En el estadio Wanda Metropolitano de Madrid se jugó la final de la Champions League, el torneo de clubes por excelencia en Europa, y el campeón fue Liverpool. Fue victoria 2-0 de los reds que dirige el alemán Jürgen Klopp, quienes ganaron su sexta Champions. El primer tanto del partido lo hizo el egipcio Mohamed Salah, de penal, y lo liquidó el belga Divock Origi.

El título se suma a las conquistas de 1976-1977 Liverpool 3-1 Borussia Mönchengladbach; 1977-1978 Liverpool 1-0 Brujas; 1980-1981 Liverpool 1-0 Real Madrid; más 1983-1984 Roma 1-1 Liverpool y 2004-2005 AC Milan 3-3 Liverpool, en ambos casos por penales.

En cancha

El primer tiempo empezó inmejorable para el Liverpool. Movieron, la pelota fue hacia la izquierda, la tomó el senegalés Sadio Mané, quien quiso tirar un centro y la pelota pegó en la mano del francés Moussa Sissoko. Penal a los 25 segundos de juego. Salah aseguró el gol con zurdazo potente.

Con la ventaja a favor los de Klopp jugaron con inteligencia. Discreto, sin el vértigo de otras ocasiones, pero bajo control. Se encargó de minimizar al Tottenham y lo logró. Salvo por alguna diagonal que tiró el surcoreano Son Heung-min, nunca generaron peligro.

En el segundo tiempo el Tottenham se fue arriba. Con más ímpetu que juego, pero se fue en busca del empate. Lo tuvo en varias oportunidades. El gran responsable de que el partido no se haya empatado fue el brasileño Allison. A los 80 el arquero hizo dos tapadas seguidas: la primera al coreano Son, en el rebote al brasileño Lucas Moura. Cuatro minutos más tarde sacó al córner un tiro libre bien ejecutado por el danés Christian Eriksen.

Y lo que no hubo en un lado, pasó en el otro. Córner para el Liverpool, la sacan a medias, rebote va, rebote viene, le cae al belga Divock Origi y a cobrar: zurdazo cruzado y título de Champions League.