En el cierre de la novena fecha del Clausura se enfrentaron Defensor Sporting y Racing en el estadio Luis Franzini, y terminaron 2-1 arriba los locales. Los goles de la tardecita lluviosa fueron de Ányelo Rodríguez para la escuelita, un minuto antes de que terminara el primer tiempo, y de los centrodelanteros violetas Álvaro Navarro, a los 59, y el argentino Germán Rivero, a los 88.

Cosas de goleadores y de pelotas aéreas. Los dos nueve tienen calidad certificada en el juego por arriba; para muestra baste lo de ayer. La primera buena de Navarro fue su habilidad para perder la marca. Lo hizo, el centro vino desde el córner derecho del ataque violeta, acolchonó con el pecho haciendo picar la pelota y le dio de volea prácticamente al borde del área chica.

La del argentino fue distinta. Rivero también tiró de oficio para definir, pero fue lo menos ortodoxo que se puede esperar de un cabezazo. El envío aéreo también vino por la derecha: Rivero saltó con la marca e impactó la bocha casi con la nuca, aunque –es bueno decirlo– haciendo el gesto que todo cabezazo debería tener: rebencazo de cuello para darle fuerte.

Cuando la viola hizo el segundo quedaban apenas dos minutos de partido más los descuentos. Fue un rato en el que Racing, salvo por algún pelotazo largo, no llegó a las inmediaciones del arco de Guillermo Reyes. Sí lo había hecho antes, sobre todo en el primer tiempo, período en el que tuvo varias jugadas peligrosas, en la última de las cuales logró anotar y quedar arriba en el marcador.

Como todo en los torneos Clausura, las tablas cobran significado. Los de Eduardo Acevedo quedaron terceros en la Anual. Falta pila, pero no está mal. Racing seguirá con el rosario en la boca hasta fin de año, remando cada punto para intentar salvarse.