Hoy a las 15.00, en el estadio Olímpico Luzhniki de Moscú, se jugará la segunda semifinal del Mundial de Rusia 2018 entre Inglaterra y Croacia. El ganador de este partido se meterá en la final del domingo, que se jugará también en Moscú, a las 12.00. Un día antes, el sábado a las 11.00, se disputará el partido por el tercer y cuarto puesto, en San Petersburgo.
La selección francesa, que ya le ganó a Bélgica 1-0, espera por su rival en la final. Pero a centrarse en el partido de hoy, que estará buenísimo. Inglaterra llega luego de una victoria ante Suecia que, si bien fue trabajada, podría decirse que se concretó con comodidad: 2-0. Los ingleses, con un cuadro muy joven, con recambio y algunos futbolistas experientes, tienen la dirección técnica de Gareth Southgate y un plantel con todos los futbolistas jugando en su liga. Vuelve a disputar esta fase de un Mundial después de 28 años; la última vez data de Italia 1990.
Croacia, en cambio, tuvo que esperar menos para llegar a esta instancia, ya que en la Copa del Mundo de Francia 1998 consiguió el histórico tercer puesto de la mano de su goleador y ganador de la Bota de Oro de esa edición mundialista, Davor Suker. Los balcánicos llegan después de superar dos partidos durísimos, tanto en octavos como en cuartos de final, en los que llegaron al alargue y a los penales, con Dinamarca y el local Rusia. Los croatas, volanteados por Luka Modric e Ivan Rakitic; con el peso ofensivo de Mario Mandzukic, Ante Rebic, Ivan Perisic y Andrej Kramaric; y con la defensa de su golero, Danijel Subasic, y los defensas Domagoj Vida y Sime Vrsaljko –que está en duda por un esguince de rodilla–, conforman un equipo parejo entre sus líneas. Es un muy buen cuadro, que tendrá enfrente a otro buen equipo –en palabras del entrenador Southgate, el proceso que está llevando adelante Inglaterra con visión a futuro terminaría de concretarse con un campeonato en el Mundial de Catar 2022–.
Los ingleses son los campeones en las categorías sub 17 y sub 20 y van por la copa más grande, la de mayores. Inesperado, tal vez, pero no le van a escapar a esta posibilidad de repetir un título que únicamente obtuvieron en la copa que ellos organizaron, en 1966. Los ingleses cuentan con buenas figuras, pero hay que atender bien a su goleador, Harry Kane, quien marcó seis goles y es el máximo artillero de esta competición. Delantero de Tottenham Hotspur, tiene la chance de superar al ganador de la Bota de Oro de 1986, su compatriota Gary Lineker, el único inglés –hasta ahora– en marcar seis dianas en una Copa del Mundo.