Hubo de todo en el estadio Centenario. Fútbol, poco; goles, un montón. Pasando raya al final, ganó Peñarol y es el único que ha logrado los 6 puntos que se han puesto en juego. Fue un 4-3 agónico y muy discutido, con penales cobrados y penales no cobrados, con goles en la hora, gritos en la cara y tarjetas de típicos colores. Matías Arezo metió tres de los cuatro goles de Peñarol, el restante lo hizo Hernán Menosse. En La Luz, que empezó ganando, se lo dieron vuelta, lo empató en la hora, pero lo pierde en la hora, los goles fueron de Ignacio Neira y Nicolás Royón en dos ocasiones.
1. Ida y vuelta
Pasaron dos fechas desde que inició el Torneo Apertura y es notorio el poco engranaje que tienen los equipos. Ensamblar equipos no es fácil, mucho más cuando las piezas no se parecen a las que estaban la temporada anterior. Otra puntualización sobre lo mismo podría tener óptica distinta: dos fechas, más la pretemporada, deben ser suficientes como para que el equipo despliegue el fútbol que el entrenador profesa, y si eso no pasa la cuestión, como mínimo, es compartida entre jugadores y entrenador. Desde cualquiera de los dos puntos de vistas propuestos, La Luz y Peñarol evidenciaron que están más entreverados que finos.
Lo bueno de todo esto fue la cantidad de goles. Al menos, compensan lo poco vistoso del fútbol. En un campeonato donde no se acostumbra mucho en apostar por sistemas de juegos ofensivos, y por ende, o como consecuencia, goleadores, siete goles fueron un montón de buenas sensaciones.
2. Desarrollo
Los errores de precisión se vieron mucho en defensa. Peñarol marcó mal un centro al área y le costó empezar perdiendo tempranamente. Claro, después, como tiene plantel e individualidades para cuando lo colectivo no sale se puso las pilas y encontró los goles por errores de los contrarios: mala marca en un córner y el aurinegro empató; penal por mano y Arezo no perdonó con el primero de su cosecha personal.
El 3-1 pareció definitivo, por que La Luz no transmitía rebeldía y la distancia aparentaba larga. Pero tanto cambio lo descontroló, varios jugadores fuera de puesto no pudieron hacer buenas coberturas, y Royón, que tiene oficio de 9 de la mejor escuela, lo empató en pocos minutos.
Después las calenturas por el empate, las tarjetas, los 7 que añadió el juez, el VAR y la fineza, o la polémica, para chequear y cobrar lo que no se ve en primera instancia; Fuentes, el DT de La Luz, queriendo sacar al equipo de la cancha tras el pitazo de Ostojich, Arezo demostrando clase para bajar el telón y llevándose la pelota.
3. No karma
Ganó Peñarol por esas cosas.
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