En Belvedere, Liverpool y Nacional, tercero y segundo de la tabla Anual, empataron 0-0 e iniciaron el Clausura con un resultado que puede tener varias lecturas para ambos, en tanto no pudieron aprovechar para reducir la ventaja del líder de los puntajes de toda la temporada, Peñarol, pero asimismo se mantienen con chance en la lucha por la definición del Uruguayo cuando aún quedan 42 puntos por jugar.
Las ventajas y desventajas del empate no tienen una primera lectura en los 90’ de juego, donde ninguno de los dos pareció haber perdido la oportunidad de ganar o haberse salvado de perder por la exposición de su antagonista sino que fue un partido parejo, tal vez con ligeras rachas de predominio pero que no pudo salir del cero ni siquiera en los 15 minutos finales, cuando fue expulsado Mateo Antoni en Liverpool y Nacional quedó en cancha con un futbolista más (en la penúltima jugada del partido también fue expulsado Miguel Samudio en los locales).
Mucho frío, poco sol
El primer tiempo fue trabado, entreverado pero no aburrido, porque ambos equipos empujados por su gente tentaron lo mejor de su juego asociado y pensado y además procuraron con aplicación neutralizar a sus rivales. El empate no se pudo deshacer en los 45 minutos iniciales. La batalla estratégica se empezó a plasmar en acciones determinantes de juego, cuando Nacional empezó a cargar el juego por el flanco izquierdo sumando a Báez con el Chori Gonzalo Castro y dando soporte a los futbolistas por esa zona.
Liverpool aprovechó ese adelantamiento por la franja izquierda tricolor para cargar por su sector derecho con rapidez y con la habilidad de Luciano Rodríguez. Llegado el cuarto de hora, la presentación del juego de ambos protagonistas ya se había desenvuelto y se trataba de un partido parejo donde se advertía la peligrosidad local. Nacional no dejó de intentarlo siempre por izquierda y a través del juego generado por Diego Zabala. Pero no pasó nada de un lado ni del otro y se fueron a los controversiales vestuarios de Belvedere con el marcador sin goles.
Intenso y tenso
Después fue todo mucho más intenso, pero no en lo que tiene que ver con las acciones de juego sino en el relacionamiento y las faltas entre los futbolistas, que fueron generando discusión tras discusión un clima de tensión que no sumaba en el desarrollo del partido. También es cierto que de vuelta del descanso Liverpool tuvo una acción mucho más protagónica en campo contrario que los tricolores.
En Nacional entraron primero el debutante paraguayo Antonio Galeano, y el mercedario Juan Ignacio Ramírez después, en procura de una mejora ofensiva. Bava, en cambio, pretendió hacerlo desde la media cancha con el debut de Pablo Siles y el ingreso del coloniense Rodrigo Rivero. Fue por esos momentos que hubo más cambios en el partido, pero no de jugadores ni de estrategia sino porque Liverpool, por la expulsión de Mateo Anthony, quedó con un futbolista menos en cancha.
Dos excepcionales atajadas, una de cada arquero, estiraron el cero en ambos arcos pero el partido tomó su mejor nota en esos últimos 15 minutos de juego. Después sí hubo más variantes: en Liverpool entraron Ignacio Rodríguez y Martín Silva, y en Nacional, Franco Fagúndez y José Alberti.
Al final nada pasó y cada uno se fue casi filosofando sobre las ventajas y desventajas de este empate.