Ignacio Alonso, actual presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), conversó con la diaria respecto al acto eleccionario para definir a la autoridad máxima del ente rector del fútbol uruguayo, que será este jueves a las 18.00, pero que podría verse postergado según lo que suceda al mediodía cuando la AUF declare ante la Justicia por el recurso de impugnación que presentaron los clubes que apoyaban la candidatura de Pablo Ferrari, quien decidió bajarse de la pugna electoral.

¿Cómo impactó la noticia de la baja de Pablo Ferrari?

Lamentablemente él se está bajando de una candidatura que podría mantener en función de lo solicitado por Conmebol, que creo que es razonable, porque se trata de no permanecer en el cargo de subsecretario del Deporte que rige nuestra asociación y a los clubes que la conforman. Esto configura un grave conflicto de intereses. No es positivo que alguien que tiene jurisdicción sobre nuestra asociación se presente y mañana pueda volver a su cargo como si nada. Creo que era lógico, podía suceder.

Yo prefería llegar a una elección y que allí hubiese un contrincante, pero los votos y la cantidad de apoyos no van a cambiar. La elección claramente se había ganado ya 51 a 25. El problema lo ha producido Ferrari, no el comunicado de Conmebol. Lamentablemente le da una oportunidad de ponerse como renunciante de la candidatura y no del cargo al que debió renunciar, que es el de la Secretaría Nacional del Deporte.

¿Cuando homologaron a los candidatos no debieron alertarlo?

Yo entiendo que muchas personas lo alertaron de esto. Me consta que lo alertaron.

¿De parte de la Comisión Electoral?

No, me consta que lo alertaron. Es que él puede presentarse igual si renuncia a su cargo, no a su condición de funcionario. Está en la condición de la resolución de Conmebol; si él renuncia a ejercer la función dentro del deporte, puede presentarse. Lo que sucede es que sabe el desenlace de la elección y pretende mantener esa posición.

¿Lo veías venir?

No. Yo observé el punto porque conozco cuáles son las normas de FIFA y Conmebol. Además, las normas de la propia AUF, es muy claro. El principio de no injerencia política e independencia conforme a las disposiciones de FIFA y Conmebol está en el comunicado que emitió el Tribunal de Ética de Conmebol.

¿Ferrari citó casos anteriores que habilitaban a cumplir ese rol sin renunciar?

A él lo inhabilitaron por ser subsecretario del Deporte, ninguno de los ejemplos que citó tenían un vínculo de jurisdicción con la asociación. Es incompatible ser juez y parte.

¿Por qué la elección se complejizó en los últimos días?

Creo que son estratagemas electorales y recursos de último momento para poder emparejar una situación que a todas luces aparece con mucha fortaleza para nuestra candidatura.

¿Cómo era o es tu vínculo con Ferrari? ¿Tuvieron alguna rispidez por las polémicas de los últimos días?

No, en materia personal hemos tenido siempre un buen vínculo. No es de esta administración compartida, ellos desde la Secretaría y nosotros desde la AUF, sino incluso de antes, cuando era presidente de la Federación de Rugby, que nos tocó compartir algunas actividades. Siempre las campañas electorales y las posiciones políticas diferentes pueden generar algún tipo de roce, pero es normal en esas circunstancias. A nosotros no nos gustaron algunas declaraciones, fundamentalmente las que involucran a nuestro Comité Ejecutivo, adjudicando intencionalidad en algunas acciones, pero aspiramos a que esto rápidamente termine y podamos reencauzar la relación personal que hemos tenido siempre en esto del deporte.

¿Te referís a la polémica de la votación de la Primera Amateur o el hecho de contratar a su jefe de prensa?

Lo del jefe de prensa me parece un tema absolutamente menor, porque llegué a él por el presidente de un club. Él evaluó las dos propuestas para trabajar y eligió la nuestra. Me refiero fundamentalmente a una declaración que nos vinculó con una eventual baja de su candidatura a partir de artículos periodísticos que surgieron directamente de su entorno con presidentes que promueven su candidatura. Ellos mismos fueron los que manifestaron que estaban evaluando bajar la candidatura en una reunión nocturna el sábado pasado. Ese fue el único punto que a nosotros nos molestó, porque involucra a otras personas.

“Yo prefería llegar a una elección y que allí hubiese un contrincante”.

Sobre la votación de la Primera Amateur, el cambio de voto secreto a voto a mano alzada y tu presencia en esa votación, ¿hay algo para expresar al respecto?

No, primero que los consejos de liga tienen libertad de votar en forma secreta o a mano alzada. Como la otra vez votaron hacerlo de forma secreta, esta vez votaron hacerlo a mano alzada por mayoría de instituciones. Eso es una decisión autónoma de los consejos de liga. Naturalmente, tengo todo el derecho de poder reunirme a hablar con los clubes, pues soy candidato. Si Ferrari no vino o no participó, es un tema de Ferrari. Yo soy un dirigente político y no estuve en el Consejo de Liga, como se dice, cinco minutos antes de comenzar estuve en el ambulatorio, pero no participé de ninguna manera en el acto. Comenzó sin mi presencia.

La presencia de los jueces que están en la Asociación Uruguaya de Árbitros de Fútbol (Audaf), y a su vez participan como votantes, y de los periodistas que forman parte de AUF TV, pero están involucrados en la cobertura de las elecciones, genera dualidades y conflictos de intereses. ¿Cómo se puede solucionar este dilema ético?

El arbitraje es una parte esencial del deporte. Desconocer la importancia del arbitraje y dejarlo al margen de la gobernanza no es una opción para nosotros. Por lo tanto, de nuestra parte hay una plena conformidad y no vemos ningún conflicto de intereses en ese sentido. Es más, los árbitros tienen una democracia interna donde ellos eligen sus autoridades y eso ha funcionado de forma inobjetable en todo este tiempo. Apoyamos al arbitraje y lo vamos a seguir apoyando como siempre.

En segundo lugar, en materia periodística no tenemos ningún tipo de condicionamiento a las personas que trabajan aquí, que son en su mayor parte eventuales, trabajan por evento, y en esa materia habría que seguir las opiniones de esas personas antes y después de haber participado en algún evento de la AUF como para ver la coherencia de su opinión. Me he tomado el trabajo de hacerlo y el que lo haga va a poder ver que no hay nada distinto en las opiniones de estas personas antes y después de haber sido convocadas por la AUF. Repito, no son funcionarios de la AUF.

En los papeles

¿Qué impronta le darías a esta nueva gestión?

La queremos basar en los mismos pilares que la primera, más allá del accidente que tuvimos respecto a la pandemia, que distorsionó dos temporadas completas de nuestra administración y una con impacto fuerte en los recursos, en los ingresos y en el manejo de los gastos.

Primero, la jerarquización de las competiciones de la AUF, las profesionales y las amateurs. El segundo pilar es la infraestructura, si bien entre los proyectos ejecutados y los aprobados con ejecución inmediata llegamos prácticamente a los 12 millones de dólares, pretendemos que en esta administración se superen esas cifras. El tercer pilar, apostar a tener los primeros centros regionales de selecciones nacionales. Poder seguir adelante con los procesos de selecciones instalados por el Maestro [Óscar Tabárez], la institucionalización de las selecciones nacionales y la formación del deportista. Fieles a esa carpeta de 2006, seguir adelante con la inspiración que originalmente fue hacia los centros 2030.

El cuarto pilar es el desarrollo de los deportes amateurs, con mucho énfasis en el fútbol femenino para seguir creciendo, y el fútbol sala con tres infraestructuras que este año vamos o tenemos pensado inaugurar. Como quinto pilar está la inserción internacional con un objetivo muy claro que es lograr la sede en el Mundial 2030 conjuntamente con Argentina, Paraguay y Chile.

¿Identificás que hay una brecha dentro de la AUF actualmente?

Creo que hay cuestiones que son estructurales, las diferencias en el fútbol profesional siempre existieron, siempre hubo distintos sectores y alineamientos por circunstancias, afinidades, discrepancias, de un lado o de otro, interior o Montevideo, grandes, chicos y medianos. En los últimos 25 años ha habido todo tipo de diferencias y va a seguir habiendo, pero hoy se exacerban por una campaña electoral y por la cercanía de algunos acontecimientos vinculados a lo comercial que pueden incluso profundizarlas. En ese sentido tenemos el conocimiento del campo suficiente para poder llevar el barco a buen destino. Hemos marcado fortaleza en las decisiones y eso ha dado estabilidad a pesar de las dificultades.

“A nosotros no nos gustaron algunas declaraciones, fundamentalmente las que involucran a nuestro Comité Ejecutivo”.

¿Cómo manejaste el hecho de que tras conseguir el respaldo de Nacional varias figuras públicas te vincularan con ese club, más allá de la elección?

Son circunstancias que se aprovechan para manejar el clima electoral de una manera o de otra, a favor de uno u otro. Yo tengo una excelente relación con las directivas de los dos equipos. Creo que hemos sido absolutamente justos y equilibrados en nuestra gestión y en lo referente al fútbol profesional hemos dado garantías, estabilidad a las competiciones, herramientas económicas para que hoy hayan desaparecido los problemas endémicos que existían a la hora de comenzar los torneos.

El objetivo claro de nuestra administración ha sido el fortalecimiento del sistema profesional en lo económico para que se aprovechen de forma contundente los recursos que genera el fútbol uruguayo, hemos tenido una posición mucho más favorable para negociar que la que se tenía hasta hace poco. Eso hay que pasar a aprovecharlo y concretarlo en un gran contrato de televisión que cambie la realidad del fútbol profesional.

¿Creés que hay una mejora posible en el contrato de derechos televisivos?

Hay un gran foco de pérdida del fútbol uruguayo de los últimos años. Nosotros estimamos que las posibilidades de facturación de los equipos por derecho de televisión están muy por debajo de la mitad. En el mundo los ingresos de los equipos por derechos de televisión implican 68% de la torta de facturación hasta la línea de la distribución y lo demás está compuesto por costos de producción, comerciales, de administración y por la ganancia de los agentes intermediarios. En Uruguay está la proporción totalmente invertida, 30% se lo quedan los derechos y 70% queda en la intermediación y los costos. Ahí está la verdadera fuga y la ineficiencia que tiene el fútbol uruguayo hoy que debe capturar.

Cuando uno mira hacia atrás, en diez años, estima una pérdida de 150, 160 millones de dólares que hacia adelante debe recapturar para hacer próspero y más profesional un fútbol que realmente merece hacerlo.

¿Está dividida la AUF en dos bloques pro y contra Tenfield?

Hay equipos que están naturalmente más cerca de la opinión política que a veces deja divisar la empresa que otros, que pueden estar más cerca de lo comercial y más lejos de lo político. Pero entendemos que al llegar el momento todos van a evaluar de forma muy seria el hecho de poder negociar un contrato mejor que asegure la sustentabilidad económica del fútbol uruguayo. En eso vamos a estar todos de acuerdo.