Los equipos de fútbol femenino y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) tienen consejos de liga desde abril, pero todavía no han podido tratar los temas referentes al cierre del campeonato 2020 para dar inicio al de este año. Esto se debe a que los clubes pidieron información sobre gestiones económicas, y si bien la AUF la proporcionó enviando dos archivos distintos, las instituciones consideran que no fueron claros y que falta información.
Hasta el 1º de julio estuvieron en cuarto intermedio a pedido de los clubes. Tenían pactado para este miércoles un nuevo consejo de liga específico para la primera división, en el que los clubes querían tratar el tema de los derechos de imagen y conocer el negocio de AUF TV. Este jueves había otro pedido de la AUF en el que se trataría el inicio del campeonato, pero suspendió ambas instancias el miércoles de tarde –una hora y media antes de la cita– mediante un correo electrónico.
Sin poder avanzar
A esta altura del año sólo se llegó a la primera etapa de planificación. No se pudo dar inicio al campeonato porque en esa primera instancia en la que debían resolver la realización de los partidos de la sub 19 y la final de la B –que quedaron pendientes del año pasado por la pandemia– los clubes solicitaron información sobre las gestiones económicas del femenino, y lo que recibieron no los dejó satisfechos.
Desde 2020 hay inquietudes. Si bien los equipos analizan y votan los balances de la AUF –incluso han votado al tiempo que se manifestaron en contra–, lo que quieren es que se les dé un desglose que les permita saber cuánto dinero ingresó y para qué se utilizó.
La mesa del femenino de la AUF sugirió organizar una reunión entre los equipos y la contadora y gerenta general Victoria Díaz, junto a los responsables de marketing, para que ellos respondieran las dudas. Pero esa reunión no se concretó.
Las incomodidades que se habían planteado en ese primer consejo de liga tenían que ver con el plan de marketing y la gestión de AUF TV, que el año pasado y este transmitió los amistosos de la selección. “Sabemos que no tienen cámaras ni periodistas, entonces la inquietud está en conocer cómo se manejan”, explicaron representantes de los clubes a Garra.
Uno de los equipos envió el 27 de abril una moción de orden solicitando un cuarto intermedio para tratar la planificación de la temporada 2021 y de los partidos pendientes de 2020, hasta tanto no se recibiera por correo un balance económico de la actividad de la liga de fútbol femenino 2020.
La AUF envió el 26 de mayo un resumen de gastos que no era claro ni específico. Allí se señalaban ingresos por “FIFA, Conmebol, subvención AUF, ingresos de cuotas, clubes y tarjetas, subvención de AUF a OFI”, según se dijo a Garra. También se incluía la distribución de gastos y distribución de gastos según financiación.
Un mes después convocaron nuevamente a consejo de liga, sesión en la que se manifestó el desacuerdo con lo recibido, indicándose que ni siquiera se tenía el detalle de si se estaba hablando de dólares o pesos. “Lo que se pedía saber era qué dinero entró, qué se gastó y qué quedó disponible a fin de año; los saldos normales que se piden en un balance”, sostuvieron. Otra disconformidad fue que recibieron el documento 24 horas antes del siguiente consejo, con lo que era imposible analizarlo.
Como condición para levantar el cuarto intermedio pidieron que se les proporcionara información desglosada y detallada para cada rubro. Se debía incluir ingresos y egresos de la disciplina entre 2019 y 2020, partiendo y finalizando en los saldos iniciales y finales de caja, dividido por selecciones, divisional y categorías, que especificara la moneda correspondiente, y que llegara por lo menos 72 horas hábiles antes del levantamiento del cuarto intermedio.
Tres semanas después, el 25 de junio, recibieron un nuevo documento, en el que se dividió en los siguientes rubros: selecciones nacionales, torneos de clubes, cursos varios, sub 14 liga desarrollo, sub 16 liga desarrollo y otros. Esta vez el documento llegó más rápido, pero nuevamente los equipos lo consideraron insuficiente, aunque reconocieron que hubo “un pequeño avance”. En este archivo se incluyeron datos nuevos, como el Fondo Covid que otorgó la Conmebol, por concepto del cual ingresaron 500.000 dólares, y que al 1º de enero quedaban 429.000 dólares disponibles.
El año pasado se exoneraron los costos de los campeonatos, “que más o menos eran un ahorro de unos 150.000 pesos”. Otro dinero que ingresa por FIFA y Conmebol son 60.000 dólares por cada Copa de Desarrollo sub 14 y sub 16, es decir, 120.000 dólares anuales de la Conmebol para evolución de esas categorías. “Fue insuficiente porque tuvimos la noticia de lo que quedaba, pero no de en qué se iban a gastar, siendo que se puede usar entre 2020 y 2021. Quedan seis meses de este año y no sabemos si ese dinero está disponible”, manifestaron los clubes.
También especificaron que el año pasado se gastaron 300.000 dólares en selección femenina y otros datos que, según los delegados, no hacen a un balance. “Lo que necesitamos saber es qué dinero entró, en qué fecha, con qué dinero se empieza cada año, qué deuda hay, etcétera”, agregaron.
Si querés jugar, hacete cargo
La AUF está empujando a los clubes hacia la profesionalización, porque la FIFA y la Conmebol lo están alentando con ciertas exigencias. Por ejemplo, todos los equipos de primera división deben tener una categoría juvenil y, para el próximo año, se necesitará contar con dos.
El entrenador o la entrenadora y el profesor o profesora deben ser titulados, debe haber un médico o médica específico del equipo y mujeres integrando los cuerpos técnicos.
Además, la Conmebol se apresta a implementar la licencia de fútbol femenino, que impone requisitos a la hora de disputar los torneos internacionales femeninos. Para eso, los conjuntos deben presentar balances y tener los números claros, por lo que es fundamental que accedan a los datos oficiales. Las instituciones se involucran y están de acuerdo con las reglas que llegan desde los organismos internacionales, porque van de la mano con el desarrollo que ha tenido el fútbol femenino.
Pero en este sentido el presupuesto de los equipos cada vez es más alto y el ingreso es de cero peso. Se autosustentan y todavía quedan algunos casos en que las jugadoras deben organizar rifas y distintas actividades para comprarse la indumentaria y solventar costos de transporte, entre otros. Por eso el apoyo de la AUF es esencial. “Vamos hacia una profesionalización, y si en estos pasos anteriores tenemos estos problemas, imaginémonos cuando tengamos que pagar sueldos y hacer contratos”, opinaron desde los clubes.
“Hasta ahora no se habían pedido explicaciones, pero queremos ir teniendo esa información porque viene mucho dinero, pero ¿a dónde va? Es una reacción natural: si vos me pedís, yo tengo que saber en qué gastamos, qué es AUF TV y qué ganancia da, quién paga los sueldos, a dónde van los dineros de la FIFA, cómo se gastan los fondos de la Conmebol, de la Copa Desarrollo, si hay un sponsor, qué plata puso, etcétera”, comentó un delegado.
El jueves 1º hubo otra reunión en la que los clubes decidieron dar un paso más: llamaron nuevamente a cuarto intermedio hasta recibir las explicaciones solicitadas, y como no tuvieron respuestas formaron una comisión en la que van a participar contadores, abogados y referentes que van a exigirle a la AUF los desgloses de determinados rubros. “Ya que no lo dan, vamos a empezar a hacer nosotros el trabajo que no hizo la AUF. Obtener el desglose y así llegar a la información que desde hace dos o tres meses estamos pidiendo, que no es muy difícil. La indignación mayor de las instituciones es que la AUF tiene empleados, no hay colaboradores, hay contadores y gente [contratada] específicamente para, en tiempo real, saber cuál es la economía”, consideraron.
¿Quién me representa?
En mayo la asociación les pidió a los clubes que eligieran algunas jugadoras para participar en una publicidad, con una camiseta sin los sponsors de los equipos. La mayoría se negó debido a los derechos de la imagen de la camiseta y de las jugadoras. Y empezaron a preguntar de qué se trataba el convenio. Como respuesta, el 16 de mayo recibieron un documento que explicaba las condiciones de la negociación con Rexona como sponsor oficial del fútbol femenino (aclararon que este convenio está vigente desde 2020) y que 100% de lo recaudado se dividiría entre los equipos de primera división.
El problema es que los dirigentes de los clubes no saben a cuánto asciende ni cuándo se les va a otorgar, “ni si ese dinero entró a la AUF, porque en el detalle que nos dieron no figura”. También en el fútbol femenino aparece en una de las mangas la marca Antel, cuyos aportes tampoco figuran en el documento.
Dirigentes de los clubes creen que es bueno ver a las jugadoras en publicidades, pero al ser una difusión masiva y comercial, consideran fundamental que esté regulado “y tener cuidado, porque la imagen no la vende la AUF, y si la vende, los clubes somos parte y nos tienen que consultar y ser muy cristalinos, porque es una asociación sin fines de lucro. No quiere decir que quieran lucrar, pero fallan al no brindar información, sobre todo a las jugadoras, que piensan que lo arreglaron los clubes y exigen. Nos han dicho: ‘necesitamos esto y aquello y a ustedes les entró por lo de Rexona’”, aseguraron.
Amor a la camiseta
Los clubes no se sienten parte de las decisiones, consideran que en los consejos de liga sólo se trataban temas de competencia y canchas, y que el hecho de que quieran ser partícipes tiene que ver con una buena evolución que hubo, por lo que era de esperarse que empezaran a pedir cuentas y reaccionar ante tantas solicitudes desde la AUF, que responden a los pedidos de la FIFA y la Conmebol.
Pero a pesar de esto, las mujeres tienen que pelear para acceder a las condiciones mínimas para practicar y competir, por ejemplo, en lo que tiene que ver con las canchas. “Una de las cosas que más nos chocaron en estos últimos años fue luego del Mundial sub 17, en el que se gastaron muchos miles de dólares en el Charrúa y hoy está desbordado de fútbol de varones”, opinó el vocero de los clubes.
La mayoría de los equipos no trabajan sólo porque tienen la obligación de tener femenino, sino porque quieren, e invierten en él. No reciben ingresos por esta disciplina y a pesar de que es un riesgo en muchos casos, cada día son más los que apuestan a los cuadros de mujeres y que otorgan mejores condiciones para su desarrollo, a pura voluntad y esfuerzo, a pulmón.