Con goles de Marcos Montiel, Diego Zabala y Camilo Cándido, Nacional derrotó 3-0 a River Plate en el Gran Parque Central. Fue una victoria con aires renovados tras el cambio de entrenador, y a la vez importante pensando arriba: el bolso quedó a dos puntos de Peñarol y el fin de semana que viene tiene la chance de ganar y pasarlo.
1. Bien parados
“Mantengan las líneas juntas”, “más acá, apretados”, “¡presionalo!”, gritaba Álvaro Gutiérrez cuando el partido se iba armando. El entrenador volvió a Nacional e imprimió su tónica. Hizo cambios y la jugada le salió bien porque sus jugadores le respondieron y el equipo terminó ganando.
Dentro de las variantes que decidió Gutiérrez hubo tres que pesaron. Una fue la inclusión de Federico Martínez como titular. El ex Liverpool fue el jugador desnivelante del partido, el que rompió más líneas, habilitó a sus compañeros y si no convirtió fue porque el arquero Correa se la tapó. Hasta acá nada sorpresivo, porque seguramente, si Martínez no se hubiera lesionado, con Ricardo Zielinski también hubiera sido titular.
Las claves fueron “sus” jugadores, Diego Polenta y Gastón Pereiro. Gutiérrez no dudó: Polenta titular y capitán, haciéndose cargo de la defensa, tarea que cumplió sin sobresaltos. A Pereiro el DT lo mandó de punta junto a Franco Fagúndez; fueron dos 10 jugando de 9. Sin que la hayan descosido, la dupla ofensiva rindió bien y, sobre todo –y acá sí comparando con el técnico anterior–, tanto a Fagúndez como a Pereiro se los vio cómodos.
2. Factor necesario
Cuando Nacional se puso 1-0 el que jugaba mejor era River Plate, digamos todo. Pero era un darsenero que no llegaba a pisar a fondo del todo, y sus jugadas terminaban en tres cuartos de cancha, sin generar peligro ante el arco este domingo defendido por Salvador Ichazo. Dos cuestiones sobre eso: si River tuvo la pelota, en parte fue porque Nacional empezó replegado y se lo permitió; si River falló en el pase final, también fue porque Nacional, en su línea defensiva –con un doble 5 pegado a la zaga– logró bloquear cada intento darsenero.
El oportunismo, en ocasiones, suele desbloquear partidos. Eso sucedió en el Gran Parque Central para que Nacional pasara a ganar. Al cierre del primer tiempo, cuando el tricolor no encontraba la pelota, sí halló un contragolpe que definió muy bien Montiel, haciendo cumplir la inexorable ley del ex: marcarle un gol a tu equipo anterior.
Ese gol golpeó a River, pero también el segundo, que cayó cuando el segundo tiempo apenas empezaba a transcurrir. Fue una buena jugada por izquierda, bien elaborada por Martínez, que terminó definiendo Didí Zabala, que jugó de volante por derecha y tuvo aire para atacar y mandarla a guardar.
2-0 abajo River intentó. Quiso ir por el descuento, Gustavo Díaz mandó cambios tirando el equipo arriba. Fue todo intención, porque en los hechos no hubo jugadas que pudieran amenazar el cero en el arco tricolor.
En la hora y aprovechándose de los espacios para tirar otro ataque rápido, Cándido sacó un latigazo desde afuera del área que se clavó en el ángulo.
Otra cara de Nacional, renovado, ganando y con la chance de alcanzar la punta en la fecha que viene.
3. Decir volver
“Los jugadores que hay pueden revertir esto. Estoy confiado de eso porque si no, la verdad, no hubiera venido”, dijo el DT tricolor días pasados. Volvió Álvaro Gutiérrez y Nacional ganó, como le gusta al hincha.