El partido tuvo un final para el recuerdo. Túnez ganaba 1-0 con el gol que Wahbi Khazri facturó a los 58 minutos, cuando faltando 12 segundos para el final del encuentro, a los 98, Francia lo igualó con el tanto de Antoine Griezmann, pero el juez chequeo el VAR y lo anuló, quedando el 1-0 en el marcador.
El resultado es merecido para el equipo de Jalel Kadri, que fue superior, sobre todo en la primera parte, y que, aunque no clasificó a octavos de final, concretó un resultado histórico.
Túnez y Francia nunca habían jugado entre sí por una Copa del Mundo, sólo se habían encontrado por partidos amistosos en los que la selección europea ganó dos y empataron los otros dos.
El fútbol siempre da revancha
El actual campeón del mundo, que llegó a esta disputa ya clasificado a cuartos de final, salió a la cancha con un equipo totalmente alternativo: sin Kylian Mbappé, Antoine Griezmann ni Olivier Giroud, y de eso se aprovechó Túnez para dominar.
Los africanos coparon las gradas y también el área rival en el partido. El conjunto africano comenzó mejor parado, encontrando mejores espacios, y así generaron la jugada de mayor peligro hasta ese momento. Fue de pelota quieta que Nader Ghandri atrapó una pelota en el centro al área y la mandó al fondo de la red con una espectacular definición, pero el juez lo anuló por posición adelantada y todo siguió como estaba.
Túnez superaba al campeón del mundo en el juego, y Francia cometió varias faltas en el intento de frenar al rival.
A los 34 Steve Mandanda tapó con los puños el remate de Wahbi Khazri, que llegó con una volea de zurda, y a los 42, el mismo jugador mandó una gran pelota al medio del área, pero nadie la encontró. Túnez debió irse al descanso con por lo menos un gol en el marcador.
La justicia del VAR
Los equipos salieron al segundo tiempo sin cambios. Aissa Laidouni llegó con un gran remate a los 51, pero la pelota se fue por encima del travesaño.
Por algunos minutos, el trámite entró en una meseta en la que ninguno inquietaba demasiado, pero el capitán de Túnez, Khazri, seguía siendo incisivo. Fue a los 55 que remató al arco, advirtiendo con el gol que llegó tan sólo dos minutos después.
Las Águilas de Cartago plasmaron la superioridad en el marcador a los 58, con el merecido tanto de Khazri, que estuvo atento para hacerse de la pelota y salió solo en la corrida, terminando la jugada con una exquisita definición de zurda y celebrando al borde del llanto.
Enseguida, el entrenador sacó de la cancha al referente de 31 años, y en su lugar ingresó Jebali. A los pocos minutos, Didier Deschamps mandó a la cancha a sus mejores fichas, Kylian Mbappé, Rabiot y Saliba ingresaron por Coman, Guendouzi y Varane, y le cambió la cara a Francia.
Más tarde ingresaron Antoine Griezmann por Youssouf Fofana en el conjunto europeo y Ghailene Chaalali por Mohamed Ben Romdhane en el africano. Desde ese momento el cotejo tuvo sus minutos más vibrantes, lo que perduró hasta el final.
Los europeos tenían a los mejores en lo cancha, pero los africanos no se achicaron en ningún momento, fueron conscientes de que necesitaban el triunfo durante los 90 minutos.
Faltando segundos para que el juez pitara el término, cuando la tristeza inundaba la mirada de los jugadores tunecinos que permanecían en el banco, porque habían chequeado en un celular el partido entre Australia y Dinamarca que marcaba su salida del torneo, Antoine Griezmann atrapó una pelota suelta en el área y la mandó al fondo de la red, pero el tanto fue anulado por posición adelantada.
Volvieron a sonreír los dirigidos por Jalel Kadri, porque a pesar de quedar afuera de Qatar 2022, sellaron un resultado histórico, ganándole al actual campeón del mundo. El fútbol siempre da revancha.