Óscar Washington Tabárez, entrenador principal de las selecciones nacionales en las últimas 16 temporadas –desde el 8 de marzo de 2006–, seguirá dirigiendo a la celeste en la clasificatoria a la fase final del Mundial Catar 2022. El entrenador que ha colocado a Uruguay en los últimos tres mundiales de forma consecutiva fue puesto en cuestión a pesar de tener contrato vigente, de estar en zona de clasificación indirecta y, lo más llamativo, de haber superado en estos últimos 15 años situaciones tanto o más complicadas que la que se conformó tras caer derrotado por goleada en Argentina y en Brasil.
La determinación del Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el mismo que extendió su contrato en 2019 hasta 2022, de no innovar esta vez no fue comunicada institucionalmente, tal vez porque no correspondía, tal vez porque era mejor no seguir haciendo caudal de una situación que, como dijo el entrenador de Peñarol, Mauricio Larriera, fue como un “maremoto que se venía en redes e industrias que estaban operando”.
Filtraciones y goteras
Casi impensado el viernes en la proyección de lo que serían estas páginas era pensar que una de ellas habría de ser sobre la continuidad del maestro Óscar Washington Tabárez al frente de las selecciones nacionales de fútbol.
Pero así es. Esto es consecuencia de una serie de informaciones brindadas el sábado por periodistas deportivos y medios de comunicación, que fueron armando, de acuerdo a filtraciones de dirigentes de la AUF, un escenario cuyo dramatismo fue in crescendo en el que parecía inminente una inesperada, ingrata y fuera de lugar –por el contrato que une a Tabárez a la selección hasta la finalización de su participación en cualquier fase del Mundial de Catar 2022– determinación de echar al técnico con más partidos dirigidos a una misma selección en todo el mundo.
La gravedad del tema tomó estado institucional cuando se anunció una reunión entre el Ejecutivo de la AUF y el técnico. En la tarde del sábado, luego de las 18.00, el cuerpo técnico de la selección uruguaya de fútbol, encabezado por Óscar Washington Tabárez, se presentó en el Complejo Celeste para reunirse con los miembros del Ejecutivo de la AUF. El motivo de la citación no se explicitó oficialmente, pero seguro respondía al goteo noticioso que aseguraba que la continuidad de Tabárez estaba en duda y que su salida era inminente.
Un par de horas después de su llegada, Tabárez y sus compañeros se retiraron del complejo sin brindar declaraciones. Permanecieron reunidos los integrantes del Comité Ejecutivo de la AUF; al retirarse, Ignacio Alonso brindó declaraciones a la prensa.
“Tuvimos una reunión muy correcta sobre la cual vamos a tomar elementos con nuestros compañeros y ahí vamos a tomar una decisión sobre cómo seguimos”, aseguró, y dijo que en la reunión se intercambiaron opiniones, “dando nuestro parecer y ellos el suyo”, y que la decisión sobre la continuidad de Tabárez se tomaría este domingo.
“La reunión fue positiva, en la medida en que hablamos cosas importantes, cada uno. Fue suficientemente larga, se expresaron los pareceres, las circunstancias y los elementos que pueden ser de observación y explicación de cada parte”, explicó el presidente de la AUF.
A punto
En lo que va de este siglo, Uruguay jugó cinco clasificatorias mundialistas. En cuatro de ellas se llegó a la fase final del Mundial y en las tres últimas, las dirigidas por Tabárez, el equipo celeste llegó a Sudáfrica 2010, Brasil 2014 y Rusia 2018 recién en el último partido.
Vale recordar que a esta clasificatoria para Catar 2022 a Uruguay le restan aún seis partidos por disputar, y que se encuentra en la zona de clasificación indirecta, el repechaje, que fue la forma en que se clasificó a los mundiales de 2010 y de 2014.
Son 18 los puntos que le quedan por disputar a Uruguay, que está, por diferencia de goles, en la quinta colocación, pero tiene los mismos 16 puntos que el cuarto, que es Colombia, y apenas uno menos que el tercero, que es Ecuador.
En noviembre se jugarán los dos últimos partidos de este año, en los que se enfrentará a Argentina de local y a Bolivia de visitante.