En 1959, DC Comics reimagina el concepto de Linterna Verde y empieza a contar las historias de un policía intergaláctico cuyo poderoso anillo tiene una única debilidad: el color amarillo. Dos años después, con lógica narrativa, introduce a un villano con anillo amarillo. Todo siguió así hasta 2005, cuando se introdujo el concepto de “espectro electromagnético de las emociones” y aparecieron anillos de color rojo, naranja, azul, índigo, violeta, negro y blanco. ¿Qué tiene que ver esto con los premios Martín Fierro?
La Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra) creó en 1959 este galardón para reconocer a lo mejor de la televisión del país vecino, y menos de una década más tarde se sumaron a la ceremonia los premios a lo mejor de la radio. Durante todo ese tiempo, salvo la interrupción a causa de la dictadura militar, los Martín Fierro fueron reinventándose en la interna, en un intento por reflejar la realidad de los medios (televisión y radio) que reconocían.
El programa Buenas tardes, mucho gusto, por ejemplo, recibió en 1960 la estatuilla como Mejor programa hogareño, mientras que en 1966 y 1967 ganó como Mejor programa femenino. En 1964 existió la categoría Mejor prensa filmada, que parece risible al día de hoy, cuando sí existen reconocimientos a los mejores panelistas, ingrediente fundamental de buena parte de la producción actual.
Hablando de anillos y otros elementos preciosos, desde 1992 se entrega el Martín Fierro de Oro, galardón creado “como una manera de mantener el promedio de audiencia de las largas ceremonias hasta el final de la transmisión”, según Página 12, con la excusa de reconocer “al mejor entre los mejores”. En 2009 se sumó el de Platino, elegido por el público entre los ganadores del de Oro. Para seguir premiando a Mirtha Legrand y Susana Giménez, inventaron en 2017 el Martín Fierro de Brillantes, repetido en 2022. Las ganadoras fueron las citadas conductoras. Susana también ganó el Martín Fierro de la Gente en su única entrega, en 2018... un año después del que recibió su competidora.
En los años 90 llegó la primera ampliación del “espectro electromagnético de las premiaciones”, por llamarlo de alguna manera (la radio y la televisión de aire efectivamente están en el espectro electromagnético). El desarrollo de la televisión por cable llevó a que en 1994 tuvieran su ceremonia propia, el Martín Fierro de Cable. Aparecía el anillo amarillo, pero la cosa todavía se mantenía bastante calma.
Hasta que Aptra empezó a volar muy cerca del sol. En 2015 el Martín Fierro de la Radio se independizó del de la televisión de aire. En 2017 estrenaron el Martín Fierro Digital, según ellos mismos, para premiar “a los creadores del cambio de paradigma en la comunicación y el entretenimiento”. Dos años más tarde se dio la primera de tres entregas del Martín Fierro de la Moda y en 2023 llegó el Martín Fierro Latino, que se entrega en Miami a producciones radiales y televisivas latinoamericanas. Este año llegó el Martín Fierro de Teatro, pero hay uno más, que tuvo su segunda entrega este lunes.
Natalia Oreiro en La mujer de la fila.
Martín Fierro de color celeste
Con el working title de Martín Fierro de Ficción, luego rebautizado Martín Fierro de Cine y Series, se reconoce a la excelencia en producciones cinematográficas y series estrenadas en plataformas. Entre los ganadores de su segunda edición hubo presencias uruguayas destacadas.
La gran ganadora entre las series fue El Eternauta, la producción de Netflix que adapta esa emblemática historieta argentina. Se llevó ocho estatuillas: triunfó como Mejor serie de drama, Mejor dirección en serie, Mejor guion en serie, Mejor dirección de fotografía, Mejor edición, Mejor diseño de vestuario y Mejor actor de reparto en serie para el uruguayo César Troncoso, que se quedó con el premio en una competencia que incluía a sus compañeros de reparto Ariel Staltari y Marcelo Subiotto. Al final de la noche, la serie también se llevó el Martín Fierro de Oro dentro de su categoría.
En las categorías cinematográficas la cosa estuvo más dividida: Belén ganó como Mejor película de cine o plataforma, Mejor guion de cine y el premio revelación para Camila Plaate. Otros dos premios fueron para La mujer de la fila: Mejor dirección de cine y Mejor actriz protagonista en cine, este último para Natalia Oreiro. La actriz uruguaya, que interpreta a una madre de clase media cuya vida cambia cuando su hijo es encarcelado, también recibió el Martín Fierro de Oro cinematográfico.
“¡Pah!”, exclamó Oreiro luego de recibir el premio que la tomó por sorpresa. “¿Están seguros? Bueno”, agregó, y dio un extenso discurso lleno de agradecimientos. “Gracias, Argentina, por brindarme un hogar y una profesión. Gracias a todos los maestros que me dieron este trabajo y esta vocación. A todos los actores y las actrices que me acompañaron y que me ayudaron a crecer. Yo no era buena actriz, tuve buenos maestros”. Luego de reconocer a colegas, amigos y familia, cerró: “Gracias, Argentina. Gracias, Uruguay, también, por hacer de esta mujer la persona que hoy es”.
La publicitada Homo Argentum tuvo que conformarse con el premio a la actuación de Guillermo Francella, y hubo un Martín Fierro de Platino, por supuesto, en este caso por los 25 años del estreno de Nueve reinas.