A ver si se entiende: hasta el miércoles, cuando Washington Sebastián Abreu anunció que en el partido en que Sud América visitaría a Liverpool jugaría sus últimos minutos oficiales de su estupenda, larga y única carrera como futbolista, el partido en el que el elenco de Belvedere ganó, gustó y goleó por 5-0 valía justamente por ver al líder del Apertura en un juego más de su evolución futbolística, con la vuelta, además, de su goleador histórico, Juan Ignacio Ramírez.
Claro, si después de una envidiable carrera, habiendo jugado en 31 clubes de 12 países en América del Sur, América Central, América del Norte, Europa y Asia, habiendo sido campeón en diez oportunidades, y con una extensa carrera con la selección, mundialista en más de una oportunidad y definitivamente asociado a la gloria con la picada del penal en Sudáfrica 2010, si Abreu no es el centro de la noticia algo está mal.
El propio Loco Abreu es quien, a pesar de la derrota de su equipo por goleada, conquista el día en el que ya no hará más goles, sentenciando que el momento más trascendente de su carrera fueron sus inicios en Minas: gol.
Los goles del otro lado
En los 90 minutos anteriores al último minuto de Abreu como futbolista, la emoción y la razón apuntaron a una gran prestación futbolística de Liverpool en el que también fue el último partido en esta etapa de su director técnico, Marcelo Méndez, quien deja el club con el que consiguió el Clausura 2020 para irse a dirigir a Atlético San Luis de México.
Fue un partidazo de Liverpool, que ganó 5-0 con tres goles del desnivelante Juan Ignacio Ramírez y dos del imparable Federico Martínez, que después de su paso por Rosario Central e Independiente de Avellaneda volvió a ser un delantero determinante. Si a ello sumamos que jugaron junto a Sebastián Fernández y al exquisito estratega Hernán Figueredo, se redondea un equipo con muy buena propuesta y que como colectivo está firme en todas sus líneas. Jorge Bava, que por la lesión de Sebastián Lentinelly se adueñó de la titularidad, tuvo una actuación excelente en su arco –al que también atacaron–, Emiliano García estuvo correctísimo en la defensa y Franco Romero dio sostén también en el medio juego.
Los negriazules llegaron a su punto 12 en cinco presentaciones y por lo menos hasta la semana que viene el equipo será líder del Apertura.
Cuando el partido estaba parejo, Liverpool abrió el marcador con un gol de Federico Martínez, y aumentó la diferencia antes del descanso con el Colo Ramírez, que empezaba a tomar un tercio de una nueva pelota que se iba a llevar. La IASA no había defeccionado en su juego, y pese a ir 0-2 abajo volvió a intentar en la segunda parte, hasta que Ramírez puso el tercero. Ahí ya el destino del partido estaba marcado, y nuestros ojos se alternaban entre lo que pasaba en la cancha, donde habría dos goles más de los goleadores (Fede Martínez de tiro libre y Ramírez con su tercera anotación y la pelota después de una maravillosa habilitación de Seba Fernández), y el banco de suplentes para ver cuándo entraba Abreu.
La picó
Cuando entró el minuano, a 15 minutos del final del partido y de su carrera, ya sólo tuvimos ojos para el grandote barbudo que, 851 partidos oficiales en el profesionalismo después, no escondía a aquel niño minuano que en su pueblo pudo amasar sus sueños que año a año, camiseta a camiseta y gol a gol, se convirtieron en realidad.