En un debate tenso, por momentos confuso y muy enfocado en acusaciones de representantes de la Unión de Clubes dirigidas al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, se votaron afirmativamente las modificaciones a las retribuciones y garantías para los jugadores profesionales de la Segunda División Profesional y la Primera División Profesional.
Alta tensión
En el auditorio de la Torre de Antel se llevó a cabo el Congreso de la AUF, que tenía como punto central la aprobación de las medidas planteadas por el presidente del organismo, el economista Alonso, para destrabar el conflicto y levantar el paro de los futbolistas. Ellos mismos, los jugadores, habían votado el martes en una gran asamblea gremial volver a jugar si el Congreso confirmaba que la AUF asegurará el pago de la diferencia entre el mínimo actual de los futbolistas de Segunda y el 62,5% del salario mínimo de los futbolistas de Primera 2023, 2024 y 2025, y que la obligación de la AUF estará vigente hasta que el aumento del mínimo de Segunda sea incorporado al Estatuto del Jugador de Fútbol Profesional.
El otro punto fundamental fue el de la incorporación del Régimen del Fair Play Financiero al reglamento sobre el sistema de licencias para clubes profesionales en un plazo no mayor a 45 días, incluyendo el contralor del pago del salario total de los futbolistas. Esto significa que los deportistas no lleguen a estar más de mes y medio sin recibir la totalidad de sus retribuciones.
Esto fue lo primero en aprobarse, por 43 votos a favor, 32 en contra y una abstención.
Por último, en una redacción que fue modificada a pedido de José Luis Palma, se resolvió facultar desde el 1º de enero de 2024 al Comité Ejecutivo para aumentar la cantidad de seguros con cargo para pago de salarios mínimos a los clubes de Primera y Segunda, pasando a otorgar hasta un máximo de cuatro meses por tal concepto y por semestre o fase de competición para Segunda, y de tres meses para Primera. Esta votación salió por 75 votos de 76.
Voto a voto
El Congreso, formado por 32 votos de la Primera División, 14 de la Segunda División, 11 de jugadores, nueve de la Organización del Fútbol del Interior (OFI), seis de la Segunda División Amateur y uno para los árbitros, entrenadores, futsal y fútbol femenino, trató antes otros temas que retrasaron el abordaje del punto central, pero además se entorpeció por lo intenso del debate, en el que Palma, presidente de Liverpool, acusó a Alonso de ayudar a la Mutual para perjudicar a Cerro. “Estás haciendo esto por complacencia tuya y por complacer a los jugadores”, dijo el presidente liverpoolense, señalando que no votaría, que llamaba a no votar y que impugnaría lo votado relativo a los futbolistas durante el Congreso.
También entreveró la cosa la negativa de que el fútbol de OFI decidiera en asuntos que eran aparentemente de los clubes profesionales –el reglamento de licencias–. A estas afirmaciones respondió Enrique Frade, de Atenas de San Carlos, quien salió en defensa de lo que ha sido históricamente el fútbol del interior. Por su parte, al dirigente carolino le contestó en forma virulenta el secretario general de Uruguay Montevideo, Daniel Chiffoni, con invitaciones a buscar resolver las cosas afuera, y también José Luis Palma, que acusó a Atenas de ser el equipo que recibía lo que robaba “el delincuente” de Daniel Fonseca.
Todo quedó atrás, y el fútbol, o sea los jugadores y las canchas, pasaron adelante.
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