La selección femenina sub 17 cayó ante Japón

En el primero de los dos partidos internacionales de preparación que jugaron las selecciones sub 17 de Uruguay y Japón, el resultado fue 1-0 favorable a las niponas, tras un solitario gol de Haruka Osawa cuando transcurrían 27 minutos del primer tiempo. Mañana ambos equipos tendrán la revancha en el campus municipal de Maldonado.

En términos generales, con la mira puesta en la sexta edición de la Copa del Mundo de la categoría que se jugará en Uruguay en noviembre, fue un buen partido para las celestes, sobre todo teniendo en cuenta que las chiquilinas redondearon un buen rendimiento ante un rival de gran nivel, uno de los mejores de la categoría. Tras verse superada en el primer tiempo, la selección celeste mostró buenas intenciones en el complemento, e incluso tuvo chances de empatar el partido.

Uruguay arrancó con un esquema de 4-4-2 clásico. Brisa da Silva en el arco; línea de cuatro con Sharon López por la derecha, Maytel Costa y Daniela Olivera al centro, más Antonella Ferradans por el lateral izquierdo; en la zona de volantes se pararon Karol Bermúdez y Sasha Larrea en el doble 5, Cecilia Gómez por la banda derecha y Valentina Morales abierta por la zurda; arriba jugaron Micaela Domínguez y Esperanza Pizarro.

Desde el arranque se notó que la intención de las niponas sería manejar el partido con la pelota como aliada, y así lo hicieron. Las cinco volantes se adueñaron del juego; se destacaron especialmente las dos creadoras de fútbol, la capitana, Sinho Matsuda, y Sara Ito.

Uruguay se paró bien: las dos líneas de cuatro bien pegadas no fueron superadas hasta avanzado el primer tiempo. Como contrapartida, estaban tan atrasadas que sus intentos ofensivos quedaron supeditados a los contragolpes; hubo un par buenos, de Gómez y Pizarro, pero fueron controlados por el fondo japonés.

De tanto dominio, y tras dos intervenciones salvadoras –una de ellas por la arquera Da Silva en la línea–, Japón llegó al 1-0: la jugada empezó por la izquierda, se fue hacia la derecha en no menos de una docena de pases, y terminó en un centro rasante para la entrada de Osawa, que tocó el balón ante el arco vacío.

Cuando empezó el segundo tiempo Uruguay se mostró distinto y directo. Tiró una presión alta para no dejar jugar tan cómodamente a su rival, y lo logró. El circuito nipón ya no fue tan bueno, aunque las asiáticas mostraron otra virtud: el manejo de los espacios, algo no tan habitual para la categoría, sea en mujeres o en varones. En algunas ocasiones, la habilidad de las japonesas para encontrar el lugar donde poner la mejor pelota posible fue excelente.

Los mejores minutos de Uruguay llegaron sobre el cierre del encuentro. Los cambios ayudaron y dieron aire, sobre todo en la mitad de la cancha. Las ingresadas Sofía Ramondegui, Deyna Morales, Ángela Gómez y Belén Aquino le dieron mayor consistencia al juego celeste, en parte porque se le quitó la pelota a Japón. Aquino, precisamente, generó tres chances claras de gol: en una no pudo patear bien, la otra se la quitaron cuando tenía el arco en mente, mientras que en la última –un despeje de la arquera Shu Ohba que rebotó en una compañera y se iba hacia adentro– la lateral izquierda le ganó en el cierre.