Los más de 19.000 kilómetros que separan a Uruguay de Corea del Sur se unirán este jueves durante 90 minutos en el Education City, desde las 10.00. El fútbol juntará a dos países extremadamente distintos. Hay un dato aleatorio que marca diferencias siderales. Los asiáticos tienen más de 51 millones de habitantes en menos de 100.000 metros cuadrados de territorio (poco menos de medio Uruguay). Una locura de imaginar. Otra cultura, otra religión, otra economía, otro mundo en el mismo planeta.
La cancha pondrá 11 por lado y ahí comenzará la única justa de las batallas, como cantaba Shakira. Será el tercer enfrentamiento en un Mundial y el noveno en total. Esta vez, con el aliciente del estreno en la competencia y todo lo que ello implica. La historia mundialista de ambos seleccionados tiene diferencias enormes, como tienen el asado y el bibimbap –comida típica coreana por excelencia–.
Que la tercera no sea la vencida
Corea del Sur perdió en las dos oportunidades que se cruzó con la casaca celeste en los mundiales. En 1990 fue en la hora en la ciudad de Udine, donde 29.039 espectadores vieron el gol de Daniel Fonseca que sirvió para avanzar a octavos de final como uno de los mejores terceros. Las malas lenguas dicen que la conversión agónica que estiró la estadía uruguaya en Italia debió haber sido invalidada por posición adelantada. Épocas sin VAR y de siga, siga.
El último choque fue en 2010 por los octavos del recordadísimo Mundial de Sudáfrica. Luis Suárez fue la gran figura de ese encuentro: convirtió a los 8 y a los 80 minutos para el triunfo 2-1. Además del Pistolero, Fernando Muslera, Diego Godín y Edinson Cavani son los que podrían repetir aquella jornada lluviosa que empapó de gloria a los uruguayos presentes en Port Elizabeth. En el plantel también estaba Martín Cáceres, que ese día no tuvo minutos en la cancha.
*Uruguay vs. Corea del Sur: * 8 partidos. 1 victoria de Corea, 1 empate, 6 victorias de Uruguay. 6 es la cantidad de goles que Corea le ha convertido a Uruguay
Habitué de este lugar
Corea del Sur debutó en los mundiales en 1954, cuando terminó último, con 16 goles en contra y sin anotaciones. Mucho tuvo que ver la derrota 9-0 frente a Hungría en el estreno. En 1966 pudo tener su segunda chance, pero, tras clasificarse deportivamente, no pudo viajar a Inglaterra por problemas logísticos.
Fue construyendo de a poco su lugar en el fútbol grande y hace rato que dejó de ser un desconocido. En los últimos 35 años se fue erigiendo como una potencia asiática y ya es número puesto en la cita máxima.
Se clasificó a México 1986 y desde entonces tiene presencia mundialista perfecta. Sólo dos veces avanzó de fase: en 2002 –cuando fue coorganizador junto con Japón– y en 2010. En casa logró el cuarto lugar, su mejor ubicación histórica. En Sudáfrica se volvió en octavos tras la caída ante Uruguay.
Las estadísticas aún no son buenas. Jugó 34 partidos mundialistas repartidos en diez torneos, solamente ganó seis, igualó nueve y perdió los 19 restantes. Anotó 34 goles y recibió 54. Un redondito -20 de saldo.
Corea del Sur en sus 10 mundiales: 34 partidos. 6 victorias, 9 empates, 19 derrotas. 34 goles a favor, 54 goles en contra.
¿Cómo llegaron?
En avión, diría algún amante del chiste fácil. Corea del Sur terminó en el segundo lugar del grupo A de las Eliminatorias en Asia con 23 puntos, sólo detrás de Irán. Ganó siete, empató dos y perdió uno. Fue la defensa menos goleada, recibió nada más que cuatro goles. Numerazos. Su única caída fue en la última fecha –ya clasificado– ante Emiratos Árabes Unidos 1-0.
Le quita algo de mérito que en su camino a Qatar haya enfrentado a equipos de segundo orden continental: a los ya mencionados Irán y Emiratos Árabes se suman Irak, Siria y Líbano en la fase final. En la etapa previa también se había aprovechado de Turkmenistán y Sri Lanka.
¿Qué podemos esperar?
El portugués de 53 años Paulo Bento fue contratado en 2018 como entrenador de Corea del Sur. Aquel volante que tiraba paredes con Luis Figo en la selección de su país a principios de siglo tiene buenos números en su periplo asiático con la salvedad de que todavía no jugó torneos de gran nivel.
Su mayor desafío fue en la Copa de Asia, donde se fue eliminado en cuartos de final al caer 1-0 ante Qatar. Digamos todo: se reivindicó de local ganando el torneo de Asia Oriental en el que venció en la final a Japón.
Cuenta con una generación que promete y que ya pasó su etapa de iniciación en el fútbol grande, por lo que llega con buena madurez a este Mundial.
Bento comenzó utilizando el 4-2-3-1 como sistema madre, pero después fue mutando a un 4-4-1-1. Eso obedece a las libertades ofrecidas hacia Heung-min Son, que sin dudas es la gran figura que tiene el equipo. El compañero de Rodrigo Bentancur en Tottenham puede ir por la banda izquierda o libre por el centro. Es versátil. Tiene todos los golpes. Es un crack y el jugador a neutralizar.
Todo eso en caso de que juegue. Fue operado por una fractura que sufrió cerca de su ojo izquierdo. Viene entrenando con máscara y diferenciado. Si bien su presencia parecía un hecho por estas latitudes, la prensa coreana puso muy en duda su lugar en la oncena inicial en los últimos días. Ganas tiene –“no me lo pierdo por nada”, declaró cuando muchos manejaban que era imposible su presencia en Qatar–.
Es un equipo muy rápido, al que le gusta tener el balón con Son como eje generador. Sin balón es versátil y altera las zonas de presión: bien arriba para ahogar la salida del rival o en media cancha para recuperar y atacar rápido de contragolpe, con espacios. Difícilmente se repliegue en la zona defensiva.
Tiene falencias, por supuesto. Un riesgo que toma reiteradamente es la salida por abajo del fondo. Reventarla es lava. Un poco por filosofía, pero también porque carece de jugadores corpulentos para ganar el balón dividido en las alturas. No es un equipo tan seguro en el pase y puede perder la pelota cerca de su arco.
Tampoco es dominante en las jugadas de pelota quieta, suele mostrar dificultades evidentes en ambos sectores, sobre todo al recibir centros, donde generalmente opta por defender en zona. De tiro libre es otro cantar si el que ejecuta es Son.
Jugadores clave
Heung-min Son, referente y capitán. Está en el mejor momento de su carrera. Lleva 104 partidos con su país, en los que anotó 35 goles. Será su tercer Mundial, luego de participar en Brasil 2014 y Rusia 2018. En la presente temporada en el Tottenham inglés gritó cinco veces en 19 encuentros.
Min-Jae Kim es otra de las grandes figuras del equipo. El defensa central del Napoli jugará su primer Mundial a los 26 años. Desde su llegada a Italia disputó 20 partidos y anotó dos goles. Es fuerte físicamente y grande –1,90– para el biotipo característico de jugador coreano. Sobresale.
Cierran la lista los dos futbolistas del Olympiacos griego: In-beom Hwang y Ui-jo Hwang. El primero es un volante central de 26 años muy técnico que está intentando despegar definitivamente su carrera en su segunda experiencia en el fútbol europeo. El segundo es un centrodelantero de 30 años que ya supo anotarle a Uruguay en el triunfo 1-0 en el partido amistoso disputado en 2015; fue el único triunfo coreano sobre la celeste en la historia. Los dos harán su debut mundialista.
Heung-min Son. Capitán. 104 partidos. 35 goles. Mundiales: 2014, 2018 y 2022.