Lewis Hamiton aplastó en la pista de Silverstone a su compañero Valtteri Bottas, que había salido primero en la clasificación, y se afianzó en el liderazgo del campeonato mundial de automovilismo. El británico no sólo se impuso en el Gran Premio que lo tiene como locatario, sino que además consiguió hacer el giro más rápido en la última vuelta y con gomas gastadas. Para Bottas, que venía segundo y había calzado gomas nuevas para así conseguir el punto extra que premia el giro veloz, debe de haber sido un golpe anímico brutal ver cómo su compañero de equipo, con idéntica maquinaria pero con caucho gastado, conseguía también ese pequeño triunfo.
Para ser justos, el finés tuvo mala suerte. Tras haber obtenido la pole position el sábado, venía primero y conteniendo a Hamilton cuando una entrada del auto de seguridad arruinó su estrategia y favoreció la de su compañero. Bottas ya había cambiado gomas cuando se produjo el incidente, pero Hamilton no, y aprovechó el momento para ganar ventaja en boxes.
Otro perjudicado por la entrada del auto de seguridad fue el ferrarista Charles Leclerc, pero en este caso los afortunados fuimos millones de espectadores. El monegasco había largado tercero y venía en un duelo cerrado con el Red Bull de Max Verstappen –no cabe duda de que su rivalidad va a ser histórica– cuando una tardía decisión del equipo lo relegó al sexto puesto. Allí empezó otro duelo, esta vez contra el segundo Red Bull, el de Pierre Gasly, y ese combate también nos regaló varias de las mejores movidas de este año. Leclerc sobrepasó a Gasly, y al final se encontró con un regalo inesperado cuando su compañero, Sebastian Vettel, chocó contra Verstappen, que acababa de superarlo.
Hay que decir que la situación de Vettel preocupa a la parcialidad ferrarista, ya que acumula errores en momentos clave, además de buenas dosis de mala fortuna. Algo intuye el tetracampeón alemán, y esta vez, en lugar de quejarse, fue derecho a pedir disculpas.
Ganó Hamilton, entonces, que pasó a liderar el campeonato con 223 puntos. Detrás llegó Bottas, que acumula 183 en la tabla. Tercero fue Leclerc, luego arribó Gasly, y detrás de él Verstappen, luego Carlos Sainz y Daniel Ricciardo (grandes animadores del pelotón), Kimi Räikkönen (otro que dio buenos momentos), Daniil Kvyat y Nico Hülkenberg.
Además del gran momento de Hamilton, esta carrera mostró que hay un renacimiento de la competencia mano a mano entre pilotos. Al ver las maniobras entre Verstappen y Leclerc, el relator de Sky Italia, Carlo Vanzini, exclamó “¡Chau, Arnoux-Villeneuve!”, en referencia al más emocionante duelo en pista de la historia, ocurrido en Dijon en 1979. Tal vez estuviera un poco emocionado de más, pero no descartemos el potencial de este dúo para volver a conquistar tribunas.