Uruguay consiguió de atrás una angustiante y trascendente victoria en la segunda rueda de la fase final del Sudamericano sub 20 que se está disputando en Colombia, al vencer a Ecuador por 2-1, después de haber empezado perdiendo, y habiendo soportado la ejecución de un penal en contra cuando faltaban diez minutos para el final del partido y estaban empatados 1-1.

Allí apareció la excelencia de Randall Rodríguez para atajar el remate del ecuatoriano Sebastián González, y después la epopeya a través de un golazo con un contacto que viene desde la vida intrauterina de los mellizos Luciano y Emiliano Rodríguez: Emiliano, el de Boston River, recién había entrado en el partido y recibió el pase largo y, al mismo tiempo que controlaba con el pecho, habilitaba de aire a Luciano, el que jugó en Progreso, y aún no ha debutado en Liverpool, que sacó un derechazo inolvidable que fue a morir al fondo de los redes ecuatorianas y que se transformó en el gol del triunfo de un partido difícil y muy complicado.

Dentro de esa percepción bien orientada de que los y las futboleras uruguayas somos los más comprometidos con el seguimiento y visualización de nuestras selecciones juveniles, seguro que, aunque para el resto del mundo quede perdido en el tiempo, para los que vimos ese golazo nos quedará por el resto de nuestros días, aun cuando simplemente haya sido un gol de juveniles en un partido que no decidía ni un título, ni una clasificación. El lunes, otra vez en el estadio de Techo, Uruguay jugará a las 17.00 ante Venezuela.

Se entienden de toda la vida

Seguramente, ni los hermanos Rodríguez Rosales se han puesto alguna vez en su corta vida a escuchar tango, ni los hermanos Expósito, Homero y Virgilio, pensaban en situaciones de la vida en un partido de fútbol cuando, en 1944, hicieron el tango “Naranjo en Flor”, pero lo cierto es que esa primera frase del segundo verso del tango, “Primero hay que saber sufrir”, es recurrente en las apreciaciones y los comentarios de los partidos de formaciones uruguayas, y nos conecta con un después, que en el caso de la celeste juvenil sí importa, porque después de sufrir, después de estar sometidos ofensivamente por los ecuatorianos, después del penal, vino el atajadón de Randall Rodríguez y la mágica conexión de los mellizos, en sus primeros soñados minutos juntos con la celeste en el pecho, para hacer ganar a Uruguay 2-1 y seguirlo dejando arriba de todo en el Sudamericano, arañando ya la clasificación para el Mundial de Indonesia.

Saber sufrir

El “saber sufrir” ya se vislumbró en el primer tiempo, con los chiquilines sufriendo la temperatura, la altura de los 3.000 metros sobre el mar del estadio Metropolitano de Techo, y la secuencia de seis partidos jugados en apenas 11 días. Uruguay empezó retraído y encima perdiendo, porque a los 12 Yaimar Medina, en el primer ataque ecuatoriano, colocó el 1-0 para los ecuatorianos.

Después de un comienzo apretado porque Ecuador había estudiado el partido con una propuesta de supernumerar en marca a los futbolistas celestes, a los diez minutos, en una gran jugada, Uruguay tuvo la oportunidad de abrir el marcador cuando una pelota cortada por Damián García fue en pase cruzado hacia Álvaro Rodríguez, qué la jugó al medio para la entrada del Cepillo González, cuyo remate pasó apenas desviado.

Sin embargo, unos minutos después, en el primer ataque ecuatoriano, Yaimar Medina inició una diagonal, enganchó hacia su pierna izquierda y sacó un remate impresionante que seguramente tuvo un efecto de combinación con la altura de Techo y venció irremediablemente a Randall Rodríguez.

Un poquito más allá de la media hora llegó por fin el gol del empate uruguayo, cuando los celestes habían dominado por completo el juego, la posesión de pelota, la cantidad de pases culminados, e incluso el número de remates al arco contrario.

Fue después de una ordenada avanzada de Facundo González, que desde el fondo fue subiendo por banda izquierda y en las inmediaciones del área sacó un formidable zurdazo que dio en el travesaño, pero cuando Luciano Rodríguez intentaba controlar el rebote del horizontal, fue torpemente empujado y el árbitro portugués sancionó con el penal que, con calidad, Fabricio Díaz transformó en el gol del empate.

Después, qué importa ya el después, Ecuador pasó a ser dominador de las acciones, pero durante más de media hora Uruguay supo sufrir y conseguir esta hermosa victoria, la de los hermanos, la que nos acerca al Mundial, la que nos deja en la punta, soñando con todo lo que quede por venir.

Detalles

* Sudamericano sub 20 2023 – Liguilla final, segunda fecha * Estadio: Metropolitano de Techo de Bogotá. Árbitros: Antonio Carvalho, Bruno Alves y Luciano Gomes (Terna de Portugal). Uruguay: Randall Rodríguez; Mateo Ponte, Sebastián Boselli, Facundo González, Mathías De Ritis (83′ Mateo Antoni); Fabricio Díaz (83′ Emiliano Rodríguez), Damián García (55′ Ignacio Sosa); Franco González, Luciano Rodríguez, Juan Cruz de los Santos (46′ Matías Abaldo); Álvaro Rodríguez (63′ Rodrigo Chagas). Entrenador: Marcelo Broli.


Ecuador: Gilmar Napa; Daniel De la Cruz, Garis Mina (46′ Luis Córdova), Davis Bautista, Yeltzin Erique; Yaimar Medina (66′ José Klinger), Denil Castillo, Patrickson Delgado (75′ Sebastián González), Patrik Mercado (66′ Oscar Zambrano); Alan Minda y Justin Cuero (76′ Cristhoper Zambrano). Entrenador: Jimmy Bran. Goles: 13′ Yaimar Medina (E), 35′ Fabricio Díaz -de penal- (U), 85′ Luciano Rodríguez (U).

Nota: a los 79′ Randall Rodríguez (U), le atajó un tiro penal a Sebastián González (E).