Una situación impactante e inesperada se produjo entre la última quincena de enero y los primeros días de febrero en el ámbito de la selección sub 20 femenina que se prepara para la ronda final del Campeonato Sudamericano 2020: dejaron de concurrir a los entrenamientos las jugadoras de Nacional y de Peñarol, un total de diecinueve futbolistas, doce tricolores y siete aurinegras.
El lunes 1º de febrero, Nacional accionó con dos hechos simultáneos, el envío de una nota del manager deportivo Iván Alonso haciendo saber que las jugadoras tricolores no se presentarían al llamado y el hecho concreto de la no comparecencia de las futbolistas al entrenamiento convocado para ese mismo día.
Las jugadoras que habían sido convocadas y no concurrieron fueron la golera Josefina Villanueva, las defensas Daniela Olivera, Maytel Costa y Antonella Ferradans; las volantes Cecilia Gómez y Luciana Gómez; y las delanteras Valentina Morales y Esperanza Pizarro. Y aunque fueron convocadas como jugadoras de Liverpool tampoco concurrieron Karol Bermúdez, Micaela Domínguez, Martina Terra y Juliana Viera, que habían sido incorporadas al plantel mayor tricolor las dos primeras, las duraznenses, y a la sub 19 las dos restantes.
El caso de Peñarol es similar y anterior. Para la citación del lunes 25 de enero, el club negó autorización a sus jugadoras para participar de los entrenamientos de la sub 20. También en ese caso fue en forma de resolución unilateral. La comunicación a la AUF fue algo previa a la de Nacional. Comprendía a Belén Aquino, Alexia Da Silva, Shirley Mederos y Sasha Larrea y también a Sofía Ramondegui, que llegaba a las aurinegras desde Liverpool, a Adriana Salvagno que venía del club Palmirense y a Pilar González, la mediocampista de Canelones Fénix que fue fichada en AUF por Peñarol el 18 de enero.
La argumentación de los dos clubes, conocida extraoficialmente, es similar en ambos. Afirman que al tener doble actividad en este año, la actividad en la selección interfiere con su preparación para la participación simultánea en el Campeonato Uruguayo y en la Copa Libertadores de América.
En el caso de Peñarol el argumento tiene su peso, aunque aún no se conoce cuando comenzará la actividad interna y hasta podría ser que el puntapié inicial en el torneo de nuestro país se dé luego de la Libertadores correspondiente al año 2020, en la que participarán las aurinegras, la que está programada para comenzar el 5 de marzo en Argentina.
Es más difícil de entender la posición de Nacional ya que la preparación de la Sub 20 se está realizando sin que el equipo mayor tricolor tenga actividad alguna y su participación en la Libertadores 2021 sería recién en el mes de octubre.
Lo que sí es evidente es que hubiera sido mucho más conveniente la concreción de conversaciones y acuerdos para resolver la siempre difícil convivencia entre los intereses clubistas y los del fútbol femenino en general. Había, hay, formas de satisfacer los intereses de todos, especialmente de las futbolistas. Es obligatorio encontrar esos términos en vez de proceder con acciones intempestivas. Hacía muchos años que no se daban este tipo de encontronazos que no favorecen el interés general del desarrollo del fútbol femenino.
Un dato adicional tiene que ver con Nacional: también retiró siete jugadoras del plantel de la selección sub 17 donde el entrenador Daniel Pérez está realizando un gran trabajo en espera del Campeonato Sudamericano que se jugará en nuestro país en fecha aún no determinada (ya postergado más de una vez). Lo hizo argumentando que necesitaba esas jugadoras para preparar el equipo que participará en la clasificación uruguaya para el futuro Torneo Conmebol de Desarrollo.
La nueva convocatoria de Longo
Ya sin buena parte de sus jugadoras el entrenador Ariel Longo, quien dirige en forma paralela la selección Sub 20 y la Mayor, redirigió su trabajo y para los entrenamientos de los días lunes, martes y miércoles de esta semana e hizo un mix. Citó 27 jugadoras, 14 de ellas mayores, en su mayor parte en observación. Las convocadas mayores fueron Jimena Alaniz (Fénix), Camila Álvarez (Nacional de Florida), Aida Camaño (Náutico), Camila Carrocio (Centenario de Fray Bentos), Magalí Cuadrado (Atenas), Gabriela Gómez (Defensor Sporting), Sofía Oxandabarat (Racing), Araceli Pereyra (Litoral de Paysandú aunque fue vicecampeona con Nacional de Florida en torneo de OFI 2020), Verónica Ribeiro (Juventud de Colonia), Tatiana Stelmak (Danubio), Florencia Méndez (defensa de River de San José), Stephanie Tregartten (Deportivo Amanecer de Paysandú), Anabel Ubal (Liverpool) y Camila Pérez (Danubio).
La Sub 20 quedó raleada con Mayra Castro, Nikol Laurnaga, Kelly Rigau, Lorena Yaque, Lucía Pérez y Deyna Morales (todas de Liverpool), Ligia Cabrera (golera de Nacional de Artigas), Solange Lemos y Rocío Martínez (Atenas), Fátima Lombardo (La Coruña, que es de Fray Marcos pero juega en la Liga de Tala), Tatiana Magallanes (Rampla Juniors), Jennifer Sosa (golera de New York City) y Belén Viera (Defensor Sporting).
Una conclusión es inevitable: la selección Sub 20 que brilló en marzo del 2020 en San Luis clasificando, segunda de Brasil, al cuadrangular final, en estos días no existe. Y esa situación se debe lamentar y corregir. Buscar y encontrar puntos de acuerdo es un deber para todos los dirigentes del fútbol femenino uruguayo.