“Los y las deportistas, cada vez más, están siendo conscientes de la influencia que tienen sobre la opinión pública y, en varias ocasiones, han puesto sobre la mesa discusiones que tienen que ver con lo político y social. En esa dirección nació el movimiento Un Doble por el Sí” escribió Mintxo la semana pasada en Garra, sobre el movimiento de basquetbolistas que apoyan el Sí para la derogación de 135 artículos de la ley de urgente consideración.
Que el deporte es político no es novedad, y los agentes implicados en este contexto juegan un rol fundamental al posicionarse a través de sus manifestaciones. En este sentido, los hinchas no quedan por fuera.
Obrero y popular
“Alentamos en la cancha, luchamos en las calles”, decía la pancarta con la que cientos de parciales de Peñarol marcharon conjuntamente desde el Palacio Peñarol hacia el Obelisco de Montevideo, en la manifestación por el Sí del pasado martes.
La iniciativa de la hinchada de Peñarol estuvo organizada por aurinegros pertenecientes al colectivo Solidaridad Carbonera, cofundadores de la Coordinadora Popular y Solidaria de Ollas, que trabajan desde que comenzó la pandemia en la gestión de alrededor de nueve ollas y merenderos como respuesta a la crisis económica.
Estela Gorta fue una de las que marchó por el Sí con los colores amarillo y negro. Algorta pertenece a la organización Sumando Esfuerzos de Piedras Blancas, donde se gestiona la olla Alex Aranda, que también comenzó con la pandemia en marzo de 2020 y continúa realizándose todos los sábados. Entre 45 y 50 familias integradas por dos adultos y entre dos y diez hijos cada una acceden a la olla, que este sábado llegará a la jornada número 100 estando operativa. Gorta considera que el hecho de ser voluntaria en una olla tuvo mucho peso a la hora de elegir su voto para este referéndum.
“La olla te hace entender muchas cosas con respeto a las necesidades de la gente y empiezas a sentir más empatía, porque nos llueven los problemas y las diversas situaciones que te hacen entender mejor la realidad”, explicó. Además, remarcó que el hecho de haber vivido ciertas épocas como la crisis del 2002 la llevan a comparar las realidades: “Mi hija se fue ahora a España con mi nieto, justamente por la situación del país, por la economía, la seguridad, la educación y demás. Por todo eso quiero el Sí por mi país, mi gente y todo”, finalizó.
Un Sí de varios colores
En el partido de Nacional-Torque, por la quinta fecha del Torneo Apertura, hinchas de Nacional colgaron un banderín del Sí sobre una de sus banderas principales. Además, en el partido de básquetbol de Aguada-Trouville, apareció el lema “Aguada vota sí” sobre los colores rojo y verde de la tribuna.
Por su parte, parciales de Cerro que estaban colocando la misma bandera durante el partido con Villa Española fueron abordados por policías de la Guardia Republicana, quienes les dieron la orden de quitarla, sosteniendo que si colgaban algo a favor del Sí o del No irían a la lista negra.
Algo similar sucedió con la parcialidad de Rampla, durante el partido con Uruguay Montevideo por la primera fecha del Torneo de la Segunda División Profesional del sábado: algunos parciales estaban colgando una bandera cuando la seguridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol solicitó a los alcanzapelotas que quitaran las banderas del Sí del alambrado.
Hubo y habrá más manifestaciones en uno u otro sentido, tanto para este referéndum como en cualquier otra instancia social, porque el deporte es político y eso no es novedad.