Con diez recitales que comienzan este jueves, Jaime Roos cierra el ciclo que comenzó en 2021, cuando después de lo más duro de la pandemia y varios traspiés locativos comenzó a festejar sus 50 años de carrera en el estadio Centenario.

En el medio, el músico cumplió 70 años y llevó su gira con banda completa –una veintena de músicos entre los que están Martín Ibarburu (batería), Nicolás Ibarburu (guitarra), Gustavo Montemurro (teclados y acordeón) y Freddy Zurdo Bessio (coro murguero y solista)– a diversos escenarios, como el del Real de San Carlos, el del festival Canelones Suena Bien en Atlántida y el del Enjoy de Punta del Este, además de pasar por varias ciudades de Argentina y de volver al Centenario.

Los recitales, que se extenderán hasta el domingo de esta semana y luego nuevamente de martes a domingo de la semana que viene, tendrán lugar en la sala Fabini del Auditorio Nacional Adela Reta. La segunda tanda de presentaciones se agregó tras la veloz adquisición de entradas, y volvió a agotar localidades en tiempo récord.

Pavement este viernes en La Trastienda

Algo similar, en cuanto a la venta de entradas, ocurre con la visita de los californianos Pavement, para cuyo recital del viernes en La Trastienda (Fernández Crespo y Paysandú) quedan apenas algunas localidades de 3.100 y 3.500 pesos.

Foto del artículo 'Dos que agotan: Jaime Roos en el Auditorio del Sodre y Pavement en La Trastienda'

Foto: Difusión

Formados al filo de la década de 1990, los Pavement convivieron lateralmente con el fenómeno del grunge. Aunque eran guitarreros, como Nirvana y compañía, sus influencias no provenían del metal, sino de cierto rock experimental de los 60 (Captain Beefheart, Red Crayola) y de la banda fundamental del pospunk, los británicos The Fall. A todo eso, los Pavement le agregaron y llevaron al máximo una característica de la música que se escuchaba en el circuito radial universitario estadounidense y por entonces comenzó a llamarse rock alternativo: un aire calculadamente despreocupado y socarronamente ingenioso, que les permitía contrabandear melodías tarareables sin perder la dignidad rockera.

Activos hasta el año 2000, en esa década larga produjeron cinco discos de refinamiento creciente –Slanted and Enchanted (1992), Crooked Rain, Crooked Rain (1994), Wowee Zowee (1995), Brighten the Corners (1997) y Terror Twilight(1999)–, hasta que la fórmula se agotó. Se reunieron para un show en 2010 y el año pasado comenzaron a girar de nuevo con su integración clásica.

En Uruguay, además de haber marcado a un par de generaciones de indies, los Pavement recibieron una mano de Buenos Muchachos, que grabaron en Aire rico (1999) e incorporaron a sus shows en vivo el tema “Motion Suggests Itself”, que pasó a ser conocido como “Sin hogar”. Además, Stephen Malkmus, líder de la banda, tocó en la sala Zitarrosa en 2002, cuando estaba al frente de su proyecto The Jicks.