Es difícil calificar de “receso” la falta de actividad futbolística en los torneos femeninos de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que se extiende desde el 21 de noviembre de 2022 cuando culminó la 27ª temporada de campeonatos uruguayos. Es mucho más que un receso o descanso, es una interrupción indeseada.
Es muy negativa esta extensa discontinuidad. El crecimiento de participantes constatado en los últimos años –de clubes y de jugadoras– empuja hacia una atención mayor para mejorar en número y calidad los torneos. Acortar los extensos períodos sin actividad debe ser un objetivo. Son muchos los aspectos en que el fútbol femenino uruguayo debe superarse a sí mismo, pero uno esencial es la de nutrir de actividad a sus clubes y jugadoras.
Hay excusas que llegan desde lo alto de la sede de la AUF: que hubo una Copa del Mundo (masculina), que hubo un tiempo para la elección de autoridades, que no están prontos determinados documentos, etcétera, etcétera. Parece que nadie recordó que debía programarse con tiempo la actividad de la rama femenina, rezago que contrasta con la rama masculina, que ya está en avanzada competición.
Lo económico y la asamblea
A la inactividad se le suma la incertidumbre sobre la situación económica. No se ha cumplido con los compromisos pactados para la temporada pasada. Desde los clubes se escuchan demandas de auxilio y reclamo, y se pide respeto para el cumplimiento de lo pactado para 2022.
Obviamente, hay que poner sobre la mesa el financiamiento de la nueva temporada. Ese será un tema relevante en la asamblea prevista para la semana que viene. El llamado Consejo de Liga está convocado para el martes 28. El orden del día incluye estos asuntos: 1) presentación financiera de lo que dejó la temporada 2022; 2) proyección de ingresos y egresos de AUF TV 2023; 3) proyección de gastos del Campeonato 2023; 4) definición de fecha de comienzo de la temporada 2023 (con un esbozo indicado para 15 y 16 de abril); y 5) formato de campeonato.
Esta consideración de asuntos y su concreción en hechos debieron estar resueltos muchísimas semanas atrás si todo funcionara como debiera ser.
¿Por un récord negativo?
El receso de ya más de cuatro meses es altamente negativo para un fútbol en crecimiento que necesita competición permanente de la categoría sub 14 a la mayor pasando por todas las intermedias –sub 16, sub 19–. Los niveles de juego, todavía insuficientes en la comparación internacional, necesitan aporte de riqueza en formación de docentes actualizados, programaciones atractivas y con disminución de los apagones competitivos.
Parece que el pasado nos condena: hubo una vez, entre el 4 de diciembre de 2016 y el 23 de abril de 2017, un receso de cuatro meses y medio. El archivo de la diaria nos permite recordar esos malos antecedentes. Un año antes había sido peor: ¡el receso fue de seis meses exactos! El Campeonato Uruguayo de 2015 terminó el 11 de octubre y el de 2016 comenzó el 10 de abril.
Ver en acción
Sin descartar la posibilidad de que haya pequeñas modificaciones, recordemos cómo estarían integradas las dos divisionales principales en la ansiada 28ª temporada. Recuérdese que los campeonatos uruguayos se han disputado en forma ininterrumpida desde 1996, una riqueza histórica en América Latina, acompañada por el fútbol femenino argentino, que tuvo continuidad desde 1991.
En la Divisional A habría 11 clubes. En alguna instancia futura debería haber un número par de clubes; es de esperar que se programe para 2024 previéndolo antes de que comience la actividad de este año.
Ocho clubes vienen del torneo anterior. Los presentamos ordenados con los puntajes de 2022: Nacional, Peñarol, Defensor Sporting, Wanderers, Liverpool, Fénix, River Plate y Náutico. Los tres restantes son los que lograron el ascenso: Montevideo City Torque, Danubio y Boston River.
Para la Divisional B ya es más difícil hacer una previsión exacta. Quedaron Racing, San Jacinto (que hizo una fusión distinta dejando la que tenía con Rentistas), Rampla Juniors, Juventud y Canadian. Ascendería desde la tercera divisional La Luz City Park y tienen un derecho primario, por haberse clasificado en segundo lugar, Cerro (si presenta juveniles) y Huracán Buceo Cimarronas (si se mantiene), equipo fusionado que terminó en tercer lugar.
La integración de la tercera divisional ya es una tarea muy compleja de esbozar periodísticamente porque debería integrar clubes nuevos con la posible participación de Plaza, Udelar y Cerrito.