El clásico entre Peñarol y Nacional del 13 de diciembre, por la séptima fecha del Torneo Intermedio y en el que Peñarol ganó 3-2, finalizó con disturbios entre algunos jugadores y funcionarios de ambos planteles, tanto en la cancha como posteriormente en los pasillos del Campeón del Siglo.
Ante el inminente regreso del fútbol, la Comisión Disciplinaria de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) dio a conocer las penas. De los seis jugadores que fueron expulsados por el árbitro Pablo Giménez(Fabricio Formiliano, Robert Herrera y Jonathan Urretaviscaya del lado aurinegro, y Sergio Rochet, Santiago Cartagena y Pablo García en los tricolores), el más perjudicado fue Urretavizcaya, quien fue penado con dos partidos -de los que sólo le quedaría uno, por su ausencia en el último partido del Intermedio frente a Danubio-.
Rochet y el mediocampista García deberán estar un partido sin jugar cada uno, así que no participarán en la final del Intermedio frente a Wanderers, que estaba prevista para el 18 de diciembre y se aplazó por un caso de coronavirus de un funcionario de la seguridad tricolor.
A Cartagena y Formiliano se les comprobó que no participaron del incidente pero, aunque no les quede el antecedente, acarrearon la pena automática de un partido. Cartagena no jugará ante Wanderers y en el caso de Formiliano el defensor ya cumplió la pena porque no participó en el encuentro con Danubio.
A su vez, en los tricolores el vicepresidente Alejandro Balbi y el mánager Iván Alonso recibieron un pase al Tribunal de Ética, mientras que a Peñarol se lo amonestó por “responsabilidad objetiva de los clubes” debido a que durante el partido había un grupo de parciales locales en la tribuna emitiendo cánticos e insultos.
Además, durante el partido el tricolor Gabriel Neves recibió tarjeta roja por un “puntapié intencional” sobre Facundo Torres, concretando su primera expulsión dentro del fútbol profesional.