Peñarol obtuvo su segundo clásico consecutivo este domingo en el Parque Palermo, con lo que le quitó a Nacional la chance de coronarse campeón del Uruguayo en esta oportunidad y forzó dos finales más, en las que ambos equipos buscarán levantar la copa más deseada a nivel local.
Para la entrenadora aurinegra, Cecilia Santo, se están cumpliendo los objetivos que se planteó el equipo cuando pasó la mitad del año: “Pelear por el Torneo Clausura y a partir de eso ir por más”. Para eso el club se reforzó con la llegada de Daiana Farías, del Racing Power de Portugal, y de Stephanie Tregartten, proveniente de Paysandú.
Farías le aportó al equipo seguridad en la línea defensiva. Tras el clásico, aseguró que está orgullosa del equipo y recordó que se cumplieron cuatro años del tricampeonato de Peñarol, que se selló con el primer clásico disputado en el Campeón del Siglo, que había sido la última vez que Peñarol había ganado un clásico antes del encuentro de dos semanas atrás en el que las mirasoles levantaron la copa del Torneo Clausura. En esta ocasión Peñarol volvió a celebrar una victoria ante el tradicional rival: “Por suerte se nos dio, las gurisas me regalaron otra victoria y estoy muy feliz”.
Nueva victoria
“Este partido se vivió muy intensamente porque Nacional tiene muy buenas jugadoras y sabíamos que si ganaban eran campeonas, pero nuevamente logramos el objetivo de forzar dos finales más”, dijo Farías. La capitana aurinegra, además, confesó que cuando llegó nuevamente al equipo aurinegro le advirtieron que todos los encuentros venideros debían tomarse con mucha seriedad: “Desde que llegué se me planteó que todos los partidos que quedaban eran finales”.
A su vez, la referente aurinegra destacó lo que significa un duelo de rivales: “Jugar un clásico tiene emociones diferentes, es el partido más lindo y hay que disfrutarlo, pero lidiar con esas emociones para que no interfieran en el partido es difícil; se intenta dejar todo en el vestuario y salir a darlo todo”.
Sobre otras particularidades que tienen este tipo de partidos, teniendo en cuenta que quedan dos más, Farías recordó que “los clásicos tienen sus roces y se juega mucho el físico, pero son finales para nosotras y lo que queda también lo son, así que lo vamos a llevar con toda la seriedad”.
Superioridad amarilla y negra
Para Jemina Rolfo Peñarol fue contundente por el estado anímico del grupo: “Estamos convencidas del trabajo que hacemos y vamos a seguir haciendo”, explicó. Consultada por lo que puede aportar a sus compañeras desde su lugar de referente, contó que es “una más” en la cancha y que afuera trata de aportar su experiencia: “Sé que soy de las más grandes y trato de transmitir todos los valores que se me inculcaron desde que llegué a Peñarol”.
Por su parte, Pilar González destacó como clave para el triunfo el hecho de “salir con la mentalidad de ganar pero de disfrutar”. “Aun cuando ellas tuvieron la pelota tratamos de no dejarlas generar peligro y así fue. Para los próximos partidos vamos a salir a ganar nuevamente, corrigiendo en la semana los errores y reforzando lo que se puede hacer bien”, finalizó la centrocampista.