Este sábado 5 los metaleros de todo el mundo estarán atentos a lo que suceda en el estadio de Villa Park, en Aston, Birmingham, cuando, cerca de las ocho de la noche de Uruguay, el cantante británico Ozzy Osbourne (76) y sus compañeros de banda, el guitarrista Tony Iommi (77), el bajista Geezer Butler (75) y el baterista Bill Ward (77), se suban juntos por última vez vestidos con las ropas de los influyentes Black Sabbath.

El ambicioso evento, titulado Back to the Beginning, podrá seguirse levemente diferido en la web oficial backtothebeginning.com, con un pago de 15 dólares. Contará, además, con las actuaciones de Metallica, Pantera, Slayer, Tool, Anthrax, Lamb of God, Alice in Chains, Gojira, Mastodon, Halestrom y las participaciones especiales de Slash, Billy Corgan, Mike Bordin, Rudy Sarzo, entre otros, en una banda comandada por el guitarrista Tom Morello.

Lo recaudado con las entradas, los pases para la transmisión vía streaming y el merchandising será destinado a las finanzas de los hospitales de niños de Birmingham y a investigaciones científicas de la enfermedad de Parkinson.

Black Sabbath ya se había despedido de forma definitiva en 2017 con una serie de conciertos que no incluyeron a su baterista original, Bill Ward (en su lugar tocó Tommy Clufetos), cuando Ozzy Osbourne todavía podía mantenerse de pie, sin ayuda.

El carácter conclusivo con el que se ha promocionado este regreso del grupo pierde cierta relevancia frente a la incertidumbre generada por los problemas de salud del cantante y sus muchas dificultades para encarar, ya no un concierto, sino la vida común y corriente. Son 15 los tornillos que Osbourne lleva incrustados en su columna vertebral, tras una caída severa en 2019 que limitó su movilidad y agravó sus problemas neurológicos y de debilidad muscular. En 2020, además, el artista fue diagnosticado con un tipo de Parkinson que le agregó temblores, fatiga, más problemas para hablar o moverse y repercutió negativamente en su cuadro crónico de ansiedad y depresión.

“Teníamos un montón de conciertos por delante, pero le tuve que decir a Sharon: ‘Mi cerebro sigue acá, pero mi cuerpo está jodido’”, le contó Ozzy al periodista Graham Besinger, en su programa In Depth, a propósito de la condición física y mental que le impidió continuar con su rutina habitual de giras y grabaciones. La mediática Sharon Osbourne es, además de la esposa del cantante, su representante. “Han sido cinco años de un absoluto infierno para mí”, remarcó en otra entrevista con el periodista Pierce Morgan, en la que se lo puede ver junto a dos de sus hijos, las celebridades Kelly y Jack Osbourne, figuras del reality show de MTV The Osbournes.

“No importa dónde vivamos, de última siempre terminamos juntos en la cocina”, reflexionó el cantante, tras una postergada mudanza que lo devolvió cerca de sus orígenes, y afianzó el vínculo de cercanía con sus hijos y su esposa, con lo que volvió a compartir otro proyecto mediático en 2024, con el podcast The Osbournes, disponible en Youtube.

Luego de vivir 20 años en Los Ángeles, en Estados Unidos, Ozzy y su familia volvieron a Inglaterra para instalarse en una casa de Buckinghamshire. Desde allí comenzaron a trabajar, junto con el tratamiento del cantante y los aires renovados, en la vuelta a los escenarios del ídolo musical, que debería concretarse con su actuación de este sábado.

El cantante se ha mostrado en público con tono optimista y de buen humor, y hasta se animó a volver a la actuación humorística para la promoción de Liquid Death: unas latas de té helado que podrían contener su propio ADN. “No aspiren ni se inyecten esa cosa, pequeños bastardos”, le advierte el cantante, en la pieza publicitaria, a dos fanáticos que están a punto de consumir su nuevo producto.

Última estación del tren loco

Nadie sabe con certeza qué tipo de desempeño podrá entregar el príncipe de las tinieblas, lejos de los tiempos en los que podía saltar y correr de un lado al otro del escenario con un balde de agua en sus manos y sus dotes de experto agitador de masas. Se espera que su set junto al resto de los integrantes originales del grupo británico dure alrededor de media hora y que incluya fragmentos de clásicos como “Iron Man”, “Paranoid” y “War Pigs”, aunque ningún dato del repertorio está plenamente confirmado.

Lo único cierto es que los cuatro músicos responsables de la invención de la música conocida como heavy metal volverán a actuar en Aston, Birmingham, la ciudad fabril que los vio nacer como banda en 1968, primero bajo el nombre de Earth, cuando todavía adoraban el blues rock, y luego como Black Sabbath, cuando adoptaron su identidad más oscura, inspirados en películas de terror.

“De las de finales de los 60, probablemente seamos una de las pocas bandas en las que los miembros originales siguen vivos y se comunican entre sí. Como dice mi esposa: el nuestro es un vínculo invisible que jamás se rompe”, le dijo el cantante a la revista Metal Hammer. Black Sabbath, su disco debut, se lanzó el 13 de enero de 1970 por el sello británico Vértigo. “Son una mierda y van a desaparecer rápidamente”, había pronosticado su colega Roger Waters.