En el Gran Parque Central, Nacional fue contundente. Fue un nuevo bolso, que tuvo varios cambios, mejor actitud y efectividad goleadora. El tricolor venció 3-1 a Racing y creció en números y espíritu. Juan Ignacio Ramírez hizo dos goles para Nacional, Emmanuel Gigliotti puso el restante. El descuento de Racing fue de Agustín Alaniz.
1. Los cambios
Hacer variantes, esa necesidad cuando las cosas no funcionan bien. En ese punto arrancó el partido de Nacional, que visto lo visto hasta ahora, no tenía conforme a propios ni extraños. Entonces: en la defensa entraron Daniel Bocanegra y Lucas Morales por Diego Polenta y Leandro Lozano; en la mitad de la cancha el único 5 fue Diego Rodríguez y delante de él se pararon cuatro volantes con la novedad de la titularidad de Diego Zabala y Alfonso Trezza (este último por el nuevamente lesionado Federico Martínez); y en la delantera el titular fue Juan Ignacio Ramírez en detrimento del argentino Emmanuel Gigliotti, que no venía con buenas actuaciones.
Esto último fue, visiblemente, la mejor decisión de Ricardo Zielinski. El DT argentino mandó a la cancha al Colo Ramírez y el goleador hizo de las suyas: mandarla adentro. Al mercedario, que le ha costado un montón tener minutos –y mucho menos continuidad– en Nacional, pareció decir “esta chance no me la pierdo”. Más allá de las evaluaciones de cómo venía jugando el bolso, saltaba a la luz que le faltaba un goleador encendido. Ahí lo tienen.
Los goles ayudan, claro. Y como Nacional empezó ganando desde el vamos se pudo ver una imagen nueva del equipo, con otro espíritu –en parte aprovechando los errores defensivos de Racing–.
El cambio de sistema, con cuatro volantes por delante del tapón, Diego Rodríguez, le dio armado al tricolor, otra cosa que no venía teniendo con fluidez. Gastón Pereiro jugó casi de doble 5, arrancando desde atrás, y anduvo bárbaro como creador o lanzador. Trezza aprovechó su momento de titular y trilló su sector. Y Fagúndez, que es lo más regular o consistente del bolso, se sintió cómodo con Pereiro como lanzador –quién no, ¿no?– y volvió a acercarse a su calidad habitual.
2. Atrás también
Cuando Racing manejó la pelota, sobre todo en el inicio del segundo tiempo, Nacional evidenció que todavía le falta aceite a los engranajes defensivos. La línea de cuatro anduvo mejor que las de partidos anteriores, cierto, pero la espalda de Camilo Cándido es un tema a solucionar. De hecho, el DT decidió pasarlo de extremo izquierdo y mandó a la cancha a Lozano como 6.
Bocanegra y Noguera se complementaron bien. Tanto Agustín Alaniz como Rodrigo Rey fueron absorbidos por la nueva zaga tricolor. El pequeño sismo que tuvo Nacional fue cuando Sergio Rochet chocó contra Lozano y Racing, que venía empujando, pudo descontar.
Quedó en susto, nada más. El argentino Gigliotti metió una vaselina perfecta y liquidó las cosas.
3. En suma
Ganó Nacional y aprovechó para escalar posiciones, para tranquilizar las aguas, para trabajar tranquilo en la semana, para que su gente festeje.
Racing, recién ascendido, arrancó flojo y va a tener que mejorar en todas sus líneas para poder conseguir su primera victoria del Apertura y, desde ahí, proyectarse hacia un presente –futuro– donde esté más tranquilo.