Un lindo gol de Raúl de Tomás encendió las alarmas en Barcelona. Los culés arrancaban perdiendo en casa y sabían qué, un rato antes, el Atlético Madrid había ganado y se acercaba. Pero 14 minutos después del gol del Rayo Vallecano (donde jugó en la zaga Emiliano Velázquez), a los 38, Gerard Piqué igualó el partido.
Así se fueron al descanso, aunque la superioridad del Barcelona era latente. Entonces sí, la justicia por lo visto en cancha: Lionel Messi mandó al fondo del arco un penal a los 51 y, casi en el cierre, a los 82, Luis Suárez definió de derecha una jugada de play station en donde él e Iván Rakitic tocaron hasta prácticamente meterse en el arco. 3-1 para el Barça, puntero de La Liga 63 puntos, siete más que el Atlético de Diego Godín y José María Giménez.