Con goles convertidos por Pablo Ceppelini –golazo–, Federico Rodríguez y Nicolás Corto Prieto, Danubio le ganó 3-1 a Rampla Juniors en el estadio Jardines del Hipódromo María Mincheff de Lazaroff. El gol del descuento picapiedra fue obra del Rata Diego Martiñones de penal.
Siempre jugó mejor Danubio. Mandó con pelota y espacios, además de convertir y ponerse en ventaja rápido, cuando recién transcurrían 12 minutos de juego. Pero, si bien estaba mejor parado y casi no sufría en defensa, daba la sensación de que no terminaba de cerrar el partido a su favor. Ni siquiera estando 2-0, porque rápidamente Diego Martiñones descontó para Rampla y la visita estuvo a punto de empatar en un par de oportunidades. Sufrido, recién sobre el final puso el tercero y definitivo tanto, por intermedio de Prieto, que llegó para definir en el segundo palo tras un centro que cruzó toda el área y las protestas de los jugadores ramplenses, que reclamaban que el saque de manos que precedió al gol les favorecía. Con la victoria, Danubio alcanzó los 27 puntos –mismo puntaje que Defensor Sporting– y se ubicó en el podio del Torneo Apertura, en la tercera posición, sólo detrás de los grandes.
El partido contó con mucha dinámica, y si bien Danubio fue un justo ganador, Rampla por momentos lo complicó tanto que bien podría haberle empatado. Los ingresos de Martiñones y de Matías Cóccaro en el equipo picapiedra le dieron buenos réditos a Luis López, porque en una de las primeras jugadas le hicieron un penal al nacido en Pirarajá que luego pateó Martiñones. Cóccaro, además, tuvo el empate con una chilena espectacular –parecida a la de Enzo Francescoli contra Polonia–, pero Federico Cristóforo se mandó la atajada de la tarde para tirarla al córner. El otro golero, Rodrigo Odriozola, también tuvo una buena labor a pesar de los tres goles que recibió. La joyita del encuentro estuvo a cargo de David Terans, que robó una pelota contra la línea tirando un sombrero, hizo la personal y habilitó con un cañito a Fede Rodríguez para el gol. A esa demostración de calidad hay que sumarle que Carlos Maravilla Grossmüller entró unos minutos a la cancha, sobre el final, para la alegría de los amantes del buen fútbol.