La cimentación histórica de los clubes de las competencias es uno de los puntales de la construcción de las instituciones. Montevideo Wanderers –junto a Peñarol y Nacional los clubes más antiguos de Primera División– está participando por décima vez en la Copa Libertadores de América.
El bohemio fue el primer club distinto de Nacional o Peñarol en participar en la máxima contienda de clubes de América del Sur. Fue recién en la 16ª edición que apareció un tercer representante uruguayo. En aquella Libertadores de 1975 Wanderers se inició en la copa compitiendo con Peñarol, Universitario de Lima y Unión Huaral, ambos de Perú. Después de jugar cuatro partidos en Montevideo, aquellos bohemios viajaron a Lima en busca de una hazañosa clasificación que no se dio.
Último al arco
Este martes los albinegros juegan en La Paz, Bolivia, contra Bolívar y también intentarán conseguir una hazañosa clasificación. Será a las 19.15 de las pantallas en Uruguay, en el mítico Hernando Siles, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. La dificultad para los bohemios trascenderá largamente lo futbolístico: en el aspecto sanitario está afrontando un partido en condiciones especiales, con sólo 17 futbolistas en el plantel, entre los cuales hay un solo golero, por lo que un futbolista de cancha deberá estar pronto por las dudas.
Por esas cosas de la vida, Wanderers tiene entre los futbolistas que viajaron a un mediocampista que atajó en una final de campeonato Uruguayo: Guzmán Pereira estuvo en el arco de Peñarol, en diciembre de 2019, los últimos ocho minutos del partido que consagró campeón a Nacional. Tal vez por eso Guzmán viajó a Santa Cruz, desde donde este mismo martes volará junto con sus compañeros a la altura de La Paz, sin estar plenamente recuperado.
Dos de sus tres arqueros inscriptos en la lista de 31 jugadores que Wanderers elevó a la Confederación Sudamericana de Fútbol están entre los ocho contagiados de covid-19: el titular, Ignacio de Arruabarrena, que ya no pudo estar en la ida jugada en Montevideo cuando Wanderers ganó 1-0; y Enzo López, el arquero juvenil que aquella noche fue suplente de Mauro Silvera.
De Arruabarrena, López, Guillermo Wagner, Leonardo Pais, Kevin Rolón, Agustín Santurio, Gerónimo Bortagaray y Gerónimo Plada son los ocho casos de coronavirus, y obviamente no viajaron a Bolivia. Tampoco lo hizo, por su retiro, Gerardo Alcoba, otro de los 31 anotados. Pero además viajaron, aunque sin estar prontos físicamente, siguiendo su recuperación, Gastón Bueno y el argentino Hernán Rivero, además del citado Pereira.
A priori, los que en principio están para jugar sin medir esfuerzos son 17: Mauro Silveira, Darwin Torres, César Araújo, Lucas Couto, Mauro Méndez, Ignacio González, Damián Macaluso, Sergio Blanco, Diego Riolfo, Santiago Martínez, Maximiliano Pérez, Jonathan Barboza, Diego Hernández, Nicolás Quagliata, Paulo Lima, Emiliano Coitiño y Renzo López.
Wanderers, tras su triunfo del martes 9 con gol de Kevin Rolón, podría asegurar su continuidad en copas internacionales empatando o ganando. Si elimina a Bolívar y pasa a la tercera fase tendrá dos caminos: seguir en la Libertadores o, si queda eliminado, ir a la Sudamericana.
Triunfo o empate les dan la clasificación a los uruguayos. Una derrota por un gol, con anotación bohemia en La Paz, también. Si Bolívar gana 1-0 hay penales, y si gana por dos o más goles seguirá adelante.