El Instituto Interamericano del niño, la niña y el adolescente (IIN) de la OEA (organismo especializado en la niñez y adolescencia y encargado del desarrollo de políticas públicas que promocionen y protejan los derechos de niños, niñas y adolescentes) lanzó una campaña para la prevención y actuación en casos de explotación y abuso sexual durante las finales de la Conmebol en Uruguay.
La difusión se está haciendo a través de redes sociales bajo el hashtag #JugáLimpio.
Así se titula la iniciativa, que tiene como objetivo visibilizar el hecho de que la reactivación de la actividad turística y económica pone a niñas, niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad, por el aumento de las situaciones de abuso y la explotación sexual.
En este sentido, hace pocos días las autoridades del Ministerio de Turismo, Unicef e INAU presentaron, previo a la celebración de la primera final (Copa Sudamericana), un protocolo de actuación para implementar en puntos de ingreso al país y centros turísticos.
Estos eventos generan una alerta en las organizaciones que protegen los derechos de los niños y “recuerda las obligaciones que, como Estado, familia y comunidad, garantes de los derechos de niñas, niños y adolescentes, tenemos al respecto. Debemos asumir una actitud proactiva que evite toda forma de vulneración de derechos y, particularmente, la explotación sexual”, expresó Alejandra Di Pierro, coordinadora del área de explotación sexual.
Desde el Instituto pusieron a disposición el detalle de una serie de particularidades que es necesario tener presentes para su enfrentamiento, teniendo en cuenta que la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes es un delito, con sanción penal.
La explotación en un contexto de viajes y turismo tiene características particulares que hay que atender. Entre ellas, el cliente explotador nacional o extranjero es siempre ajeno al lugar donde se produce el abuso. “Esto genera anonimato y con este, un debilitamiento de los controles sociales y del autocontrol para el cometimiento de determinadas conductas”, explicó Di Pierro. Además, por la transitoriedad hay una sensación de impunidad, al estar en un entorno desconocido. A su vez “suele existir una distancia cultural entre el viajero turista y la comunidad receptora”, lo que genera mitos para la comisión del delito, por ejemplo, sostener que en esa comunidad no está mal visto que se mantengan relaciones sexuales con niños y adolescentes a cambio de una remuneración, entre otros. Y por otro lado, “suele haber diferencias económicas entre el viajero turista y la comunidad receptora”; ese poder económico suele ser utilizado para la captación y para argumentar el permitir esas prácticas para que el dinero quede en la comunidad.
“Para esto hay que mostrar una comunidad alerta, que diga que la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes es un delito y que se actúa en consecuencia”, finalizó Di Pierro.
“Es fundamental asumir que el sector público y privado de los viajes y el turismo tienen responsabilidad en la temática”, y los múltiples actores que se vinculan de forma directa e indirecta a la actividad turística como ser los sistemas de transporte, los hospedajes, las agencias turísticas, los locales gastronómicos, entre otros, terminan siendo facilitadores para la comisión de estos delitos, con intención o no. Por ende, son los espacios más adecuados para la prevención.
Unidos contra el abuso
El objetivo de la campaña “Jugá limpio” es potenciar las acciones impulsadas por el Estado uruguayo para la prevención de la explotación sexual de menores de edad en el contexto de las finales de las copas Sudamericana y Libertadores, invitando a la población a estar alerta a este fenómeno y a actuar en caso de ser necesario, es decir, a formar parte de la solución.
Además de esta instancia puntual que suponen las finales de la Conmebol, el instituto trabaja constantemente en planes específicos en los distintos estados para erradicar la violencia sexual en niñas, niños y adolescentes, produciendo herramientas y dispositivos de intervención.
Sacá tarjeta roja
Sé parte de una comunidad protectora. Observá. Escuchá. No hay mejor ataque que una buena defensa. Si algo te hace sentir incómoda/o o en riesgo, o conoces a alguien que esté en esa situación, hablá con un adulto de confianza.
En Uruguay, la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes es un delito penado por ley.
Ante cualquier hecho o sospecha, llamá a los siguientes números: 100 911 - 091 507 531. Jugá limpio.