La cita es en el templo del rock bonaerense, el estadio de Obras Sanitarias, donde tantas bandas hicieron temblar las paredes con sus acordes. Olimpia y Aguada cruzaron el charco para estrenar la temporada en el plano internacional. No es lo ideal, porque están sin competencia, pero tocó así y ahí van, con su ilusión al hombro. Como alguna vez cantó La Vela Puerca en ese mismo lugar: “Cuando todo parece jodido es cuando hay que poner”. De eso los uruguayos saben.
Divididos en cuatro grupos, la Liga Sudamericana tiene 16 participantes y avanzan a cuartos de final los dos mejores de cada zona. En el A ya se clasificaron San Martín de Corrientes (Argentina) y Titanes de Barranquilla (Colombia), mientras que en el B lo hicieron Oberá (Argentina) y Baurú (Brasil).
Pelear por un lugar
El escenario grupal muestra cartas claras. La lógica indica que uno de los uruguayos avanzará, pero difícilmente haya lugar para los dos. Por tanto, el partido inaugural de este jueves a las 18.00 es una especie de final entre aguateros y olimpistas. De primera. Sin respiro. Boca es el gran favorito y Leones aparenta estar un escalón por abajo, por lo que el segundo lugar cotiza en bolsa.
Se juega en tres días de forma consecutiva. El viernes Olimpia abre la doble jornada frente a los chilenos y Aguada cierra ante el xeneize. El sábado invierten rivales.
Aguada
Fue muy grande el cambio. A la complejidad normal de un inicio de temporada se suma que ninguna de las fichas mayores jugó el año anterior en el rojiverde. El cuerpo técnico tampoco. Es un equipo totalmente nuevo.
Agustín Zuvich, único sobreviviente del cierre de la última Liga Uruguaya, se perderá el torneo por un desgarro. En su lugar estará el pivot Diego Soarez, que viene de tener un pasaje por el básquetbol australiano.
Leandro Ramella cuenta con un plantel joven, de mucho talento. Combinar las piezas para el funcionamiento acorde es el desafío. El extranjero Kyle Fuller y Juan Santiso marcarán el tono e intentarán dar fluidez, mientras que jugadores como Facundo Medina, Theo Metzger y Leandro Cerminatto serán claves para los tiros abiertos.
Jordan Adams y Eloy Vargas pueden dar alternativas, desde los rompimientos o el juego de posteo. Ambos, pese a tener diferentes características, son capaces de dañar con el tiro a distancia.
Ofensivamente es un equipo con gol en varias manos. La forma de compartir el balón y lo duro que pueda hacerse atrás para anotar en campo abierto serán las claves del éxito.
Olimpia
Los de Colón tendrán la baja de Gustavo Barrera, quien por problemas personales no disputará el torneo. En este caso no llegó nadie en su lugar.
Las alas rojas también cambiaron bastante luego del proceso de cuatro años de Gerardo Jauri. Llegó Germán Fernández y, además de Panchi, se sumó Esteban Batista como ficha nacional de renombre.
El extranjero Marcus Thomas será quien cargue con las mayores responsabilidades ofensivas; viene de romperla toda en Venezuela y las ilusiones olimpistas viajaron en su valija. Que se combine con Esteban Batista será clave, como dos amenazas claramente marcadas. Eso abrirá espacios para que aprovechen Dennis McKiney –de buen pasaje por 25 de Agosto en El Metro– y el hasta ahora desconocido Quintin Dove, quien es una interrogante.
Olimpia muestra algunas falencias, por lo corto que quedó de rotación en el perímetro y porque el quinteto titular no presenta grandes características defensivas. Pasarán a tomar un rol preponderante los actores de reparto que lleguen desde la banca a elevar la intensidad defensiva.
Rivales
Boca Juniors tiene a varios jugadores que pasaron por Uruguay: Marcos Mata, Juan Manuel Rivero, Martín Leiva y Leonardo Mainoldi. Se suman los extranjeros Darq Tucker y Andy Ogide. Para completarla están dos argentinos de enorme nivel: el base Franco Balbi y el tirador Carlos Schattman. En suma: cuadrazo.
Leones, en tanto, también tiene un par de conocidos como el boricua Gabriel Belardo –ex Atenas y Defensor Sporting– y Tyrone Lee –ex Aguada y Urunday Universitario–. En lo previo, está un escalón debajo de Boca.