Tras la entrevista a la coordinadora de Cinemateca Uruguaya, María José Santacreu, publicada el lunes por la diaria, el director de la Agencia del Cine y el Audiovisual (ACAU), Facundo Ponce de León, dirigió una carta a este medio en la que da a conocer su punto de vista sobre varios puntos que atañen al proyecto Patrimonio Audiovisual Uruguayo impulsado por él.
Respecto a la pérdida de autonomía de Cinemateca en caso de concretarse el proyecto en sus actuales términos referida por Santacreu, Ponce de León afirma que “la única razón para temer por la autonomía y sentirse amenazada es no comprender el valor del trabajo colectivo, no sólo público y privado, sino de diversas organizaciones que pueden colaborar en mejorar una situación a todas luces precarias respecto a los archivos audiovisuales. Santacreu sabe de esta precariedad y la ha denunciado una y otra vez. Ahora que hay un intento de resolver el problema, habla de miedos y posible pérdida de autonomía”.
En cuanto al alcance de la participación de Cinemateca y otras instituciones en la elaboración del proyecto, Ponce anota que “la ACAU tiene en cuenta la historia de Cinemateca desde el momento que reabre la mesa interinstitucional de patrimonio con presencia de la organización, ANIP, Udelar-LAPA, UCU y la Comisión de Patrimonio del MEC. Además se reúne con la propia Santacreu. También organiza una visita con todo el personal de la agencia, repito, todo el personal, a recorrer las instalaciones de Cinemateca, en un hecho inédito que demuestra la importancia que tiene la organización. Por último, visita el archivo y se interioriza de su situación, que por supuesto es definida por el equipo de Cinemateca como grave y acuciante”.
En la entrevista, Santacreu afirmó que “el cambio de gobernanza del cine al pasar de instituto [ICAU] a agencia [ACAU] encendió alarmas sobre el peligro que podían llegar a correr algunas dimensiones más relacionadas con lo cultural. Lamentablemente, la redacción del proyecto de la agencia, referido al patrimonio audiovisual, no ha hecho sino confirmar aquellos temores”.
Para Ponce de León, esto es una “falsedad”: “No hay una sola frase que ponga en peligro una dimensión cultural. Lo único que está en peligro acá son los archivos, pero ahora resulta que resolverlo es poner en peligro lo cultural. La propia Santacreu, en una entrevista de julio del año pasado, declaraba lo siguiente a un medio argentino: ‘Pero el tema de la preservación, hay que ser francos, es algo que no le interesa casi a nadie. Y a nivel político, a nivel de gobierno y todo eso, es muy difícil encontrar interlocutores interesados’. Ahora que la ACAU se interesa en eso que nadie se interesaba, resulta que es ‘peligrosa’, ‘una amenaza’, pone en jaque la autonomía y corre riesgo el patrimonio cultural. Palabrerío” .
En otro pasaje de la entrevista, Santacreu dijo: “Estamos sorprendidos y alarmados por el proyecto llamado Creación del Patrimonio Audiovisual Uruguayo, que –a pesar de que la agencia afirma que recoge el trabajo de los últimos meses de la mesa– ignora olímpicamente todo lo que Cinemateca viene planteando en este año y medio”.
En su respuesta, Ponce afirma que “lo que Santacreu define como ‘ignorar olímpicamente’ es la incapacidad de la organización para verse en un ecosistema de trabajo. En este año y medio Cinemateca planteó dos necesidades: fondos para construir un muro en el archivo que mejore la seguridad y compra de latas y otros insumos. Respecto al primero, consiguió fondos públicos en el MEC. El segundo está en proceso. Lo que olvida olímpicamente Santacreu es que cuando hablamos de esos problemas coincidimos en que son soluciones que no atacan el problema de fondo. Ahora sí queremos atacar el problema, ahora sí queremos retomar lo que dice el Compromiso Audiovisual de 2015-2020 que la propia Cinemateca colaboró en redactar y que habla de la necesidad imperiosa de un archivo único, de mejor infraestructura y de mejores políticas de acceso”.
Santacreu afirmó en la entrevista que el proyecto de la ACAU “directamente propone, en un solo pase de magia, la intervención de Cinemateca y la apropiación de su patrimonio cuando el mismo sea pasado a formato digital”. También dijo que el documento del proyecto “nació muerto, porque refleja no solamente una ignorancia supina respecto al manejo de archivos y su naturaleza, sino que trasunta el poco respeto que le merecen a la agencia las instituciones y su autonomía, no solamente Cinemateca, sino también la Udelar, al crear un organismo interinstitucional presidido por la agencia que tendría injerencia en asuntos que, en el caso de Cinemateca, no puede delegar sin desaparecer”.
Para Ponce de León, esto también es una “falsedad”: “Así como me reuní con Cinemateca, lo mismo hice con el rector de la Udelar, con el ministro, la subsecretaria y las autoridades del Sodre. En todos los encuentros hubo coincidencia; en todos se habló de interinstitucionalidad; en todos se coincidió en que es una iniciativa bienvenida, que mejoraría la infraestructura y las condiciones de trabajo. Es curioso que Santacreu, que tanto teme a las amenazas y las intromisiones externas, se expida sobre la autonomía de la Udelar. Intuyo que su temor no tiene nada que ver con la autonomía sino justamente con que estemos ante un documento ‘vivo y abierto’. Lo que parece generar nerviosismo es que la agenda sea compartida, que las mejoras sean bienvenidas. Es un sistema de trabajo que incomoda. Mejor decir que hay ‘ignorancia supina’ y ‘poco respeto’, así se agrede sin más. Algo similar sucedió cuando se solicitaron datos para mejorar políticas públicas: el primer reflejo de Santacreu fue la desconfianza y sentirse amenazada por que se pida información. Por nuestra parte, estuvimos orgullosos cuando el informe del Observatorio ACAU ‘Consumo de cine uruguayo 2013-2022’ demostró que Cinemateca es el lugar donde más se programa y se mira cine nacional, porque nos alegra que a las instituciones uruguayas que se preocupan por el cine les vaya bien, y que eso no sea una intuición, sino que esté respaldado por datos abiertos y recolectados con metodología”.
En cuanto a los problemas que generaría que la financiación del nuevo archivo se obtuviera de fondos destinados al fomento de la producción audiovisual, Ponce de León observa que “las tensiones con los productores se resuelven en el directorio y en las diversas mesas que funcionan en la agencia. Esto se maneja de forma institucional, transparente y además con actas que son públicas. Es posible ver allí que hasta se celebró por unanimidad destinar recursos al siempre postergado tema de los archivos”.
Santacreu también dijo en la entrevista que, “a pesar de todo lo anterior, de manera muy atrevida ya se ha empezado a sugerir –aunque no directamente por la agencia– que Cinemateca debe plegarse a este proyecto porque el patrimonio no es de Cinemateca ‘sino de todo el pueblo uruguayo’. Por supuesto que lo es, pero si todavía se conserva es gracias a Cinemateca, una asociación civil sin fines de lucro y no gracias al Estado, que recién en 2005 comenzó a colaborar parcialmente con su preservación. También se ha sugerido que este proyecto es equivalente al de salas nuevas, pasando completamente por alto que ni la Intendencia de Montevideo ni el ICAU esbozaron jamás la posibilidad de que existiera un organismo que tuviera la potestad de decirnos cómo hacer lo que hemos dado sobradas muestras de saber hacer muy bien desde hace 72 años. Si así hubiera sido, tené la seguridad de que seguiríamos en Carnelli. Cinemateca se ha ganado a fuerza de seriedad, trabajo y trayectoria el derecho a ser autónoma y respetada, y tiene, ella misma, un valor patrimonial. Es triste que cuando aparentemente hay dinero disponible para la preservación se lo utilice para avasallarla”.
Ponce de León responde: “Desconozco lo del atrevimiento, pero no entiendo qué es lo que molesta de esta afirmación. Debería ser el faro que guía nuestras acciones. La situación del archivo es alarmante. Hay que mejorarlo en todos los aspectos, incluyendo también el de acceso de la ciudadanía a los mismos. Es un homenaje a Cinemateca, a Martínez Carril, a los primeros cineastas y a los que vendrán”. Además, el jerarca agrega que hay otra “falsedad”: “Cinemateca es arte y parte del sector cultural de nuestro país. Se lo ha ganado a fuerza de trabajo y trayectoria. Tiene un valor patrimonial y debería colaborar en actualizarlo, profesionalizarlo, mejorar su acceso y compartirlo. Cinemateca también es parte de un ecosistema de organizaciones y personas que trabajan en torno al patrimonio audiovisual. Es fundamental buscar soluciones integradoras en vez de generar polarizaciones, disputas y falta de cooperación”.
El proyecto en discusión
Creación Del Patrimonio Aud... by la diaria