La selección de Francia le ganó a Croacia en la final del Mundial de Rusia 2018, en Moscú. El triunfo de los de Didier Deschamps fue justo, con méritos y virtudes, una notable defensa y un aprovechamiento casi perfecto de las jugadas de pelota quieta. Con Antoine Griezmann como una de las grandes figuras, junto a Paul Pogba y Kylian Mbappe -el ganador del premio al jugador joven de la Copa del Mundo- los franceses lograron su segundo título en la historia de los Mundiales. El primero lo habían logrado en 1998; además, hay que sumar que en 2006 también definieron el Mundial pero perdieron la final con Italia. Croacia fue un gran equipo, peleó hasta el final y tuvo como premio consuelo -más allá de ser subcampeón, que vale y mucho- tener al mejor jugador del Mundial: Luka Modric.
El 4-2 se cimentó por los goles de Mario Mandžukić -en contra- , Griezmann, de penal, Pogba y Mbappe; Croacia llegó a empatar el partido 1-1 por el gol de Ivan Perišić, y luego, con el 1-4 en contra, Mandžukić aprovechó un error del golero Lloris y puso la segunda anotación. Didier Deschamps, el entrenador francés, se mete en la historia del fútbol mundial, ya que logró este título como director técnico y se suma Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, que como Deschamps consiguieron ser campeones como jugadores y entrenadores, de Brasil y Alemania, respectivamente.