Durante 14 años consecutivos distintas generaciones de futbolistas han hecho del Complejo Celeste su lugar de desarrollo, aprendizaje, crecimiento y sueños. Los engranajes se fueron aceitando de acuerdo a la idea del desarrollo del fútbol uruguayo, casi hasta transformarse en su refundación a nivel de selecciones. Desde aquellos niños de 14 o 15 años se ha forjado una sólida escalera, que incluso muchas veces trascendió los escalones de lo puramente futbolístico.

Hace ya 15 años, en la primera entrevista extensa que el por entonces recién nombrado técnico de las selecciones nacionales, Óscar Washington Tabárez, brindaba desde el Complejo Celeste que recién empezaba a habitar, aquel hombre de 59 años superaba con conocimiento y confianza todos los obstáculos del presente inmediato y veía en el futuro el camino y sus recompensas.

En los primeros conceptos que el Maestro desarrolló aquella mañana de marzo de 2006 para la diaria ‒que no había visto la luz ni el papel aún‒, había una clara focalización de un desarrollo a futuro, que apuntaba a la formación planificada de los jóvenes futbolistas tomada como política institucional.

“Hay que tener la humildad suficiente como para aceptar que no hemos hecho las cosas de manera programada, secuenciada, y que ha habido grandes cambios sociales en estas dos o tres últimas décadas. Las sociedades urbanas son diferentes, el ocio que tienen o el tiempo de ocio de los niños es menor cuando tienen obligaciones, y los que tienen más tiempo quizás no lo dediquen al fútbol o a los deportes, y sí a cosas que no son formativas. Antes, desde tres o cuatro décadas atrás, se podía dar naturalmente la formación de futbolistas, pero en este estado de cosas tiene que ser planificada, programada y secuenciada. Estoy convencido de eso y nosotros ahora comenzamos como un modesto aporte y tratamos de ser ambiciosos, pero no utópicos. Creo que en la medida que las cosas que proponemos se vayan afirmando, tenemos que intensificar estos aspectos de trabajar a largo plazo, tener visiones mediatas de las cosas. Yendo al tema de la política en general, hay que abandonar la chacrita y hacer verdaderas políticas de estado. Esa es la idea”, dijo aquella vez.

Hace unos meses, cuando la última entrevista presencial que hemos tenido con el entrenador uruguayo en la misma sala del Complejo Celeste donde nos recibió 15 años atrás, Tabárez, ante la incertidumbre de la pandemia que nunca pensamos que íbamos a vivir, volvió a poner el foco en los jóvenes y en la formación, advirtiendo lo irreparable de un año en blanco en la formación, práctica y desarrollo de las selecciones juveniles: “Ha sido un daño muy grande, de lo que se tuvo que dejar de hacer y ya no se recuperará, nuestra forma de trabajar y crecer ha sido con procesos de trabajo que implicaban mucho tiempo. Eso se debió dejar de hacer por la pandemia y ya no se va a recuperar, aunque parece que aún hay tiempo, pero da esa sensación de que puede pasar algo que no permita hacer las cosas planificadas como hasta ahora. Nos ha lastimado esto de la pandemia, porque hay cosas que ya no las pudimos hacer. Es una gran pérdida, y es irrecuperable, y preocupa mucho lo que ha pasado en las selecciones juveniles que no han podido trabajar en todo el 2020. No solo sucedió eso, acá, sino que a fines de diciembre se suspendieron los mundiales de sub 17 y sub 20”, comentó el Maestro.

Los nuevos nombres

A fines de febrero de este año, el Complejo Uruguay Celeste volvió a tener actividad de sus tres selecciones juveniles ‒y de las que en estos tres lustros han salido quienes hoy son los defensores de la celeste‒. Como pudo haber pasado en 2006, 2010 o 2014, seguramente nadie sepa quiénes de ellos serán baluartes celestes. Pero si se sigue con el proceso de formación y crecimiento, seguro en unos años reconoceremos fácilmente algunos de estos nombres.

Con la conducción técnica de Gustavo Ferreyra, la asistencia de Juan Pablo Péndola, Carlos Nicola como entrenador de arqueros y Diego Estavillo en la preparación física, la sub 20 se preparará para el Sudamericano. El torneo se jugará en Colombia en el segundo semestre del año. No habrá clasificación mundialista como la hubo desde 1977, porque el Mundial que se debería jugar en Indonesia no se jugará en 2021.

Los futbolistas convocados por estos días han sido: Fabrizio Correa (River Plate), Enzo López (Wanderers), Franco Aranda y Guillermo Centurión, los defensas Pedro Milans (Juventud), Emiliano Álvarez (Defensor Sporting), Mateo Ponte (Danubio), Marco Mancebo (Defensor), Matías Rocha (Defensor), Renzo Orihuela (Nacional), José Luis Ávila (Racing), Nicolás Marichal (Nacional), Gastón Bártora (Defensor) y Kevin Rolón (Wanderers), los mediocampistas Vicente Poggi (Defensor), César Araújo (Wanderers), Santiago Cartagena (Nacional), Damián Silva (Defensor), Agustín Álvarez Wallace (Peñarol), Matías Ocampo (Defensor), Esteban da Silva (Cerrito), Gustavo Machado (Rampla) y Franco Pérez (Rentistas), y los atacantes Agustín Álvarez Martínez (Peñarol), Matías Arezo (River), Máximo Alonso (Peñarol), Mathías Tomás (Boston River), Rodrigo Muniz (Deportivo Maldonado) y Thiago Borbas (River).

Al igual que la sub 20, la 17 preparada por Diego Demarco jugará su torneo continental, que será en Ecuador en la primavera de este año, buscando un título que nunca ha podido alcanzar. El Mundial, que tenía cita en Perú, ha quedado suspendido por el coronavirus.

Los chiquilines que sueñan con ponerse la celeste oficialmente son: Santiago Cantos (Bella Vista), Facundo Machado ( Nacional), Juan Pablo Múñoz (Peñarol), Alan Maturro (Defensor), Rodrigo Cabrera (Defensor), David Morosini (Juventud), Anthony Poiso (Liverpool), Ulises Márquez (Nacional), Ramiro Recoba (Nacional), Andrés Madruga (Peñarol), Germán Barrios (Defensor), Juan Manuel Jorge (Defensor), Agustín Rodríguez (Deportivo Maldonado), Anthony Aires (Liverpool), Ignacio Chocho (Nacional), Augusto Scarone (Nacional), Valentín Silva (Peñarol), Lorenzo González (River Plate), Joaquín Lavega (River Plate), Martín Suárez (Wanderers), Exequiel Morales (Atenas), Pablo Furtado (Boston River), Nicolás Siri (Danubio), Franco González (Danubio), Anderson Duarte (Defensor), Matías Abaldo (Defensor), Franco Correa (Peñarol), Disney Ramírez (Rentistas).

La selección sub 15 vuelve a ser dirigida por Alejandro Garay, y también se prepara para el próximo Sudamericano, a sabiendas de que esta categoría nunca ha tenido mundiales. Los primeros citados han sido Juan Ignacio Blanco (Defensor), Maximiliano Gómez (Liverpool), Martín Almeida (Peñarol), Bruno Macchi (Danubio), Gianfranco Rodríguez (Defensor Sporting), Thiago Rodríguez (Defensor), Gonzalo López (Defensor), Juan Pedro Echeverría (Nacional), Juan Ignacio García (Nacional), Paolo Calione (Nacional), Ignacio López (Peñarol), Felipe Cabrera (River), Ángelo Martínez (Defensor), Alexis Cuadro (Nacional), Thiago Helguera (Nacional), Mateo Peralta (Nacional), Mauro Rolando (Nacional), Mateo Ureta (Peñarol), Luciano González (Peñarol), Facundo Morales (Peñarol), Ihojan Pérez (River), Axel Montaña (Danubio), Facundo Techera (Defensor), David Stabile (Liverpool), Emiliano del Pino (Nacional), Gonzalo Petit (Nacional), Ezequiel Piriz (Nacional) y Stiven Muhlethaler (Peñarol).

Estado de situación

En esa primera semana de Tabárez en 2006, le pedimos al Maestro que nos diera su idea de cómo sería el fútbol pensándolo a futuro. “Lo imagino con la misma dependencia económica de los centros organizados más poderosos económicamente que están en Europa, pero también me lo imagino, porque confío en que lo que intentamos pueda tener éxito, no sólo en el lapso que me toque actuar a mí, sino para el que venga, con una adaptación más racional para este estado de situación. Hay que hacer algo para por lo menos compensar efectos de esa dependencia. Creo que además es lo que se hace en otros lados y les ha dado resultado”, concluyó.

Durante los últimos 15 años, el cuerpo técnico de Óscar Washington Tabárez, en la aplicación continua y progresiva del “Proyecto de institucionalización de los procesos de las selecciones nacionales y de la formación de sus futbolistas”, hizo participar a 116 futbolistas. Seguramente la inmensa mayoría de ellos lo hizo a partir de procesos de selecciones juveniles.

En sus tres últimas participaciones mundialistas consecutivas se fue solidificando dinámicamente una base de futbolistas que venían y vienen de las selecciones juveniles.

Ya el equipo que clasificó y jugó en la fase final del Mundial Rusia 2018 era de jugadores con paso y formación en juveniles, a excepción de Carlos Sánchez y Maximiliano Gómez. En Rusia se concretó algo que Tabárez imaginó y proyectó en 2006: la participación de un futbolista que hubiese pasado por todas las selecciones uruguayas desde la sub 15. Fue Gastón Silva, que además jugó todos los mundiales posibles: sub 17, sub 20 y mayores.

Los veteranos de estos días son los sub 20 de 2007: Luis Suarez, Edinson Cavani, Martín Cáceres, Damián Suárez, o del 2009, como Martín Campaña.

El elenco estable ahora lo conforman jovencitos como Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, Matías Viña y José María Giménez, entre otros. Josema ya tiene dos mundiales sobre sus espaldas, con 25 años, y tiene 60 internacionales con la celeste.

En las últimas convocatorias y reservas, estuvieron o podrían haber estado Manuel Ugarte (19 años), Brian Rodríguez (20), Facundo Torres (20), Federico Pereira (20), Darwin Núñez (21), Ronald Araújo (21), Agustín Oliveros (22), Diego Rossi (23), Nicolás de la Cruz (23), Nahitan Nández (24), Lucas Torreira (24), Gastón Pereiro (25), Mauro Arambarri (25) y Franco Pizzichillo (25).

Conectando

Hace 15 años, en su proyecto que apenas era conocido por unos pocos, Tabárez argumentaba: “Las selecciones nacionales han sido inconexas. A nivel de selección mayor no hubo continuidad de la organización ni de las estrategias, luego de llegado el tiempo de determinada meta, generalmente vinculada a la disputa de los Campeonatos Mundiales. Tampoco ha existido la coordinación y la consecuente continuidad entre la selección mayor y las de nivel juvenil, que aportan talentos a aquella. Ese tránsito natural de un talento desde las selecciones juveniles hacia la mayor no se ha enriquecido más que en algunos períodos determinados, por lo que ese proceso siempre ha sido históricamente discontinuo”.

Estamos en 2021, 15 años después de aquellos planteamientos teóricos, y hoy la práctica y su ejecución han revertido por completo aquellas situaciones negativas y perniciosas que impedían la continuidad en la formación de los valores celestes.

Esto sigue, conocerse y reconocerse, y seguramente también festejar.