En el marco de la quinta del Intermedio por la Serie B, Cerro le ganó a Liverpool –invicto hasta la fecha– en el Estadio Monumental Luis Tróccoli y ganó tres puntos de suma relevancia para el descenso, además de ubicarse bien en su serie.
El arte de incomodar
En un inicio, como era de esperar, el negro de la Cuchilla con su propuesta de tenencia de pelota y ofensiva. Cerro esperó y eso le sentó cómodo. Las salidas de Liverpool nunca fueron prolijas y fluidas, el albiceleste ensució el mediocampo donde se gestiona el fútbol del líder de la serie.
Así, con esa lógica de incomodar, el local tuvo su primera en un corte propicio cerca del área de Britos. Fue justamente el guardameta negriazul quien desde el fondo vio cómo venía la mano y en las siguientes intentó saltar a sus volantes centrales para, con unos pelotazos largos y precisos, conseguir eso que costaba.
Los villeros se plantaron y eso sorprendió al equipo de Bava, que aun con espacios claros no logró combinaciones precisas.
El ataque cerrense se concentró por la izquierda entre el buen y técnico volante Lucas Rodríguez y Tizón. En una de esas, el entrevero favoreció a su delantero, que definió a la red, pero fuera de posición.
El sistema no funcionaba en la visita, entonces el goleador Bentancourt vio la volada de robar en la salida y quedar de frente a Darío Denis, pero el disparo fue alto.
A Cerro le quedaron buenos apuntes de esa primera mitad. Su propuesta ofensiva no deslumbró, pero sí la idea de proponer un sistema que incomode a aquellos equipos que en papeles son fuertes y ofensivos.
Con cuchillo entre dientes
La lógica de intentar ofensivas en la visita continuó en el segundo tiempo, ya con llegadas más claras y con un Luciano Rodríguez más encendido con remates directos.
El villero siguió con su consigna: neutralizar y salir con espacio. Y en una de esas fue que se le dio. En un ataque con pelota al área, el argentino Lucas Franco acomodó con tiempo, apuntó y remató a Britos, que nada pudo hacer.
La especulación podría haber sido que, con el gol, el local se replegaría más. Al rato de haber convertido, en una salida fallida negriazul, bajaron al atacante cerrense en el área. Penal claro que De Armas no dudó en cobrar. Tizón fue el encargado de ejecutar y Britos el encargado de atacarlo, con el aditivo de también llevarse el rebote.
Todo indicó que la visita saldría a por todo, y en el paneo general se dio eso, pero para nada con la claridad con la que Liverpool se identifica. Las asociaciones fueron escasas y con grados de imprecisión.
Cerro ganó y el gran apunte que le queda es que tiene con qué hacer frente ante equipos más fuertes en lo previo. Los puntos son una riqueza para esa tabla que mira de reojo, que es la del descenso frente a rivales directos como La Luz y Racing.
Los de la Cuchilla ya no son invictos, pero lo que debe preocupar a Jorge Bava es esa falta de alternativas ante un planteo incómodo y sucio que le propuso su rival, porque se puede suponer que serán varios los rivales que vean el manual cerrense aplicado este sábado.