En su primer partido como visitante en el Grupo E de la Copa Sudamericana, Peñarol consiguió un gran triunfo 2–0 sobre Corinthians y con su puntaje perfecto sigue líder de la serie en la que, tras seis semanas de competencia, sólo el primero seguirá adelante. Los aurinegros lideran con seis unidades, dos más que River Plate de Paraguay, que en Lima le ganó 2-1 a Huancayo.
Con un gol en cada tiempo –Giovanni González en la primera parte y David Terans en la segunda-, el equipo de Mauricio Larriera resolvió un partido complicadísimo por la valía del rival, pero además por la cantidad de ataques que los brasileños lanzaron sobre el arco de un impecable Kevin Dawson.
Primero hay que saber sufrir
¡Pin!, ¡pan!, ¡pun!, las balas picaban cerca del arco de Peñarol cuando terminaba el primer tiempo.
Y entonces, por más asociación de emociones que uno pueda tener con el Corinthians, con la enorme democracia corinthiana propiciada en los vestuarios de Pacaembú por el doctor Sócrates en plena dictadura, con la posición frente a la vida que propone el club paulista de aquel maravilloso movimiento de Sócrates, que además se veía correspondido en las evoluciones en la cancha y en las arquibancadas, es que uno entiende que cuando hay un club uruguayo en una cancha, no hay ecuanimidad posible en el tratamiento técnico-periodístico de una crónica, y quiere que termine así, lo que se corresponde además con un primer tiempo bueno, bien planteado y bien jugado.
Peñarol terminó el primer tiempo ganando 1-0 porque planteó un partido asumiendo los riesgos posibles, pero dándole seguridad a la audacia de atacar la pelota sobrenumerando en el momento oportuno y lejos de su arco, y corriendo la cancha con seguridad y bastante precisión.
A los 40 segundos Peñarol tuvo su primera gran oportunidad ejecutando una acción pensada y planeada: esperar algún pase atrás de los brasileños. Le quedó a Agustín Álvarez Martínez, pero cuando fue a determinar el penúltimo pase se cayó, y con ello la situación se enfrió.
El tono adecuado en la estructura táctica y estratégica planteada por Mauricio Larriera para sus futbolistas tuvo su mejor momento cuando, a los 12 minutos, en aquel equipo corto y con muy buena pendulación, David Terans recibió en la mitad de la cancha y desde allí hacia delante trasladó a manera de contragolpe con tres opciones posibles de pase, hasta que se decidió por la que finalmente fue la mejor. Se la dio a Giovanni González, que, entrando por derecha, dejó atrás a la defensa y se la cruzó a Cassio al fondo de las redes.
Ese cuarto de hora inicial había tenido una correctísima demostración estratégica y técnica de Peñarol, que estaba bien que estuviese ganando.
Sin prisa y sin pausa, el equipo brasileño empezó a cargar con peligro sobre la última línea uruguaya, que sin embargo mantuvo su propuesta de equipo corto y rápido y estuvo muy cerca de volver a vencer a Cassio.
Llegando a la media hora de juego, el arquero uruguayo Kevin Dawson hizo tres atajadas extraordinarias, con las que pudo mantener el cero en su arco cuando Corinthians arreciaba.
Jugar bien no siempre es jugar lindo
Estaba insoportable, pero realmente difícil de soportar Corinthians al inicio del segundo tiempo. Era un ataque atrás de otro, una salvada, un cierre, un rebote.
Así hasta que, a los diez minutos, Peñarol ganó la pelota en su campo y empezó, lento y lindo, a tenerla. Lejos, muy lejos de Cassio, pero manteniéndola. Evolucionó, avanzó con el fin de mantenerla, pero ya más cerca del arco contrario, y cuando le llegó a Walter Gargano, que jugó un partidazo, el sanducero hizo una pausa de veterano pícaro, durmiéndola, pero sin dormirse, y le puso un globito a Joaquín Piquerez, que llegaba expreso por izquierda y mandó un envío en paralelo a la línea de gol que frente al arco David Terans, de tan zurdo que es y con terror a la vergüenza de su derecha, la empujó con muslos y rodilla para colocar el 2-0.
Faltaba mucho, muchísimo. Faltaban muchísimos córners, muchas atajadas de Dawson, muchos cabezazos de Gary Kagelmacher y Fabricio Formiliano, pero el equipo de Larriera mantuvo el rumbo del partido y consiguió una estupenda victoria que vivifica al equipo en la competencia internacional.
Detalles
Estadio:Arena Corinthians, San Pablo, Brasil.
Árbitros: Facundo Tello, Cristian Navarro y Pablo González (terna de Argentina)
Corinthians (0) Cassio, Fagner, Bruno Méndez, Carlos Gilberto, Fábio Santos, Guilherme Camacho (59′ Ramiro), Víctor Cantillo, Leo Natel (59′ Gustavo Silva), Luan (59′ Vitinho), Rómulo Otero (71′ Gabriel Pereira) , Jo (71′ Caué). Entrenador: Vágner Mancini.
Peñarol (2): Kevin Dawson, Juan Acosta (66′ Agustín Canobbio), Fabricio Formiliano, Gary Kagelmacher, Joaquín Piquerez, Giovanni González, Walter Gargano (86′ Damián Musto), Jesús Trindade, Facundo Torres (66′ Nicolás Schiappacase), David Terans (66′ Pablo Ceppelini) y Agustín Álvarez Martínez. Entrenador: Mauricio Larriera.
Goles: 13′ Giovanni González (P), 55′ David Terans (P)