La pelota, deporte acostumbrado a dar buenos resultados en Uruguay, logró tres medallas en los Juegos Sudamericanos: dos fueron de plata y una de bronce. Las preseas plateadas se ganaron en pelota de goma, tanto en la rama masculina como en la femenina. Mariangel Maneiro y Sofía Vicente, por un lado, y Lucas Rivas y Raúl Comesaña por otro. En ambas finales el oro fue para Argentina. Las mujeres perdieron 15-3 y 15-13, mientras que los hombres 15-4 y 15-7.
El bronce se lo llevó Richard Airala en mano individual. Debía vencer a Venezuela para quedarse con el tercer puesto en frontón de 36 metros, y lo hizo dos sets a cero.
Antes, la mañana de viernes se tiñó de celeste. Más bien se tiñó de oro y bronce, luego de que Déborah Rodríguez y María Pía Fernández hicieran podio en los 800 metros. Déborah, especialista en la materia, ganó la presea dorada, mientras que María Pía se llevó la de bronce -enorme mérito para ella, luego de ganar hace un par de días la medalla de plata en los 1500 metros-.
En la tarde de ayer, la dupla celeste conformada por Mauricio Colo Vieyto y Marco Cairús jugaron la final del voley playa masculino de los Juegos Sudamericanos Cochabamba 2018. Pareja y definida en el tercer set, la victoria y la medalla de oro se fueron para Venezuela. Fue 21-18, 15-21 y 24-22 para los caribeños José Gómez y Carlos Rangel.
Con la medalla de plata, Uruguay alcanzó las 32 preseas en total. Una marca histórica que habla en números del momento que vive el atletismo celeste. Hasta ahora, las medallas obtenidas en Cochabamba son 5 oros (salto largo, karate, tiro con pistola de aire y básquet 3x3 masculino, más la de Déborah), 10 platas (1500 femenino, fútbol masculino, salto -gimnasia artística- masculino, hockey sobre césped femenino, judo, vela, la mencionada de voley y las dos en pelota) y 17 bronces (básquet 3x3 femenino, dos en canoa, judo, siete en remo y tres en taekwondo, sumando el bronce de María Pía y el de Airala).
Andrés Silva fue otro de los atletas uruguayos que disputó una final. Lamentablemente, no pudo entrar entre los tres puestos de medallas en la definición de los 400 con vallas. Fue cuarto, con un tiempo de 50.29, el mejor guarismo personal del año. El ganador fue el argentino Guillermo Ruggeri con un tiempo de 49.28, segundo entró el chileno Emilio Sepúlveda y tercero el brasileño Marcio Soares.