Sudáfrica venció 32-12 a Inglaterra en la final de la Copa del Mundo de Japón y, ante la vista de un estadio de Yokohama repleto, levantó la copa más importante del rugby después de 12 años. Los Springboks alcanzaron su tercer título en tres finales jugadas. Antes habían ganado en 1995 y en 2007, año en el cual, curiosamente, también se la ganaron a Inglaterra. Con la tercera consagración los australianos igualaron a los All Blacks como los más ganadores de la historia de los mundiales. La copa la levantó su capitán, Siya Kolisi, quien luego declaró: “Nos acordamos de la gente que la pasa mal en Sudáfrica. Jugamos por todo un país, por los que no tienen un hogar”.
Premio consuelo
En la madrugada del viernes, Nueva Zelanda y Gales jugaron por el tercer lugar en el Mundial de rugby de Japón. El triunfo fue de los All Blacks por 40-17. Los tries de los oceánicos fueron anotados por Ben Smith en dos oportunidades y por Joe Moody, Beauden Barrett, Ryan Crotty y Richie Mo’unga, uno cada uno. Los puntos de los galeses fueron de Hallam Amos y Josh Adams.
Del partido se pueden decir dos cosas: que Nueva Zelanda fue muy superior a Gales y ganó de principio a fin, y que parece ser el cambio de una época basado en nombres: Steve Hansen y Warren Gatland, entrenadores de Nueva Zelanda y Gales, respectivamente, ya no continuarán al frente de sus selecciones nacionales. Además, adentro de la cancha Kieran Read, capitán de los All Blacks, más sus históricos compañeros Ben Smith y Sonny Bill Williams, dejarán de jugar en la selección neozelandesa.
Es la tercera vez que Nueva Zelanda se queda con el bronce. Las anteriores fueron en los mundiales de 1991 y 2003. Gales culminó cuarto, como en la Copa del Mundo de 2011, un escalón abajo de su máximo histórico: el tercer lugar en 1987.