Ha pasado poco más de un mes desde que el rosarino Marcelo Bielsa se convirtió en el director técnico de la selección hasta el fin de la participación de Uruguay en el Mundial 2026.
Entre aquel 16 de mayo y hoy, Bielsa y su cuerpo técnico se fueron integrando a la vida del Complejo Uruguay Celeste y fueron diagramando y ejecutando los pasos iniciales del trabajo de la selección mayor con un grupo de jóvenes menores de 20 años, mayoritariamente de 17 y 18, y posteriormente con la paulatina llegada e inclusión de buena parte de los 29 futbolistas que finalmente arribaron –Matías Vecino se lesionó en Italia y no pudo viajar, mientras que Mateo Ponte quedó impedido de unirse al grupo tras la lesión sufrida durante el Mundial sub 20–.
Con una enorme cantidad de debutantes absolutos –Emiliano Martínez, Rodrigo Zalazar, Franco Israel y Thiago Borbas– y una gran cantidad de futbolistas que no habían estado en la última gran instancia en la que participó Uruguay, el Mundial de Qatar 2022 –Santiago Mele, Bruno Méndez, Mauricio Lemos, Sebastián Cáceres, Joaquín Piquerez, Lucas Olaza, Felipe Carballo, Maximiliano Araújo, Brian Rodríguez, Matías Arezo y Federico Viñas–, además de los convocados de la sub 20 –Randall Rodríguez, Sebastián Boselli, Facundo González, Fabricio Díaz, Luciano Rodríguez y Anderson Duarte (también lo iba a hacer Ponte)–, parecía claro que estos dos únicos partidos previos al inicio de la Eliminatoria, más que preparatorios, eran de conocimiento y exploratorios de las posibilidades casi inmediatas que estos nuevos futbolistas pueden tener en la celeste de competencia.
Encuentro y encuentros
Las conclusiones de Bielsa sobre estos partidos y ciclo de entrenamientos y preparación no las podemos saber, pero sí aproximarnos a través de sus palabras tras el partido que Uruguay le ganó a Cuba 2-0: “Para el primer partido pudimos hacer un ciclo de nueve días de entrenamientos y en el segundo algo similar, lo que representa una posibilidad que no se reiterará durante las Eliminatorias. Hubo un conocimiento con buenas posibilidades de comunicar y conocer a los jugadores, conocerlos y darnos a conocer como cuerpo técnico, y en ese sentido fue una buena experiencia”.
En la conferencia de prensa tras el triunfo ante los caribeños, Bielsa además aportó conclusiones bien primarias, pero necesarias para los receptores: “Este grupo va a realizar aportes importantes y necesarios, y lo que pasó en el partido [con Cuba] o en el anterior [Nicaragua] no es comparable ni parecido con lo que es un partido de Eliminatoria. Pero a pesar de esa diferencia marcada, a mí en lo particular me permitió imaginar un porcentaje importante de estos jugadores que pueden ser, a lo largo de la Eliminatoria sudamericana, opciones necesarias y probablemente satisfactorias. Seguramente la mitad del grupo que participó en estos dos partidos puedan ser opciones válidas para el segmento de los seis partidos que se van a jugar este año [Chile, Ecuador, Colombia, Brasil, Argentina y Bolivia]. Y seguramente más de la mitad hará su aporte en los tres años que van a durar las Eliminatorias”.
Además, Bielsa volvió a desarrollar un concepto que lo acompaña desde que firmó con la Asociación Uruguaya de Fútbol: “Uruguay tiene un grupo de jugadores que considero muy valioso y el objetivo es tratar de que tengamos en cada posición dos o tres opciones y que no sean de muy diferente nivel, y eso de algún modo va a precisar un tiempo de maduración y paulatinamente ir conformando o completando ese grupo”.
Estos y aquellos
Parece claro que el grupo definitivo se irá armando a partir de las distintas generaciones ya comprobadas con participaciones mundialistas, y que estos jóvenes y otros que seguramente también vendrán se irán amalgamando en lo que en un tiempo conoceremos como el primer grupo de competencia de la era Bielsa.
También es muy posible que aparezca alguno de los sobrevivientes de Sudáfrica 2010, de acuerdo a lo expresado por el técnico, que manifestó que “los jugadores con un pasado tan brillante en el fútbol uruguayo y en la selección uruguaya merecen un tratamiento, un diálogo, un acercamiento para, en función de ese tipo de contactos, elaborar conclusiones más fundadas de cara al futuro”. Es altamente probable, asimismo, que muchos de los últimos mundialistas estén en las primeras citaciones.
Sacar partido
Estos dos partidos iniciales dejaron datos y soportes de discusión técnica y de boliche, para Marcelo Bielsa y su cuerpo técnico lo primero, y para cientos de miles de nosotros y nosotras integrantes del equipo de los tres millones de directores técnicos lo segundo.
Pero además dejaron una importantísima serie de insumos –datos científicos fríos, de apreciación, y también de los emocionales– para los profesionales que trabajaron en conjunto en estas dos semanas en una instancia de reuniones de trabajo con los nuevos.
Además de los partidos, ha habido días de testeo técnico, comportamentales, colectivos, físicos, y todo ese cúmulo de datos servirá al entrenador para componer la primera lista de competencia oficial, que, como él manifestó, tendrá a cerca de la mitad de los que vinieron.
¿Cuánto valieron las demostraciones individuales o colectivas en el Centenario en los amistosos? ¿Esa cantidad de minutos de algunos de los 20 participantes de los dos juegos habrán sido determinantes para calificar como citables, o valió mucho más el conocimiento y el desenvolvimiento inicial en el Complejo Uruguay Celeste?
En todo caso, para el público futbolero estas dos demostraciones ante rivales de inferior capacidad futbolística sirvieron para apreciar el tipo de juego al que aspira este cuerpo técnico: vertical, procurando velocidad y crecimiento por afuera, presión sobre la pelota, y dinamismo constante en todas las líneas y posiciones del campo de juego; un sistema de juego mucho más visible ante Nicaragua, con una alineación que mostró futbolistas con gran seguridad y destreza, que ante el otro antagonista, Cuba, que se cerró más y generó más desaciertos en los ataques uruguayos.
Ahora todo será observación, revisión, conversaciones, desarrollo de incipientes certezas, y mantenimiento de neoexperientes que conformarán el grupo que el 7 de setiembre abrirá la Eliminatoria ante Chile en el Centenario.
El tiempo irá alineándonos con la idea y estructura a las que Bielsa irá dando forma celeste. Sólo es cuestión de dejarlo trabajar, que por cierto lo hace y mucho.
La voz del protagonista
Maximiliano Araújo fue uno de los jugadores de mejor rendimiento en los dos partidos de la celeste. El volante que se desempeña en el fútbol mexicano confesó que tenía muchas ganas de volver a Uruguay y de jugar con la selección. “Estoy feliz por volver a vestir esta camiseta y por mostrar que puedo cumplir con las funciones que se me pide. Tenía muchas ganas de hacerlo de extremo y por suerte se me cumplió. Me siento más cómodo ahí y con [Joaquín] Piquerez nos entendemos muy bien”, manifestó.
Sobre lo que pudo aportar al equipo, el jugador de Toluca dijo que a su entender pudo hacer un buen partido en ataque y en defensa: “Hice lo que me pidió Marcelo [Bielsa], pero podría haber hecho un mejor partido de haber tomado mejores decisiones”, expresó.
Sobre las indicaciones del director técnico durante el trabajo de la semana, contó que Bielsa tiene “mucho mano a mano” con sus dirigidos. “Sabe llegarle al jugador. Las charlas con él me motivaron mucho y me hacen sentir más de lo que soy. Da indicaciones y da la libertad de poder hablar”, explicó.
A su vez, puntualizó sobre lo que Bielsa le pidió en el encuentro contra Cuba, donde jugó prácticamente como puntero izquierdo: “En el partido anterior jugué por dentro y no había tenido tanta profundidad. El otro día me pidió mucha profundidad por dentro y por momentos la tuve y por momentos no. Ahora [ante la selección cubana] me pidió que tuviera más profundidad por la banda, que jugara el uno contra uno, que llegara al área, que participara y que fuera constante”, contó. Su trabajo no sólo le salió bien, sino que también llegó a convertir.
Por último, agradeció la oportunidad de conocer a varios compañeros que, como él, fueron citados en esta fecha FIFA para ser evaluados por el entrenador. “He aprendido mucho de cada uno de ellos; la competencia está muy sana y peleada, porque en todas las posiciones hay una calidad tremenda”, finalizó.
¿Quién será el arquero de Uruguay?
Tres arqueros probó Bielsa en dos partidos: Franco Israel, que jugó un partido entero, Sergio Rochet y Santiago Mele, quienes se repartieron un tiempo cada uno. Sobre sus rendimientos, Bielsa reconoció que el más exigido fue Mele, pero que en ese contexto no puede sacar muchas conclusiones. “Israel tuvo un partido con pocas opciones de peligro a resolver ante Nicaragua. Rochet tuvo la acción del tiro libre y no fue más exigido. Mele tuvo que resolver situaciones más peligrosas, pero lo cierto es que cualquier análisis que haga en este momento es prematuro, cuando aún faltan más de dos meses para empezar la Eliminatoria”, sostuvo el entrenador.
Habrá que ver si Bielsa confía en estos tres arqueros o tiene alguien más para llamar. De momento, Rochet y Mele atajan con asiduidad en sus respectivos clubes, pero Israel no tiene muchos minutos en el Sporting de Lisboa.
En ese sentido y dentro de las generalidades de la ley, Bielsa confirmó que su objetivo es tratar de contar en cada posición con dos o tres opciones que no sean muy diferentes de nivel entre ellas. “Eso de algún modo necesita un tiempo de maduración. Paulatinamente debemos ir conformando y completando ese grupo”, expresó.