Una huerta de plantas curativas en plena sala de exposiciones: eso es lo primero que impresiona de Memorias de la tierra, la muestra de Manuela Aldabe que llega al final de su ciclo en el Centro de Exposiciones Subte. La tierra para pequeño cultivo fue traída de los sitios donde fueron hallados Ubagésner Chaves Sosa, Fernando Miranda, Julio Castro, Ricardo Blanco, Eduardo Bleier, Amelia Sanjurjo y Luis Eduardo Arigón, detenidos desaparecidos durante la dictadura civil-militar.

El cometido explícito de la instalación es transformar el trauma social y el terror de los enterramientos clandestinos en vida y, por lo tanto, es a la vez una propuesta que busca la sanación –de ahí el entronque con las hierbas medicinales– y que también funciona como un archivo de los hechos ocurridos en nuestra historia contemporánea.

La fotoperiodista y artista cultivó el jardín con las tierras de las siete personas halladas por el Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF), las presentó individualmente y luego las mezcló en un montículo central. Además, la exposición consta de líquenes de las sierras de Rocha que, en este contexto, buscan representar una sociedad sana y no contaminada.

Foto del artículo 'Barro en el museo: Memorias de la tierra se despide del Subte'

El cruce entre historia, memoria, activismo feminista e investigación es una constante en la obra de Aldabe. En 2016 culminó el proyecto Toco tu piel, para el que registró, en ámbitos íntimos, prendas pertenecientes a mujeres asesinadas en todo el territorio uruguayo. En 2021, volvió a unir lo textil y lo político en That is a Woman: el vestido de Delmira, un proyecto para el que trabajó con impresiones fotográficas experimentales del vestido de novia de la poeta Delmira Agustini, víctima de un femicidio en 1914. Como periodista ganó el premio Marcelo Jelen por su cobertura del incendio del hotel Aramaya en 2022, en el que murió una mujer que se refugiaba allí y fueron hospitalizados dos de sus hijos.

Uno de los hitos de Memorias de la tierra puede situarse en 2024, cuando Aldabe montó en Sauce la obra En ella estamos todas, con tierra que rodeaba los restos de la mujer hallada en junio de 2023 en el terreno del Batallón 14 del Ejército, quien luego resultó ser la militante Amelia Sanjurjo.

“Ella es la madre tierra, territorio de donde nace el todo. La obra invoca esa alma que no tiene paz pero deambula en nuestra sociedad. Vivo a 19 kilómetros del lugar donde fue hallada: campos, viñedos, huertas componen el paisaje. Esa tierra que estuvo en contacto con ella por más de 40 años se transformó en compost que nutre las flores en el recorrido que hago de Sauce a Toledo”, decía Aldabe entonces.

Foto del artículo 'Barro en el museo: Memorias de la tierra se despide del Subte'

Durante la muestra en el Subte se hicieron plantaciones colectivas y se buscó la llegada de públicos diversos, como escolares, familiares de personas detenidas desaparecidas e integrantes de sindicatos. El proyecto es el resultado de seis años de trabajo y contó con apoyo del Ministerio de Educación y Cultura, del GIAF –las tierras fueron entregadas con autorización de Ricardo Perciballe, fiscal en Delitos de Lesa Humanidad–, la Institución Nacional de Derechos Humanos, la Red de Sitios de Memoria y la Intendencia de Canelones.

El viernes 5 de setiembre será el último día para ver la muestra, y quienes asistan a la ceremonia de cierre o finissagge podrán llevarse una pizca de tierra o una planta cultivada allí: diente de león, lavanda, calabaza, tabaco, cola de caballo, cactus de San Pedro y lianas de ayahuasca.

Memorias de la tierra, de Manuela Aldabe. Hasta el viernes 5 de setiembre, de martes a domingo de 12.00 a 19.00 en el Centro de Exposiciones Subte.