra con la Udelar, a través de actividades culturales y de consultas permanentes de sus estudiantes, a las que el cantante y guitarrista accedía con el mayor gusto.
Leticia Ramos, integrante del colectivo Más Músicas, presentó a Vera Sienra y en su alocución señaló que la música “es el sector más masculinizado de todas las artes”, resulta “hostil con las mujeres y disidencias” y “perpetúa formas tradicionales de discriminación de género”, al tiempo que reconoció a la cantante y compositora como una referente de la cultura “que siempre fue consciente de esas inequidades, desde sus comienzos”, e impulsó a la unión y la lucha de sus colegas.
“Este reconocimiento me llena de orgullo”, dijo Vera Sienra, “porque a partir de los 14 años la canción me formó. Yo seguí el hilo rojo de mi vida, detrás de las canciones; es un misterio. No sé nada de música, pero las melodías venían. Mi camino fue posible porque antes me formé con las canciones de nuestro canto popular. Una melodía y un texto pueden sintetizar una cosa para brindársela a los otros. Yo viví esa magia, ojalá que con mis canciones pase algo parecido”, expresó.
Para el final quedó Hugo Fattoruso: “Este reconocimiento es para la música, que comparto con todos mis maestros que son cientos, y no dejan de aparecer”, arrancó, y también agradeció a su familia, y a “los músicos del Uruguay”. “Todos los uruguayos nos representan y nosotros al mismo tiempo somos representantes de todos los uruguayos, en ese tenor caminamos hasta el fin”, concluyó el artista.
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