El fútbol puede ser tan justo como preciso, y la coronación de Liverpool como campeón del Torneo Clausura es la prueba perfecta. En esta jornada los negriazules superaron 2-0 a Deportivo Maldonado, con goles de Matías Ocampo y Luciano Rodríguez.
“Contento por coronar un gran año, muy ajetreado pero de muy buena manera y a muy buen nivel. Esperemos dar un paso más: quedan tres puntos importantes para asegurarnos la Anual y pelear el campeonato… El punto de inflexión fue después del parate, ya que volvimos de muy buena manera”, dijo al finalizar el juego Jorge Bava, el entrenador más ganador de Liverpool.
Jornada de éxito
El negriazul tenía planeado un viaje a Maldonado. José Luis Palma, el presidente de los de Belvedere, prometió que si su equipo ganaba en esta ocasión, la totalidad de lo que los hinchas gastaran en las entradas sería devuelto, además de ofrecerles transporte sin costo a los más de 1.500 seguidores que vieron en Maldonado al cuadro más regular de la temporada.
La fiesta estaba perfectamente organizada. Sólo faltaba el souvenir, y apareció. El negro de la cuchilla salió a la cancha como campeón del Torneo Clausura de forma anticipada, tras el empate de Peñarol ante Racing, y, al término del partido, levantó la copa para la que tanto trabajó.
Desde 2019, cuando Liverpool se coronó campeón del primer Torneo Intermedio, no paró de sumar: dos Clausuras, un Apertura, dos Intermedios y dos Supercopas, antes de concretar este nuevo trofeo que lo deja de cara al más importante de todos: el título del Uruguayo.
Si suma un empate o un triunfo en la última fecha ante River Plate, Liverpool quedará con ventaja deportiva para la final, en la que se enfrentará a Peñarol como campeón del Torneo Apertura.
El partido
Los dirigidos por Fabián Coito se posicionaron con un planteo prolijo y en casa propia, pero sin contundencia.
Liverpool no se destacaba demasiado y el encuentro no tenía la emoción de la previa, porque el primer tiempo fue chato y sin impulsos de ninguno de los dos lados.
Recién a los 76 se movió el asunto, cuando llegó el tan esperado gol del flamante campeón, para la emoción con llanto incluido de Matías Ocampo, que marcó su primer gol del año. Se activó la tribuna, que se estaba guardando el grito de “dale, campeón” para el final.
Se despertó el negro y algunos minutos después, cuando los hinchas no paraban de cantar y de moverse en la casa fernandina, Luciano Rodríguez puso el segundo, Sólo hubo que esperar unos minutos para ver una tribuna repleta de alegría, con besos, abrazos, llanto y agradecimiento por un momento de felicidad con la pelota, el objetivo principal en esto del fútbol.
Ganó y se coronó campeón el equipo más sólido, prolijo e inteligente del torneo. El que tiene una idea bien marcada que logró desplegar partido a partido. El que tiene un entrenador que consolidó un grupo para transformarlo en equipo y hacerlo perdurar en el tiempo. Ganó el mejor equipo del fútbol uruguayo, que empezó desde abajo y les pelea a los de arriba.