Histórico. Nunca antes Nueva Zelanda había superado una fase de grupos. Es la selección de Oceanía que siempre está en los mundiales, pero le falta romper esa atadura. Al final sucedió: dos goles de Grace Wisnewski fueron el envión necesario para sacar distancia sobre Canadá y, al final, tras mucho sufrimiento, quedarse con el tercer puesto del Mundial Femenino sub 17.
Fue vertiginoso el inicio. El partido comenzó con gol de Nueva Zelanda a los 15 segundos, el más rápido que se haya hecho en un copa mundial como esta. La arquera canadiense, Anna Karpenko, no controló bien al recibir la pelota, la 9 neozelandesa, Maggie Jenkins, logró puntearla y la especie de pase al medio lo recibió, atenta, Wisnewski, quien remató al arco vació y convirtió convirtiendo el primero del partido.
El segundo gol fue a los 12 minutos. Luego de una jugada en la que se juntaron las mejores jugadoras de Nueva Zelanda, jugada colectiva que permitió abrir los espacios rivales, Maggie Jenkins hizo una exquisita asistencia para que nuevamente Grace Wisnewski no desaprovechara y la mandara a guardar poniendo el resultado definitivo de la primera parte: 2-0 para el equipo Kiwi.
Pese a ir abajo, esos goles del primer tiempo para nada reflejan la actuación del conjunto canadiense. Las rojas llegaron muchas más veces, pero no pudieron convertir. Si bien las oceánicas fueron prácticas a la hora de los goles, también fue verdad que las canadienses no merecieron ir abajo, tanto por su juego colectivo como por la rapidez al acomodar las piezas para llegar al ataque o la insistencia que las caracterizó en los anteriores partidos. Pero no alcanzó.
Lo sucedido en el complemento era de esperarse. Canadá salió por todo. La gran Jessica de Filippo ingresó en lugar de Andersen Williams y renovó los aires en la ofensiva. A los 19 minutos fue el gol de Lara Kazandjian, luego de que logró quitársela a Maya Hahn y se acomodó para rematar de buena manera y poner el descuento para las norteamericanas.
Nueva Zelanda defensivamente debía ser la del primer tiempo si quería mantener el resultado de la primera parte. Y lo fue. Más allá de que las canadienses pudieron haber convertido, las Kiwi fueron contundentes en las marcas y lograron los tres puntos que son tercer puesto mundial.