Peñarol empató el clásico femenino en la última jugada

Nacional y Peñarol, líderes igualados e invictos del Torneo Rexona, empataron un partido especial que tuvo un final altamente emotivo. Peñarol igualó el marcador durante el último minuto de juego estando en desventaja 1-0 desde el minuto 48 del primer tiempo. Paradójicamente el gol final fue también en el minuto 48 pero del tiempo final El tanto tricolor que las puso en ventaja fue en jugada peleada y la última en rozar la pelota sobre la línea de gol pareció ser la volante aurinegra Ximena Velazco casi pegada a la delantera tricolor Guillermina Grant y ya sin poder hacer nada para evitar la conquista rival.

El primer tiempo fue de pobre nivel técnico, muy parejo con pocas acciones que denotaran más ganas de jugar que de ganar como sea. Hubo muchos choques sin control de los cuerpos en relación a las rivales.

Sobre los 32 minutos se dio la chance de gol más clara en un ataque de las tricolores. Tras un tiro libre al área de Cecilia Gómez, dio rebote la golera aurinegra y quedó sola frente al gol Oriana Fontán, quien, en vez de tocar suave al gol, tiró fuerte y lejos del arco. La calificada dupla de ataque aurinegra –Aquino y Carballo- no entraba en acción con chance cierta. Hubo un tiro forzado y de zurda de Belén Aquino sin consecuencias positivas sobre el minuto 34. La lesión de la capitana tricolor, Valeria Colman, a los 43, produjo una baja importante por su influencia en el equipo.

Con tiempo adicionado en abundancia –seis minutos- por lo perdido cuando, lamentablemente, se lesionó la árbitra Silvia Ríos, ya a los 18 minutos, el desnivel en el tanteador llegó a los 48 cuando otro centro de Cecilia Gómez produjo un gol confuso pero absolutamente válido. Nacional se fue al descanso con ventaja y Peñarol volvió con dos cambios. Entró la coloniense Ramondegui, quien, a pesar de venir de una lesión, al final del partido fue una presencia decisiva.

Segundas partes pueden ser cambiantes

Ya en el segundo período primó en posesión de pelota Nacional, jugando con más tranquilidad que su rival, que minuto a minuto superaba el nivel de ansiedad en busca del empate. Las ganas y la emotividad torpedeaban la posibilidad de buen juego aurinegro. El ímpetu por ir para adelante, sin saber muy bien cómo hacerlo mejor, salvó a las aurinegras de una derrota que las condenaría en un torneo tan breve.

Cuando la árbitra Blanco dio cuatro minutos de adición, Peñarol acentuó sus ganas y la resistencia a caer derrotado. Ahí se lanzó con todo adelante, y el gol rondó en acciones desesperadas de Belén Aquino y Jemina Rolfo.

Y otra vez el minuto 48 fue el del gol, sorpresivo y contundente. La pelota que iba hacia campo aurinegro encontró a Sofía Ramondegui, cerca de la mitad de la cancha, quien sacó tremendo disparo que entró cargado de vibración, viboreando arriba de las manos de la golera Josefina Villanueva. Fue un potente tiro impensado y desesperado como acto final de un partido especial.

Y, enseguida, el partido terminó 1 a 1.

El panorama que se abre

Con este resultado disminuye la clara ventaja de ambos equipos sobre los rivales más cercanos, Wanderers, que los sigue a cinco unidades, y Liverpool, a seis. Y justamente, el próximo fin de semana frente esos equipos deben jugar Nacional y Peñarol: las tricolores con Liverpool y las aurinegras con Wanderers. La emotividad continuará en esos encuentros claves para la definición del Torneo Apertura. Recordemos las posiciones más importantes: Nacional y Peñarol 16 puntos, Wanderers 11, Defensor Sporting y Liverpool 10.

La última etapa marca partidos de ambos rivales tradicionales –ahora también en fútbol femenino- ante los dos últimos de la tabla de posiciones: Náutico, con 4, ante Nacional y Atenas, sin puntos, frente a Peñarol si es que sigue jugando (recuérdese que no se presentó en la fecha pasada).

El empate dejó todo como venía sucediendo –¡tan parejo!- y abre expectativas. No se puede trastabillar en las dos fechas restantes y, si eso culmina exitosamente, el Torneo Apertura puede tener una hermosa final extra, con público en tribunas abiertas y sin burócratas bienintencionados que lo puedan impedir.