Hasta el tan aclamado por los futboleros y las futboleras año 1990 (el último grito de la moda), ningún futbolista en la historia se había declarado públicamente homosexual. El pionero fue Justin Fashanu, inglés de raíces nigerianas, autor de grandes goles con pequeñas casacas, sobre todo con la del Norwich, antes de su famoso pase por un millón de libras a Notingham Forest. Tuvieron que pasar varios años, hasta 2008, para que el puntero francés Olivier La Flecha Rouyer, ya retirado, sacudiera nuevamente el tablero hipócrita del juguete redondo.
Más acá en el tiempo, el arquero alemán Manuel Neuer incitó a sus colegas futbolistas homosexuales a declararlo abiertamente y así abrir la cancha de una vez por todas para salir jugando. Lo mismo hicieron Olivier Giroud, Antoine Griezmann y Mario Gómez. Este último expresó: “La homosexualidad ya no es ningún tema tabú. Tenemos un vicecanciller gay, el alcalde de Berlín es también gay, los futbolistas profesionales deberían también hacer públicas sus preferencias”.
De este lado del globo, el ex futbolista y roquero (es cantante de la banda Barrio Viejo) Daniel Osvaldo opinó que “el fútbol es machista y no está preparado para admitirlo. Los jugadores gays serían destruidos por el medio”. En cambio, Álex Rodríguez, futbolista brasileño, declaró a su vez algo así como: “Si estuviera de acuerdo con eso, Dios no habría creado a Adán y a Eva, habría creado a Adán y a Yves, por ejemplo”. Por otro lado, el defensor de Talleres de Córdoba, Juan Cruz Komar, salió de la oscuridad del fondo con carpeta y puso sobre la mesa aquello que baja desde las tribunas hasta el vestuario o viceversa: “Hay un desprecio, un uso muy despectivo del lenguaje en contra de la homosexualidad. La clave está en modificar esa lógica de pensamiento tanto con los cánticos en la tribuna como en un plantel, porque eso hace que se naturalice el desprecio y la visión negativa de cuestiones que son normales”.
Corre un viento llano en la cancha de la historia. Esto sería como en aquellos partidos de exhibición: los amigos de Justin Fashanu versus el resto del mundo. Son once pioneros, pero habrá cientos, miles de historias en el silencio de un vestuario. Once que más que casacas vistieron banderas.
1 Arnold Smit
El neerlandés Arnold Smit, formado en las academias de Ajax, debutó en primera división a los 19 años con Volendam FC, el equipo naranja de un pueblo cercano a Ámsterdam cuyo estadio se ubica sobre tierras ganadas al mar a principio del siglo pasado. Cuando se enteró por la radio del suicidio de Justin Fashanu –que hasta ese momento era el único futbolista declarado abiertamente homosexual–, su vida tuvo un quiebre. Arnold había ocultado su orientación sexual incluso a su propia familia durante años, pero la muerte de Fashanu, hundido en la depresión por la discriminación, lo volvió un ejemplo a seguir.
Cuando el arquero encaró a uno de los directivos del club para preguntarle “¿Qué pasaría si un jugador del equipo fuese homosexual?”, recibió la siguiente respuesta: “Tendría que, o bien ocultarlo, o bien dejar el fútbol”.
Tiempo después, cuando terminó el contrato con Volendam, decidió abandonar el mundo del fútbol, les contó a sus padres su orientación sexual y se puso a laburar en una oficina. Recién años después, motivado por comentarios homófobos en la televisión, concurrió a un programa a relatar su historia.
Smit trabaja ahora como asesor en la Fundación John Blankenstein, que impulsa la aceptación de los futbolistas gays y las futbolistas lesbianas: “Ser gay es todavía una zona de riesgo en muchos clubes, y eso es lo que tenemos que cambiar. La historia de Justin Fashanu fue negativa: necesitamos historias positivas de personas que estén dispuestas a cambiar las cosas”.
2 Liam Davis
Liam Davis es un futbolista del ascenso inglés que develó a su familia su orientación sexual cuando era un niño de apenas diez años. Sin embargo, el mundo del fútbol lo miraría con dos caras: la del apoyo y la aceptación de compañeros y dirigentes, y la de la discriminación por parte de rivales en la efervescencia efímera de un córner. Liam Davis fue la imagen de la campaña #equalgame organizada por la UEFA con mensajes de igualdad, de diversidad, de inclusión: “Nunca pienses en presentarte en un club como un futbolista gay. Eres sólo un jugador. Eres sólo un compañero de equipo. Si el entrenador te quiere allí, estarás allí. Lo que haces fuera del terreno de juego es tu vida. Tu vida es tu vida y el fútbol es sólo parte de ella”, dijo.
3 Antón Hysén
Glenn Hysén fue un futbolista sueco, posteriormente entrenador de Utsiktens BK, de su Suecia natal, donde jugó uno de sus tres hijos futbolistas, Antón: “Habrá siempre gritos. Pero yo ya le he dicho a Antón: pasa de ellos”.
Glenn, ex jugador entre otros del Liverpool inglés, se apareció por sorpresa en el desfile del orgullo gay en Estocolmo para dar un discurso una vez que se enteró de la orientación sexual de su hijo. Antón Hysén se ha desempeñado como lateral izquierdo, aunque en el fútbol las posiciones son relativas: “No es aceptable ser un jugador homosexual ¿Por qué no? Podemos correr, podemos jugar, podemos anotar. ¿Cuál es el problema?”.
De familia futbolera, el jugador declaró abiertamente su orientación sexual y sintió el apoyo de compañeros cercanos a él y a sus hermanos. Lo nombraban “el primer futbolista eslavo declarado abiertamente homosexual”, pero en otras declaraciones, Antón manifestó: “No soy un modelo para nadie. Sólo soy gay. No es gran cosa”.
4 Yoann Lemaire
Fue un futbolista amateur de origen francés que a la edad de 22 años declaró públicamente su orientación sexual. No sólo fue victima de comportamientos e insultos homófobicos por parte de sus propios compañeros de vestuario, sino que además fue privado de la licencia federativa que le permitía defender los colores de su club. Todo lo contó en su libro titulado Je suis le seul joueur de foot homo... enfin j’étais (“Soy el único futbolista gay... o lo era”). Fue apoyado por la Federación Francesa de Fútbol, por el Ministerio de Deportes y por la Liga de Fútbol Profesional, pero cuando volvió a su club se encontró “con el mismo entrenador, los mismos dirigentes, y eso no ha cambiado. Siguen sin querer hablar, les fastidia”. A pesar de tanto, Yoann Lemaire continúa su lucha contra la homofobia y dice: “Es la ignorancia lo que genera intolerancia”.
5 Thomas Hitzlsperger
El alemán Thomas Hitzlsperger debutó en primera división con la camiseta del Aston Villa inglés, luego de hacer algunos años de inferiores en el poderoso Bayern. Regresó a su Alemania natal para jugar en Stuttgart, donde ganó la Bundesliga portando la cinta de capitán en el brazo cordial. Fue transferido a la Lazio de Italia, y a la vuelta sudó la de Wolfsburgo. Volvió a emigrar a Inglaterra para jugar en Everton. Con la histórica camiseta de la selección alemana jugó más de 50 partidos, integró planteles en la Copa Confederaciones de 2005, en el Mundial de 2006 y en la Eurocopa de 2008.
En 2014 se convirtió en el primer futbolista alemán que declaró abiertamente ser homosexual: “Hablo de mi homosexualidad porque quiero impulsar la discusión sobre la homosexualidad en el deporte profesional”, dijo. El técnico de la selección alemana Joachim Löw declaró: “Thomas ha decidido personalmente dar este paso y, en una sociedad tolerante, debe ser respetado por todos. A mí como entrenador sólo me incumbe el comportamiento social y el rendimiento deportivo de un jugador, y a Thomas siempre lo he visto como un profesional ambicioso y confiable. Espero que su declaración lleve a que todos podamos tratar este tema de otra manera”.
6 Robbie Rogers
El estadounidense Robbie Rogers supo pararse en el mediocampo de Columbus Crew hasta conseguir la Copa MLS. También supo pararse con la camiseta de la selección gringa para disputar los Juegos Olímpicos disputados en Pekín en 2008, pero además, supo pararse frente a él mismo y frente al mundo, sobre todo frente al mundo del fútbol. Declaró ser homosexual a la vez que comunicó su retiro del fútbol profesional, a la temprana edad de 25 años, en 2013. En su blog personal dijo: “Sólo saqué lo que tenía dentro de mí. Durante 25 años he tenido miedo de mostrar quién era realmente, temor de que el juicio y el rechazo frenaran mis sueños y aspiraciones. El miedo de que mis seres queridos se alejaran de mí si supieran el secreto. El temor de que mi secreto podría atravesarse en el camino de mis sueños”.
Tras innumerables manifestaciones de apoyo, volvió al deporte rey con la camiseta de LA Galaxy hasta su retiro definitivo en 2017: “El fútbol fue mi escape, mi propósito, mi identidad, me dio más alegrías de lo que podía haber imaginado”.
7 Andy Brennan
“Me han hecho falta años para sentirme cómodo para decir esto: soy gay. Me daba miedo que afectase a mis relaciones, mis compañeros de equipo, mi familia. Pero el apoyo de las personas de mi entorno ha sido enorme y me ha ayudado a dar el paso final y abrirme totalmente. Abrirme es la forma de sentirme cómodo y poder ser quien soy”. Así comunicó el media punta australiano Andy Brennan en redes sociales su orientación sexual. El futbolista, que actualmente milita en el ascenso del fútbol de su país, dice sentirse “so much better” desde que salió del armario, con su declaración en mayo del año que corre.
8 David Testo
El blondo futbolista estadounidense David Testo ha sabido desempeñarse tanto en el mediocampo como en la delantera. Llegó a Vancouver Whitecaps de Canadá, proveniente del Columbus Crew de su país natal, a donde llegó luego de haber hecho su debut en primera división con la camiseta roja de los Richmond Kickers de Virginia. En el Vancouver quizás haya desarrollado su mejor juego. Alcanzó la mención de “Novato del año” y fue transferido a Montreal Impact, no sin antes ganar su primer campeonato de la USL. Casualmente fue contra Vancouver –en la primera final entre dos equipos canadienses de la United Soccer League– que Testo consiguió el título con Montreal Impacts.
“Soy homosexual, soy gay. No lo elegí. Es sólo una parte de quien soy”, dijo en un programa de radio. Y agregó: “realmente lamento no haberlo dicho públicamente antes. Luché con esto toda mi vida, toda mi carrera. Vivir la vida de un atleta profesional y ser gay es increíblemente difícil. Es como llevar un secreto en tus maletas sin ser tú mismo”.
9 Justin Fashanu
Justin Fashanu, inglés de origen nigeriano, fue denominado “el primer jugador negro de un millón de libras”. Instalado en Norwich a fuerza de goles impresionantes, incluso siendo ganador del “Goal of the season” de la BBC, fue transferido por la mencionada suma a Nothingam Forest en 1981. El entrenador del equipo Brian Clough llegó a prohibirle entrenar con el equipo por los rumores que circulaban sobre su sexualidad. Hay un diálogo conocido que el propio Clough relata en su biografía: “¿A dónde vas si quieres una rebanada de pan?, le pregunté”. “Al panadero, supongo”, respondió Fashanu. “¿A dónde vas si quieres una pata de cordero?”, “Al carnicero”, dijo. “Entonces, ¿por qué sigues yendo a ese maldito club de maricones?”.
En 1982 fue prestado a Southhampton, luego fue vendido a Notts County y luego a Brighton. En Estados Unidos se recuperó de una lesión que podría haberlo alejado para siempre del fútbol, jugó para Los Angeles Heat y para Edmonton Brickmen. A su vuelta vistió la de Manchester City y la de West Ham. En 1990 se declaró homosexual en la revista The Sun. Fue el pionero. La revista publicó: “Estrella futbolística de un millón de libras: SOY GAY”. Luego del remolino mundial de su declaración, el argentino Osvaldo Ardiles le negó un contrato con Newcastle. Torquay United le dio la chance. Después osciló entre el ascenso australiano, el escocés y el neozelandés. Volvió a Estados Unidos, donde finalmente se retiró.
El 25 de marzo de 1998 fue acusado por agresión sexual, pero no fue detenido, aunque la prensa amarilla difundió lo contrario. El 3 de mayo del mismo año fue encontrado ahorcado en un garaje en Londres junto a una nota que decía: “Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz”. El 9 de setiembre, mediante una investigación, quedó demostrado que no había existido orden de detención de Policía y que el caso había sido abandonado por falta de pruebas.
10 Wilson Oliver
Wilson Oliver es un ex futbolista uruguayo que comenzó siendo fondista en un club deportivo del interior. Su entrenador lo convenció de que aprovechara esa capacidad con un balón en los pies. Cuando llegó a Montevideo a estudiar empezó a jugar en las inferiores de Nacional. A los dos años debutó en primera división. El rumor sobre su homosexualidad terminó por desvincularlo del club, recalando en El Tanque Sisley. Emigró a Portuguesa de Venezuela, jugó en el fútbol guatemalteco y en el salvadoreño, antes de volver a Uruguay, al popular Villa Española.
“Cuanto más lejos pudiera jugar, mejor. Me fui al Portuguesa de Venezuela. Yo quería hacer mi vida, pasar desapercibido, juntar plata para abandonar el fútbol y estudiar una carrera. Después también jugué en Guatemala, pero en Centroamérica el ambiente era súper machista, así que estábamos en la misma. Allá estaba con mi pareja, que me hizo tomar consciencia de lo que pasaba, de que mi vida no podía ser así. Además, me di cuenta de que si me iba a China, también me iban a romper las pelotas con la homosexualidad. Fútbol y homosexualidad no se puede. Así que me dije ‘basta de fútbol’. Estuve dos años afuera y volví a Villa Española, y después terminé jugando en el interior sin llamar la atención. Me retiré joven, a los 26 o 27 años, y no quise saber nada más. El entorno te destruye, te hace sentir una porquería”.
11 Olivier Rouyer
Olivier Rouyer fue compañero de Michel Platini en el Nancy de 1973 y 1974. Ganó la Copa de Francia con el equipo rojiblanco y fue capitán. Por sus implacables desbordes, los hinchas lo apodaron La Flecha. Tras una fractura de tibia que marcó un antes y un después, como en casi cualquier carrera, vistió los colores del Racing de Estrasburgo. Se retiró en Olympique de Lyon en 1986. Jugó 17 partidos con le bleu, incluidos los que disputó por la Copa del Mundo de Argentina 1978. Volvió en el puesto de entrenador a su equipo, Nancy, al que dirigió por tres temporadas. Después se dedicó a ser comentarista deportivo. “Sí, soy gay”, dijo al periódico L’Equipe el 16 de febrero de 2008, y prosiguió: “Al principio me escondí, una novia sirvió como coartada, pero cuando llegué a Estrasburgo me enamoré y me cansé de mentir”.