Los futbolistas de Peñarol se reunieron con el presidente de la institución Ignacio Ruglio ante el anuncio de posibles descuentos de hasta un 50% en los salarios de los trabajadores debido al paro que llevan adelante desde el gremio.
Algunos clubes no abrieron por unos días, pero otros mantuvieron las actividades de manera normal. El pasado miércoles se llevó a cabo una reunión entre los clubes que integran la Comisión de Estatuto, incluído Peñarol, y el Comité Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), encabezado por Ignacio Alonso, para ver la posibilidad de acercar las partes.
Pero el hecho es claro y contundente, los clubes no quieren dar el aumento que por primera vez en la historia piden los jugadores. De todas formas, las partes no se acercan no sólo por este tema sino porque gobiernan los intereses. Esta medida fue tomada en conjunto por las nueve instituciones que conforman la Unión de Clubes y se llevará a cabo mientras continúe el paro.
Por su parte, el futbolista de Nacional Diego Polenta declaró entre otras cosas que está “sorprendido por cómo hay algunos clubes que tiran para que no se juegue”. De alguna manera clarifica los tantos: “Si queremos ser profesionales, esto tiene que cambiar”. Es cierto que el futbolista está de rehén y deberá sostener el paro como una herramienta o vulnerarla para siempre.
El zaguero capitán de Nacional además dijo que “el reclamo que hacemos es un salario digno para un profesional, si así se lo quiere llamar, porque de profesional tiene poco y acá el salario lo conocen todos. Si comprás zapatos, no comés. Llegó el momento de pensar en esos colegas que hoy pueden estar en la B, acá o en Europa”.
Está picante la situación. El jugador apuntó que “algunos no se animan a decirlo, pero yo me animo: la culpa no es de los jugadores, es de los dirigentes”.
Por su parte, los dueños de las sociedades anónimas deportivas o los representantes de las mismas también tuvieron su reunión para “solucionar el conflicto relacionado con la negociación del Estatuto del Jugador”.
De esa reunión puede desprenderse lo siguiente: los clubes aceptaron que el salario mínimo de la Segunda División Profesional sea el equivalente al 62,5% del salario mínimo de la Primera División Profesional, lo que podría ser considerado por la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP), ya que el planteo original era 75% del mínimo de la A.
Además, exigen que la AUF garantice a los clubes de la B que les brindará asistencia financiera para cubrir dicho aumento. Por último, dicen que la MUFP debería levantar la medida y que el fútbol vuelva a partir del 22 de setiembre de 2023.
Los clubes firmantes fueron once: Albion, Atenas de San Carlos, Deportivo Maldonado, La Luz, Montevideo City Torque, Oriental de La Paz, Plaza Colonia, Racing, Rentistas, Miramar Misiones y Boston River.