El jueves, el Ballet Nacional del Sodre estrena su Gala de Ballet con dos obras. Anacer tiene coreografía de Joaquín de Luz, diseño de iluminación de Pablo Pulido y diseño de vestuario de Maite Gómez, mientras que The Stillness that Dances llega con coreografía de Craig Davinson, música de Sergei Rachmaninoff, diseño de iluminación de Pablo Pulido y diseño de vestuario de Craig Davinson.
El lanzamiento de esta Gala de Ballet, ocurrido la semana pasada, coincidió con el 90º aniversario del Ballet Nacional del Sodre (BNS), que fue creado el 27 de agosto de 1935. Rodeada de autoridades, coreógrafos invitados y los bailarines del BNS, la directora artística de la compañía, María Noel Riccetto, explicó la importancia de presentar espectáculos diferentes: “El público se tiene que llevar algo positivo y algo de qué hablar, y no siempre son las dos piezas. Darle la posibilidad al público de ver cosas bien diferentes en la misma noche hace que todos nos vayamos contentos, porque algo siempre nos va a gustar”. Con lenguajes totalmente diferentes, estas obras dan al público la oportunidad de disfrutar la versatilidad y la belleza de la danza.
Guitarra flamenca e hipnosis
Anacer es una obra que trae la cultura flamenca, gitana. El coreógrafo De Luz habló sobre su creación: “La palabra anacer viene del argot gitano y significa un acontecimiento, algo que pasa, que es transformador en la vida del que lo sufre o lo disfruta. La danza flamenca es la inspiración; su inclusión dentro de la danza académica permite establecer ese puente del intérprete al público y viceversa. Es un modo de bailar y de expresar muy cercano a la humanidad que compartimos todos. Lo hemos afrontado desde la musicalidad: Anacer tiene música de una sola guitarra, varios intérpretes y varios compositores, una guitarra de estilo flamenco, una guitarra que dice muchísimo, que cuenta una historia y lleva un hilo conductor muy potente. Creo que los bailarines han hecho un trabajo increíble al hacer suyo un estilo que lleva siglos estampado en la cultura española pero, al mismo tiempo, es muy cercano al temperamento y a muchas cosas de Uruguay”.
Por otro lado, The Stillness that Dances (La quietud que baila) es un ballet sumamente físico, muy intenso, inspirado en la música y en la historia de la composición musical. Rachmaninoff creó su Concierto número 2 luego de recurrir a la hipnosis como terapia para mejorar su estado psíquico y emocional, que bloqueaba su creatividad. En 1901 lo presentó y con él obtuvo prestigio internacional.
Respecto de su aporte, Davinson comentó en la conferencia de prensa: “Me inspiré en la propia conexión de Rachmaninoff con la música y su composición. Llegar realmente a lo que uno siente es un camino poético, es un camino para descubrirse uno mismo. La obra es sobre el amor, pero no sólo amar a otros, sino amarse a sí mismo. Les he pedido mucho a los bailarines, que han sido muy pacientes y amables. Cuando creo, no vengo con todas las respuestas prontas, y eso puede ser desafiante y frustrante para los bailarines, que siempre quieren hacer lo mejor”.
Propios talleres
En este año de celebración, Riccetto destacó la importancia de contar con un teatro de producción, con todos sus talleres funcionando: “Todo lo que van a ver fue hecho en los talleres de este teatro maravilloso que tenemos. Fueron muchas las generaciones que esperaron su reconstrucción, pero lamentablemente no todos lo pudieron pisar; la responsabilidad que tenemos ahora es pisarlo por todos aquellos que no pudieron”. Luis Pérez Aquino, presidente del Sodre, se expresó en el mismo sentido: “El teatro de producción, como el nuestro, permite explorar este tipo de repertorios, experimentar y llegar así a la creación”.
Foto: Pancho Pastori, para Ballet Nacional Sodre.
Esto se refleja también en las palabras de Maite Gómez, quien diseñó el vestuario de Anacer: “Agradezco al taller de vestuario, porque son ellos los que llevan a cabo las ideas y propuestas, que pueden ser muy divinas en papel, pero hay que concretarlas, realizarlas, para que queden plasmadas sobre el escenario. Ver lo que imaginé es gracias a ese importante trabajo que hay atrás”. A la producción se sumó una empresa nacional reconocida: “Quiero agradecer a Manos del Uruguay, ya que hicimos una colaboración y va a haber unos mantones exquisitos que todos van a querer tener”.
Serán 11 días en los que se podrá apreciar dos obras nuevas, dos coreógrafos con lenguajes muy diferentes; otra oportunidad de ver al BNS y su versatilidad interpretativa en espectáculos de distintos estilos y con distintos desafíos. Sobre los bailarines, De Luz destacó que “han hecho un trabajo increíble, su dedicación y su entrega han sido memorables”, y Davinson afirmó: “Se convirtieron en colaboradores para encontrar las respuestas que estaba buscando. Y ha sido maravilloso”.
Gala de Ballet: Anacer y The Stillness that Dances. En la sala Fabini del Auditorio Nacional Adela Reta, del 4 al 14 de setiembre. Entradas desde $ 170 hasta $ 1.950 en Tickantel y en la boletería de la sala. La función del jueves 11 será a beneficio de la Fundación Sophia.