Inglaterra superó 3 a 1 a Australia y obtuvo su boleto para la final del Mundial, en la que se enfrentará ante España el domingo a las 7.00 (hora de Uruguay).
Toone, Hemp y Russo le dieron la victoria a las inglesas. Para las matildas descontó Kerr.
Con estilo de Mundial
El encuentro comenzó friccionado y con chances para ambos lados, pero se mantuvo sin goles hasta los 36 minutos, cuando Toone apareció con un remate muy potente abierto al palo, concretando un gol similar al de la colombiana Linda Caicedo a Alemania, imposible de atajar para la arquera Arnold.
Con el gol ambas selecciones se animaron a más, y poco a poco la disputa se fue convirtiendo en un verdadero partidazo, de esos que tienen todo: buen fútbol, dinamismo, mano a mano y contundencia.
El empate llegó a los 62 minutos, cuando un pase profundo le quedó bien encaminado a Kerr, quien en la carrera levantó la cabeza para medir a Arnold, y mandarle un remate tan potente que sólo fue posible ver en la repetición. Gol y estallido del estadio que celebró alabando a la gran figura del equipo, que llegó al encuentro lesionada y que se olvidó de todo en ese grito de gol, en ese instante en el que le daba vida al sueño de su equipo con el 1-1.
El despertar de una potencia
Pero Inglaterra reaccionó rápido, fiel al estilo de la entrenadora Sarina Wiegman. Esa virtud se materializó en los pies de Lauren Hemp, que tras un doble intento tomó la pelota, luego del remate de Russo, y concretó, aprovechando el error en marca de Carpenter, con un remate cruzado imposible de atajar. Así Australia pasó de la alegría a la preocupación, aunque el partido seguía abierto.
Kerr se ilusionó con el empate pero su cabezazo salió desviado y ya iban 81 minutos. Goles errados son goles en contra, entonces apareció Russo para el 3-1 final en el último contragolpe de las lionesses.
Las matildas se despidieron del que fue su mejor mundial, en el que alcanzaron las semifinales por primera vez y sorprendieron a todos con su solidez y regularidad, destacándose en toda la competencia.
Inglaterra escribió un nuevo capítulo en su historia y ahora deberá verse las caras con España. Los sueños están intactos y la cita es el domingo a las 7.00.