A casi 40 años de su formación, Flema es un emblema de la contracultura musical argentina. Este viernes llega a Sala Rincón para celebrar tres décadas de su icónico álbum Nunca nos fuimos, una referencia del punk rock rioplatense.

“Siempre digo que hay una esencia de Flema que está por sobre todos nosotros. Todos alguna vez entramos a Flema, hasta Ricky Espinosa”, asegura Fernando Rossi en entrevista con la diaria. La mención es inevitable: Flema es Ricky, aunque, como Rossi recuerda, el icónico vocalista no fue su fundador.

La banda nació en la zona sur de Buenos Aires en 1986, impulsada por Juan Manuel Fandiño, pero fue dos años después, con la llegada de Espinosa, que consolidaron su identidad: políticamente incorrectos y dispuestos a incomodar. Junto con los hermanos Fernando y Santiago Rossi en bajo y guitarra, respectivamente, Flema tuvo su “era dorada” con hitos como la apertura para los Ramones en 1995 y la tríada de éxitos El exceso y/o abuso de drogas y alcohol es perjudicial para tu salud… ¡Cuidate, nadie lo hará por vos! (1994), Nunca nos fuimos (1995) y Si el placer es un pecado… bienvenidos al infierno (1997). Sobre ellos, reflexiona hoy Rossi: “Soy de las personas que piensan que todas las bandas tienen tres primeros discos que definen absolutamente todo, más allá de que algunas se logran sostener en el tiempo con sus nuevos trabajos”.

El material siguió surgiendo. Grabaron otros cuatro discos hasta 2002, cuando la muerte de Espinosa –saltó de un quinto piso– pareció sellar el final. Huérfanos de su ícono, permanecieron inactivos hasta que en 2007 resolvieron reagruparse con Fernando Rossi en la voz para conmemorar los 20 años de la banda. Desde entonces, y pese a cambios de formación, Flema no se detuvo. “Es una satisfacción poder tocar en esta banda”, afirma ahora el bajista y cantante.

En 2024 presentaron Fuera de control, el segundo álbum desde su regreso. El material llevó casi una década de preparación, atravesada por la pandemia y el fallecimiento del guitarrista Gonzalo Díaz Colodrero. “Elegimos temas del pasado, de mi hermano Santiago, de Ricky, temas míos de otra época y muchas composiciones nuevas”, enumera Rossi. “En total somos cinco compositores, por eso hay variedad en las letras, pero el audio es parejo porque toca la misma formación”.

El espíritu colaborativo es parte del ADN de Flema. “Todos los músicos pueden componer, es una regla que está desde que yo entré, y eso que cuando entré era muy chico”, explica Rossi. “El requisito es componer en función del estilo de la banda, que quedó más o menos delineado en los 90, pero se aceptan nuevas influencias”, asegura.

Ser punk hoy

En una entrevista para Much Music en 1999, le preguntaron a Ricky Espinosa por qué le caía mal a la gente. “Porque soy sincero”, respondió. Esa honestidad sigue vigente en Flema, pero sus palabras cobraron aún más relevancia en febrero cuando la banda anunció la desvinculación del guitarrista Luis Gribaldo tras viralizarse un video en el que defendía acaloradamente las políticas del gobierno de Javier Milei. “Esta decisión se debe a diferencias políticas irreconciliables”, comunicaron los Flema en sus redes sociales.

“Si tenés claro de qué lado estás, no hace falta poner banderas de un partido político o un candidato públicamente. Eso no lo hicimos nunca y no creo que lo vayamos a hacer”, defiende ahora Rossi, en un contexto polarizado que muchas veces demanda el posicionamiento de los artistas. “Nosotros sabemos de qué lado estamos”.

Esa coherencia, más que una pose, es parte de su identidad: “Yo creo que el rock se había estancado”, afirma Rossi, consultado por la actualidad de la escena musical. “Hubo una pausa en la renovación, pero últimamente se ha vuelto a ver chicos de 14, 15 años en el público. Es como una herencia que se recibe de los padres o los hermanos”.

Y no es sólo el público: “En Argentina han salido varias bandas nuevas y otras que tocan hace 20 años pero están en un gran momento”, sostiene. “La escena sigue existiendo, quizás no está en su auge, pero no deja de ser un movimiento cultural muy importante”.

Con ganas de reencontrarse con el público uruguayo, Flema regresa a Montevideo este viernes para presentarse junto a los locales Lynces, Las Toscas y Jesús Negro y los Putos. “Vamos a estar presentando casi todos los temas de Nunca nos fuimos porque estamos en la gira de los 30 años, pero van a estar los clásicos y temas del último disco”, promete Rossi y asegura que si los horarios acompañan, la lista podría extenderse hasta la treintena de canciones.

Flema. Viernes 13 de junio, 21.00, en Sala Rincón (Rincón 732). Entradas $ 350 en Redtickets.