“La oportunidad de empezar de nuevo y volar alto” es el lema de Los Halcones, un equipo de rugby que se formó a partir de una iniciativa de voluntarios que trabajan con el objetivo de darles una segunda oportunidad a jóvenes privados de libertad del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), internos de la Colonia Berro.
Empezar de nuevo
Los Halcones pertenece a una asociación civil sin fines de lucro que no tiene vínculo con ningún grupo político ni religioso. Fundada a mediados de 2022, posteriormente fue declarada de interés nacional por el Ministerio de Educación y Cultura.
El proyecto comenzó cuando los voluntarios Pedro Bellocq, Rodrigo Charlo y Lucho Flores comenzaron a asistir a la Colonia Berro para compartir con chiquilines que no recibían visitas, porque detectaron que esos adolescentes manifestaban la necesidad de sentirse escuchados.
“Son temas bien delicados. Ellos están cumpliendo penas y si les preguntás a los familiares de las víctimas capaz que no quieren saber de nada, pero son chiquilines que van a volver a salir a la calle, entonces debemos preguntarnos como sociedad si les vamos a dar la espalda o qué vamos a hacer con ellos”, dijo a la diaria Hernán Zorrilla, uno de los voluntarios.
Las bases del proyecto son el acompañamiento, la espiritualidad y la reinserción social, una tarea que se facilita si se trabaja desde el deporte, en este caso el rugby.
Los voluntarios centraron su trabajo en la escucha y en otros pilares que fueron necesarios para conocer la realidad del grupo, y al notar que había gran receptividad, y junto al Inisa, que colaboró desde que surgió la iniciativa, decidieron formar un equipo de rugby.
El equipo se formó este año, tomando como ejemplo el modelo de la fundación Espartanos, un grupo argentino que funciona de la misma manera y que tuvo mucho éxito en Buenos Aires, logrando transformar muchos centros de jóvenes en centros de rehabilitación real, con un gran porcentaje de buena reinserción en la sociedad.
En una de las primeras visitas, los voluntarios llevaron el libro de Espartanos. Luego se enteraron de que los jóvenes se habían estado pasando el libro de celda a celda para leerlo, y así comenzó todo.
El deporte como motor
Para los creadores de Los Halcones, el rugby fue el deporte más adecuado para trabajar los valores que promueven porque es una disciplina muy asociada a las reglas, al concepto de equipo y a las normas, en el que se debe aprender a aceptar lo que dice el juez sin discutirlo.
Además, el rugby está vinculado con la solidaridad y la aceptación de las normas, entre otras cuestiones que ayudan a manejar las emociones de gran manera.
“Hoy es un hito muy importante porque es la primera vez que existe un equipo como Los Halcones en Uruguay”, explicó Zorrilla.
“Cuando conocés sus historias, sobre todo las de los chiquilines que no los visita nadie, entendés un montón de cosas. No los justificás, pero entendés, porque te das cuenta de que nosotros tuvimos un montón de oportunidades que ellos no, entonces devolvemos un poco eso y colaboramos para que tengan una segunda oportunidad”, agregó.
El equipo cuenta con indumentaria propia gracias a una campaña en la que recibieron donaciones que permitió hacer camisetas y comprar otros insumos. Varias empresas apoyaron la iniciativa, sobre todo en lo que tiene que ver con dar oportunidades con miras a la reinserción laboral.
En la cancha
Este martes Los Halcones tuvieron el primer evento, en el que salieron por primera vez de la Colonia Berro para jugar. Fue en estadio Charrúa, donde vivieron una jornada única al jugar un triangular con Ceibos Club y Old Christians Club.
“Se arrimó gente a ver y se respiró un ambiente muy lindo. De Los Halones hubo tres chiquilines que ya están en libertad; uno había salido el mismo día y se arrimó a jugar igual, eso fue una muestra del compromiso que ellos tienen con la causa. Salió en libertad ese mismo día y podía estar haciendo cualquier otra cosa, pero decidió ir a compartir con sus compañeros”, contó Zorrilla.
Luego de los partidos, los tres equipos compartieron una cena, y en ese momento uno de los integrantes de Los Halcones decidió decir unas palabras.
El Chino dijo que para ellos era “un sueño estar jugando en el Charrúa y que la vida les dé estas oportunidades”, que “la vida muchos veces los va a tacklear, pero con la ayuda de un equipo se van a poder levantar igual y volverá intentarlo”.
“Nosotros tuvimos muchas oportunidades en la sociedad que ellos no. Es muy delicado el tema, porque si bien están cumpliendo una condena de algo muy feo que hicieron, también entendemos que nosotros tuvimos otro tipo de suerte en la sociedad, y queremos volcar la solidaridad para intentar que esos chiquilines tengan una oportunidad y que cuando salgan puedan formarse para no entrar nuevamente en la delincuencia y reinsertarse en la sociedad”, finalizó Zorrilla.