Con dos empates idénticos de 1-1 en el tanteador se dirimieron los primeros partidos semifinales de la Copa Nacional de Fútbol Femenino de la Organización del Fútbol del Interior. Nacional de Florida y Arachanas de Melo terminaron 1-1 en la cancha del Nacional floridense. También el domingo se registró un tanteador de 1-1 en el Parque Menéndez Celentano maragato, donde se enfrentaron River Plate de San José y Unión de Paysandú.
Dos conclusiones surgen rápidamente: por un lado, estos resultados entre los cuatro mejores de los 32 clubes que comenzaron el torneo marcan una lucha de mucha paridad y, por otro lado, que quedan con cierta ventaja las melenses, y las sanduceras que jugarán como locales el fin de semana el encuentro decisivo.
Hay también, en la casi clandestina narrativa de lo cotidiano, en este campeonato donde las deportistas materialmente ponen mucho más de lo que reciben, aunque ninguna recompensa será mejor que la de la gloria buscada, recortes que merecen -creemos- tomar cierto estado público sobre cómo nuestras muchachas le dan vida a la competencia. Por ejemplo, en esta noticia del diario Atlas de Melo, escrita por Florencia Paggiola, se describen los preparativos para la salida un día antes del partido Arachanas frente a Nacional de Florida: “Una buena medida [salir un día antes], que partió del cuerpo técnico e hizo eco en la dirigencia de la institución, que decidió viajar el día antes del encuentro.
Prevista la partida del domicilio de Laura Aquino, el sábado a las 17.00, por lo cual se pide puntualidad a las integrantes de la delegación. Se llegará a Florida cerca de las 21.00, para la cena, quizás un pequeño paseo, ‘para estirar piernas’, cena y a la ‘cucha’.
Representa un gasto importante, pero la causa es noble y se hizo todo como debe ser, un viaje cómodo, con buen tiempo de recuperación y a intentar traer un buen resultado de la ‘Tierra de la Piedra Alta’.
Presentarán en el arco a Silvana Pocha Ávila, la cual viene de Treinta y Tres y defiende Arachanas desde hace un buen tiempo, [ella]sustituirá, a la Vieja Eudocia, que está fracturada. Ayer concurrimos a verla en su domicilio, [está] dolorida por fuera y por dentro, al no poder estar a la orden de sus compañeras y del cuerpo técnico, pronta recuperación y ¡vamo’ arriba vieja querida!
Suerte a nuestra amiga Pocha, con la cual tenemos una gran amistad.”
Le fue bien a la Pocha y no les fue mal a las muchachas de Florida, que no hace mucho, mientras se preparaban para este campeonato, andaban entrenando a oscuras a la vera del Complejo de Fútbol Infantil de la Intendencia, según lo documentó futbolflorida.com: “La insuficiencia de medios para poder realizar un entrenamiento en condiciones dignas saltan a la vista noche a noche. Hace más de un mes que ‘se apagaron’ los dos precarios focos que ‘alumbraban’ el espacio que se encuentra detrás de la tribuna que da al parque de máquinas de la IDF, que no tiene pasto, que tiene tierra y piedras, donde Urse y las chicas se esfuerzan por que se parezca a un entrenamiento, arriesgando su integridad física, exponiéndose en la nocturnidad, al deterioro moral al que se las somete por el simple hecho de ser mujeres. Nunca más se encendieron…”, escribía a fines de abril Jorge Benoit.
Cabe recordar que las llaves se definen, en orden decreciente, por: mejor puntaje, mejor diferencia de goles, mayor cantidad de goles de visita y penales.